La sociedad astronómica ha reparado fotograma a fotograma la filmación, obra del mago británico y pionero del cine Nevil Maskelyne durante una expedición a Carolina del Norte (Estados Unidos) el 28 de mayo de 1900.
Londres, 30 may (EFE).- La Real Sociedad Astronómica británica anunció este jueves que ha redescubierto y restaurado la primera filmación que existe de un eclipse solar, unas imágenes que datan del año 1900 y que estaban almacenadas hasta ahora en sus archivos.
Con la colaboración del Instituto Cinematográfico Británico (BFI, en inglés), la sociedad astronómica ha reparado fotograma a fotograma la filmación, obra del mago británico y pionero del cine Nevil Maskelyne durante una expedición a Carolina del Norte (Estados Unidos) el 28 de mayo de 1900.
Ese fue el segundo intento de Maskelyne de capturar un eclipse solar, después de haber viajado a la India en 1898.
En aquella ocasión logró fotografiar el fenómeno astronómico, pero los negativos fueron robados cuando regresaba al Reino Unido, relató la Real Sociedad Astronómica británica en un comunicado.
Para lograr las imágenes ahora restauradas, Maskelyne se vio obligado a fabricar un adaptador telescópico especial para su cámara.
En la época victoriana, los avances tecnológicos y los espectáculos mágicos estaban íntimamente relacionados, por lo que no es una coincidencia que algunos ilusionistas fueran pioneros en el arte de la cinematografía.
“Las películas, como la magia, combinan arte y ciencia”, sostuvo el experto en cintas mudas del Instituto Cinematográfico Británico Bryony Dixon.
“Maskelyne quería alguna novedad para mostrar en su espectáculo de magia, y qué mejor que el más impresionante de todos los fenómenos naturales”, agregó.
El presidente de la Real Sociedad Astronómica, Mike Cruise, resaltó por su parte que es “maravilloso ver eventos de nuestro pasado científico recobrar la vida”.
“Estas escenas de un eclipse solar total, una de las visiones astronómicas más espectaculares, son una cautivadora muestra de la ciencia victoriana en acción”, afirmó.
El mismo Maskelyne, aficionado tanto a la ciencia como al espiritismo, fue miembro de la organización astronómica británica y contribuyó a demostrar que la cinematografía podía contribuir al avance del conocimiento.