Entre señalamientos sobre la viabilidad, pertinencia e impacto ambiental, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador avanza con la lista de proyectos de infraestructura que son parte de su apuesta principal para impulsar del desarrollo económico del país, junto con la política social de transferencias, el combate a la corrupción y a la violencia.
Ciudad de México, 30 de mayo (SinEmbargo).- La importancia que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador puso en los proyectos de infraestructura es crucial: reposan ahí también los resultados positivos en creación de empleos, desarrollo económico y combate a la pobreza.
El Presidente y su gabinete han hecho énfasis en las entidades en las que se construirán estas obras, la mayoría en el sur y sureste del país, y en los beneficios que traerán, pero a la par se han generado críticas a las que el Gobierno no ha respondido puntualmente, sobre todo lo que tiene que ver con los efectos en el medio ambiente y en el derecho de los pueblos indígenas y originarios a decidir sobre su territorio.
El Plan de Infraestructura del actual gobierno se mueve a partir de zonas que busca desarrollar, ya que “se creció de manera dispareja por regiones y por sectores sociales, mientras que las entidades del Norte exhiben tasas de crecimiento moderadas pero aceptables, las del Sur han padecido un decrecimiento real”, puede leerse en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024.
La estrategia del Presidente está enfocada en ocho grandes proyectos, como lo son la construcción de dos pistas aéreas en Santa Lucía, Estado de México; dos trenes, uno en el Istmo de Tehuantepec y otro en la Península de Yucatán; la construcción de una refinería en Dos Bocas, Tabasco; la ampliación, modernización y conservación de la infraestructura carretera a nivel nacional; el fortalecimiento de la autosuficiencia hídrica del país; la ampliación de la cobertura de banda ancha en las zonas marginadas de México, y la reconstrucción tras los sismos de 2017 y 2018.
Durante los primeros tres meses de este año, el Gobierno federal comprometió al menos 113 mil 754 millones 660 mil 088 pesos para ejecutar las primeras etapas de los ocho grandes proyectos de infraestructura, así como para la continuación de las obras del Tren Interurbano México-Toluca, de acuerdo con la Unidad de Datos de SinEmbargo.
Según el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú, a lo largo de este año el Gobierno federal erogará 78 mil millones para la conservación de al menos 8.5 mil kilómetros de carretera (2.13 por ciento de la red) a nivel nacional, para la atención de 5.5 mil kilómetros de caminos en cabeceras municipales (la mitad de los caminos no pavimentados) en todo el país, y para cubrir los programas portuarios y aeroportuarios, así como aquellos ferroviarios y de telecomunicaciones (como el proyecto de banda ancha). Con ello, generarán 304 mil empleos directos e indirectos en 2019.
LOS CINCO PROYECTOS:
–DOS BOCAS
Es parte de su rescate del sector energético y parte de que en el sexenio pasado “la producción petrolera cayó en una forma tan sostenida que México pasó de ser exportador a importador de crudo y combustibles refinados”.
Según el PND, la producción de las entidades privadas fue insignificante, a pesar de las “ventajosísimas condiciones en las que recibió las concesiones correspondientes”.
El proyecto buscará limar mediante el diálogo los conflictos con poblaciones y comunidades generados por instalaciones de Pemex y la CFE, así como las inconformidades sociales por altas tarifas, esto con una nueva política energética que impulsará el desarrollo sostenible mediante la incorporación de poblaciones y comunidades a la producción de energía con fuentes renovables, sin embargo aún no se ha hecho pública la Manifestación de Impacto Ambiental por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y tras el anuncio de que sería Pemex el encargado de la obra, las calificadoras señalaron que eso podría significar riesgos.
–TREN MAYA
La definición oficial de esta obra es que es el más importante proyecto de infraestructura, desarrollo socioeconómico y turismo del presente sexenio: tendrá un recorrido de mil 525 kilómetros, pasará por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo e interconectará las principales ciudades y sitios turísticos de la Península de Yucatán.
Se ha insistido en que la mayor parte de su ruta pasará por derechos de vía ya existentes, como vías férreas, carreteras y tendidos eléctricos, tendrá 15 estaciones y requerirá de entre 120 mil y 150 mil millones de pesos que provendrán de fuentes públicas, privadas y sociales.
“El Tren Maya es un proyecto orientado a incrementar la derrama económica del turismo en la Península de Yucatán, crear empleos, impulsar el desarrollo sostenible, proteger el medio ambiente de la zona –desalentando actividades como la tala ilegal y el tráfico de especies– y propiciar el ordenamiento territorial de la región”, dice el PND.
Aunque dice que se procurará integrar a la obra y a sus beneficios a los pobladores y que se buscarán acuerdos benéficos en los casos en los que las vías de propiedad federal se encuentren invadidas y se pedirá la aprobación de las comunidades y pueblos originarios mediante consultas, la consulta que establece la Organización Internacional del Trabajo (OIT) no se ha llevado a cabo, a pesar de las comunidades ya la exigen.
TREN TRANSÍSMICO
Este es el programa para el desarrollo del Istmo de Tehuantepec. Su objetivo es impulsar el crecimiento de la economía regional con pleno respeto a la historia, la cultura y las tradiciones del Istmo oaxaqueño y veracruzano.
Su eje será el Corredor Multimodal Interoceánico, que aprovechará la posición del Istmo para competir en los mercados mundiales de movilización de mercancías, a través del uso combinado de diversos medios de transporte. Se modernizará el ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz, Oaxaca, para que puedan ofrecer servicios de carga, transporte, almacenaje, embalaje y servicios logísticos diversos; se fortalecerá la infraestructura carretera y de caminos rurales y la red aeroportuaria y se construirá un gasoducto para abastecer a empresas y consumidores domésticos.
Según lo establecido en el PND, a lo largo del recorrido entre ambos océanos se crearán zonas libres para atraer inversiones del sector privado, las cuales se dotarán de infraestructura y se garantizará el abasto de energía, agua, conectividad digital y otros insumos básicos para cubrir las necesidades de las empresas y de la población trabajadora.
En los 76 municipios oaxaqueños y veracruzanos involucrados en este programa se disminuirán el IVA y el ISR y se ofrecerá combustible a precios reducidos. Se construirá infraestructura urbana y se proveerá de servicios educativos y formación de capital humano, vivienda, movilidad e infraestructura para la investigación y el desarrollo tecnológico.
En 2019 se estableció una inversión de 8 mil millones de pesos en el proyecto y se ha fijado como objetivo que, a partir de 2020, el Corredor pueda competir en costos y tiempos frente a otras opciones de transporte interoceánico.
El Gobierno federal ha señalado que el 30 y 31 de marzo del presente año, en una consulta realizada mediante asambleas regionales, se obtuvo la autorización del proyecto por parte de los pueblos de la región –binnizá o zapoteco, ayuuk o mixe, zoque, ikoots o huave, chontal, chinanteco, mazateco, mixteco, popoluca, náhuatl y afromexicano–, de acuerdo con los artículos constitucionales 1 y 133, el artículo 6 del Convenio de la OIT y los artículos 19 y 32 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Este es uno de los proyectos que menos críticas ha generado.
–SANTA LUCÍA
El Aeropuerto “Felipe Ángeles” en Santa Lucía, Estado de México, se sumará a la infraestructura aeroportuaria del centro del país para conformar una triada de terminales aéreas en la que se cuentan además el actual Aeropuerto Internacional Benito Juárez y el Aeropuerto Internacional de Toluca.
La cancelación del proyecto aeroportuario de Texcoco y la edificación de la nueva terminal en la actual base aérea militar de Santa Lucía permitirá un ahorro estimado en 100 mil millones de pesos, tendrá tres pistas (dos de uso civil y una, para operaciones militares) y permitirá realizar 190 mil operaciones aéreas anuales y atender a unos 20 millones de pasajeros cada año. Adicionalmente, se construirá una tercer terminal en el actual Aeropuerto Internacional Benito Juárez.
Sin embargo, los habitantes de Nextlalpan, Tecámac y Zumpango, municipios vecinos a la Base Aérea de Santa Lucía, también han demandado desde que se hizo pública la decisión de Santa Lucía una consulta bajo los términos del Convenio 169 y además, este proyecto también carece de MIA.
La preocupación de los vecinos de la Base Aérea es la explotación de la cuenca Cuautitlán-Pachuca, uno de los más importantes y que representa el 23 por ciento de la Cuenca del Valle de México. De ahí se abastecen varias de las zonas más sobrepobladas de la Ciudad de México, el Estado de México (35 municipios, incluido Ecatepec) e Hidalgo (13 municipios).
COBERTURA DE INTERNET
Mediante la instalación de Internet inalámbrico en todo el país se ofrecerá a toda la población conexión en carreteras, plazas públicas, centros de salud, hospitales, escuelas y espacios comunitarios.
Será fundamental para combatir la marginación y la pobreza y para la integración de las zonas deprimidas a las actividades productivas.