Un grupo de activistas medioambientales puso una manta con la leyenda "El aire en México mata", la cual busca evidenciar que la mala calidad del aire cobra la vida de al menos 48 personas diariamente en México.
Ciudad de México, 30 de mayo (SinEmbargo).- Activistas de Greenpeace colocaron una máscara y un tanque de oxígeno a la estatua de la Diana Cazadora con el mensaje “El aire en México MATA” este miércoles, con la finalidad de exigir aire limpio y transporte público no contaminante para todo el país.
La organización defensora del medio ambiente a nivel internacional precisó que la manifestación buscó hacer un llamado urgente a las autoridades y candidatos a cargos públicos en todos los niveles de Gobierno, a fin de que reconozcan la gravedad de la situación y para que se comprometan con medidas efectivas para mejorar la calidad del aire, la cual cobra la vida de al menos 48 personas diariamente en México.
Ante la protesta, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México acudieron al lugar para retirar al grupo de activistas; así como para retirar, las matas, el tanque y la máscara de oxígeno a la Diana Cazadora.
“Hace 25 años Greenpeace inició su trabajo en este país con una manifestación similar para evidenciar la mala calidad del aire en la capital. Lamentablemente, un cuarto de siglo después, el problema se ha extendido a toda la República porque se ha privilegiado la infraestructura automovilística en lugar del transporte público y las normas sobre límites máximos permitidos de emisiones contaminantes y exposición a ellas continúan siendo más laxas en comparación con los valores guía sugeridos por organismos internacionales”, señaló Paloma Neumann, responsable de la campaña Revolución Urbana de Greenpeace México.
En un comunicado, la organización explicó que uno de dichos casos se encuentra en las Normas Oficiales Mexicanas de salud ambiental, cuyos niveles son más permisibles que los valores sugeridos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), razón por la cual el 1 de noviembre de 2017 un grupo de niños inició un proceso legal para que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ajuste los límites de exposición para proteger los derechos de la infancia a la salud, la vida, el esparcimiento y un medio ambiente sano; de haberlo hecho, subrayó, desde esa fecha hasta hoy se pudieron evitar 10 mil 128 muertes.
Hoy en día, la Ciudad de México se ubica en el primer lugar con los niveles más altos de ozono y también alcanza niveles altos de partículas suspendidas, como Monterrey, Guadalajara, el valle de Toluca, Guanajuato, Pachuca y sus alrededores, entre otras, sitios que enfrentan preocupantes indicadores de contaminantes atmosféricos que ponen en riesgo a todos sus habitantes.
“El problema es tan grave que al menos 17 mil 700 personas mueren cada año en México como resultado de la exposición a niveles altos de contaminantes, y aun así la Cofepris considera que esta no es una situación de emergencia lo suficientemente relevante como para considerar el ajuste de la norma a niveles más protectores”, agregó Neumann.
Asimismo, Greenpeace destacó que la mala calidad el aire ha sido catalogada por la OMS como la mayor amenaza de salud ambiental que enfrenta la humanidad, debido a que algunos de los contaminantes más peligrosos que se respiran a diario son las partículas suspendidas, el ozono y el dióxido de azufre, todas ellas producidas por la quema de combustibles fósiles como la gasolina de vehículos automotores, proceso que también contribuye al calentamiento global.
Por tal motivo, los activistas realizan este tipo de movilizaciones desde monumentos icónicos de ciudades como Londres, Berlín, Adelaide, Buenos Aires, y hoy desde la Ciudad de México en la Diana Cazadora para exigir aire limpio y transporte público eficiente y no contaminante como urgente solución a esta crisis ambiental y de salud.