En México es más fácil que las niñas y niños accedan a comida chatarra que a alimentos saludables, alertó la Redim, por ello, junto a otras organizaciones, la red exigió a las empresas y autoridades cumplir las leyes y garantizar el derecho de la niñez a una alimentación saludable.
Ciudad de México, 30 de abril (SinEmbargo).– La exposición constante a productos chatarra en lugar de alimentos saludables atenta contra los derechos de las niñas, niños y adolescentes, por ello la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) llamó a autoridades y empresas a cumplir las leyes aprobadas recientemente en materia educativa y de salud para garantizar el bienestar de las infancias.
Este mes entró en vigor la Ley General de la Alimentación Adecuada y Sostenible, la primera en el país en regular el derecho humano a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, también es importante porque reconoce la obligación que tiene el Estado de priorizar los intereses de la niñez en todas las políticas públicas relacionadas con la alimentación.
🎉📜Con la aprobación de la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible en @Mx_Diputados, México se convierte en uno de los 15 países de América Latina y el Caribe, en consagrar el derecho humano a la alimentación adecuada en su Constitución.https://t.co/iKY1TjKevC
— Poder del Consumidor (@elpoderdelc) March 12, 2024
“Hablar de una alimentación adecuada y saludable tiene que ver con el derecho a acceder a alimentos producidos de manera responsable y sustentable, que no estemos agotando recursos naturales para las generaciones futuras; que los alimentos sean accesibles y asequibles, es decir, que te encuentres tan fácilmente un plátano o una manzana como te encontrarías una bolsa de papas, o que sea para las familias más fácil y barato, o al menos igualmente en términos económicos, una sopa de verduras que una bolsa de fritangas”, expuso Tania Ramírez, directora ejecutiva de la Redim, en entrevista para el programa En Defensa del Consumidor, de Estudio B, el canal de SinEmbargo en YouTube.
En México se estima que uno de cada cuatro niñas, niños y adolescentes viven con sobrepeso y obesidad, destacaron esta semana, en el marco del Día del Niño y de la Niña, las más de 70 organizaciones civiles que integran la Redim.
A nivel internacional, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) han señalado la relación que existe entre el consumo constante de comida chatarra y enfermedades.
“Las causas principales de la obesidad y el sobrepeso en niñas y niños son el consumo de alimentos procesados con altos niveles de azúcar, grasas trans y sal, así como de bebidas azucaradas que son muy fáciles de adquirir por su amplia distribución, bajo costo y su promoción en medios masivos”, destaca la Unicef México desde su sitio web.
Ante este panorama, Tania Ramírez habló de la responsabilidad que tendrán que asumir las empresas y el sector privado para garantizar el derecho de la niñez y adolescentes a entornos saludables, pues además de la reciente aprobación de la Ley General de la Alimentación, en diciembre se reformó la Ley General de Educación para prohibir la venta y publicidad de productos no saludables en las escuelas.
#17deAbril2024 Decreto por el que se expide la Ley General de la Alimentación Adecuada y Sostenible.@Agricultura_mex
👉 https://t.co/y7Ia4HmysU— Diario Oficial DOF (@DOF_SEGOB) April 17, 2024
Con ello, la Secretaría de Educación Pública (SEP) tiene hasta junio de 2024 para actualizar los lineamientos de venta y distribución de alimentos y bebidas disponibles en las escuelas públicas y privadas del país para que sean espacios libres de productos chatarra.
La reforma destaca porque datos de la plataforma Mi Escuela Saludable muestran que sólo en el ciclo escolar 2023-2024 98 por ciento de 9 mil 582 escuelas del país venden de forma ilimitada refrescos, dulces, galletas, frituras y dulces, a veces como única opción de consumo, lo que pone en riesgo su salud.
“Pareciera que la industria [de la chatarra] se mueve en otro ecosistema, y no, también debe respetar los derechos humanos […] Lo más grave en el sector de niñez y adolescencia es que no sólo tiene un apetito por generar mayores consumos y mayores ganancias, si no es una intención muy clara: La de generar un público cautivo y adicto desde más tempranamente para tener garantizado un consumo de por vida”, expuso Ramírez.
La defensora de los derechos de la niñez, así como la organización El Poder del Consumidor, recordaron que la Constitución reconoce el derecho a la alimentación y también lo hace la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, así como en la Convención sobre los Derechos del Niño, de la que México es parte.
A ello se suma que este mes la Suprema Corte de Justicia de la Nación rechazó amparos promovidos por la empresa Santa Clara, subsidiaria de Coca-Cola, y la empresa Desde el corazón del fruto, que produce refrescos como Barrilitos y Sangría, contra el etiquetado frontal que advierte cuando los productos contienen sustancias dañinas para niñas y niños.
Las activistas han destacado que el Gobierno federal y las administraciones locales están obligados a cumplir este derecho y hacer que las industrias de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas hagan lo mismo y prioricen el interés superior de la infancia a sus intereses comerciales.
“No se trata únicamente de decisiones familiares o individuales sobre si le doy a mi hijo, hija, determinados productos, sino cómo el Estado, en su rol de garante de derechos, tiene determinadas obligaciones para garantizar y respetar los derechos de la niñez y adolescentes en todas las circunstancias que viven”, destacó Tania Ramírez.