La apertura de sesiones del Congreso de la Unión, con los nuevos senadores y diputados federales será el domingo 1 de septiembre del 2024. Ese día, según establece el artículo 69 de la Constitución, “el Presidente de la República presentará un informe por escrito, en el que manifieste el estado general que guarda la administración pública del país”. Este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador deberá presentar al Congreso de la Unión su sexto y último informe de gobierno.
Ciudad de México, 30 de abril (SinEmbargo).- Este martes 30 de abril del 2024 cerró el último periodo de sesiones tanto de la legislatura integrada por diputados federales electos para el periodo del 2021 al 2024, como de los senadores de la República que fueron electos para cumplir el periodo del 2018 al 2024.
Quedará en funciones, como asunto de mero trámite, una Diputación Permanente, que estará vigente hasta el sábado 31 de agosto, pues a partir del domingo primero de septiembre entrarán en funciones los nuevos 500 diputados federales y los 128 senadores que serán electos en los comicios del domingo 2 de junio del 2024.
El artículo 65 de la Constitución General de la República señala que “el Congreso -es decir, las cámaras de diputados y senadores- se reunirá a partir del primero de septiembre de cada año para celebrar un primer periodo de sesiones ordinarias, y a partir del primero de febrero para celebrar un segundo periodo de sesiones ordinarias”.
La gran incógnita que se despejará en los comicios de junio es si Morena y sus aliados, del PT y el PVEM, logran la mayoría calificada de por lo menos 334 diputados federales y los 86 senadores que se requieren en la cámara alta, para tener la facultad de aprobar las reformas constitucionales que podrían ser la base para la consolidación del proyecto de gobierno de la Cuarta Transformación, que presumiblemente encabezaría Claudia Sheinbaum Pardo.
Diputados y senadores terminaron sus tareas este martes 30 de abril, pues así lo establece el artículo 66 constitucional, que señala que “el primer período [de sesiones del Congreso] no podrá prolongarse sino hasta el 15 de diciembre del mismo año, excepto cuando el Presidente de la República inicie su encargo en la fecha prevista por el artículo 83 -es decir, el primero de octubre-, en cuyo caso las sesiones podrán extenderse hasta el 31 de diciembre de ese mismo año. El segundo período no podrá prolongarse más allá del 30 de abril del mismo año”.
En las dos elecciones federales más recientes, Morena y sus aliados no han podido consolidar la mayoría calificada que les permita avanzar en las reformas constitucionales que presumen necesarias para revertir los cambios hechos a la carta marga en el llamado periodo neoliberal que empezó con el gobierno del priísta Miguel de la Madrid Hurtado en 1982; se prolongó con la llegada del tricolor Carlos Salinas de Gortari en 1988; se profundizó con el priista Ernesto Zedillo Ponce de León desde 1994 y siguió el mismo cause en los gobiernos panistas de Vicente Fox Quesada, a partir del 2000 y con Felipe de Jesús Calderón Hinojosa luegos de los controvertidos comicios del 2006. Y la última fase de este periodo neoliberal se cumplió durante el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, del 2012 al 2018.
En el cierre de la actual legislatura del senado de la República, Morena termina fortalecido con la suma de los legisladores del Partido Verde, que en los comicios del 2018 compitió como aliado del PRI, pero terminó el sexenio como socio político de Morena. En los comicios del 2018 Morena y sus aliados PT y Partido Encuentro Social, sumaron 69 senadores; terminan el sexenio en 2024 con 74 senadores, todavía muy lejos de la mayoría calificada de 86 votos.
La apertura de sesiones del Congreso de la Unión, con los nuevos senadores y diputados federales será el domingo 1 de septiembre del 2024. Ese día, según establece el artículo 69 de la Constitución, “el Presidente de la República presentará un informe por escrito, en el que manifieste el estado general que guarda la administración pública del país”. Este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador deberá presentar al Congreso de la Unión su sexto y último informe de gobierno.
Y quien resulte electo en los comicios del domingo 2 de junio del 2024, tendrá que presentar en febrero del 2025, “la Estrategia Nacional de Seguridad Pública e informará anualmente sobre el estado que guarde”, advierte el mismo artículo 69 constitucional.
En las elecciones del 2018 Morena y sus aliados del Partido del Trabajo y del Partido Encuentro Social, sumaron 307 diputados federales. Sin embargo, en los comicios intermedios del 2021, la alianza de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde, sumó 276 diputados federales. Sin embargo, en esos mismos comicios del 6 de junio del 2021, Morena mejoró su posición, pues junto con sus aliados ganaron 12 de 15 gubernaturas que estuvieron en disputa. Eso se reflejará, sin duda, en los comicios del próximo domingo 2 de junio del 2024.
En los meses de mayo a agosto del 2024, durante el receso del Congreso de la Unión, habrá una Comisión Permanente compuesta de 37 miembros de los que 19 serán Diputados y 18 Senadores, nombrados por sus respectivas Cámaras, para atender los asuntos que pudieran requerir de la atención de los legiosladores.
Quien sea electa presidenta o presidente de la República el próximo domingo 2 de junio tomará protesta ante el Pleno de un renovado Congreso de la Unión, con la presencia de 128 senadores y 500 diputados, que iniciarán sus funciones el domingo 1 de septiembre del 2024.
El artículo 83 establece que la nueva presidenta o presidente de la República entrará a ejercer su encargo el primero de octubre y durará en él seis años. El Presidente, al tomar posesión de su cargo, prestará ante el Congreso de la Unión la siguiente protesta: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande”.
Si por cualquier circunstancia el Presidente no pudiere rendir la protesta ante el pleno del Congreso, lo haría de inmediato ante las Mesas Directivas de las Cámaras de diputados y senadores del Congreso de la Unión. En caso de que el Presidente no pudiera rendir protesta ante el Congreso de la Unión o ante las Mesas Directivas de las Cámaras de diputados y senadores, rendiría protesta ante el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.