Los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron tomar medidas, como el aumento de los vuelos de repatriación o endurecer la aplicación de la Ley en ferrocarriles, para disminuir el flujo migratorio.
Por Seung Min Kim
WASHINGTON (AP).— El Presidente estadounidense Joe Biden y el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador dieron nuevos pasos para combatir la inmigración irregular, que incluyen la aplicación más estricta de la Ley en ferrocarriles, autobuses y aeropuertos, así como el aumento de los vuelos de repatriación de migrantes desde Estados Unidos y México.
Ambos líderes presentaron una vista preliminar de las medidas en una declaración conjunta posterior a una llamada realizada el domingo, que se centró en los esfuerzos conjuntos para “gestionar efectivamente” la migración y la frontera entre Estados Unidos y México. Biden y López Obrador señalaron que ordenaron a sus equipos de seguridad nacional trabajar juntos para “implementar de inmediato medidas concretas” para disminuir el número de cruces irregulares a través de la frontera.
Un funcionario del Gobierno estadounidense dijo que Estados Unidos y México aumentarían las medidas para evitar el uso de los principales medios de transporte que faciliten la migración irregular a la frontera, así como el número de vuelos de repatriación que devolverían a los migrantes a sus países de origen. El funcionario, que habló bajo la condición del anonimato para mencionar detalles que no se han revelado al público, también dijo que ambos países “responderían de inmediato a aumentos repentinos de afectaciones”.
Los nuevos pasos se producen mientras Biden sigue deliberando si ejecutará acciones ejecutivas que impondrían medidas más estrictas para reducir el número de migrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos.
Desde el fracaso de la legislación fronteriza en el Congreso estadounidense a principios de este año, la Casa Blanca no ha descartado la posibilidad de que Biden emita una orden ejecutiva sobre las reglas de asilo para tratar de reducir el número de migrantes en la frontera. Cualquier acción unilateral probablemente se apoyaría en la autoridad presidencial de conformidad con la Sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que confiere poderes amplios para bloquear la entrada de ciertos migrantes si su ingreso se considera perjudicial para los intereses nacionales.
Funcionarios del Gobierno estudiaron minuciosamente varias opciones durante meses, pero Biden no ha decidido cómo poner en marcha cualesquier acciones ejecutivas. Asesores de la Casa Blanca han visto poca urgencia inmediata para que el Presidente realice cualquier acción, teniendo en cuenta que el número de cruces fronterizos irregulares disminuyó desde la cifra récord de 250 mil alcanzada en diciembre, debido a que las autoridades mexicanas han aumentado sus esfuerzos de aplicación de la Ley.
La llamada entre los mandatarios se realizó el domingo a solicitud de Biden, señaló López Obrador el lunes en su conferencia de prensa diaria en Ciudad de México.
“Nos comunicamos periódicamente”, afirmó López Obrador. “Yo lo busco, él me busca, platicamos”.
El líder mexicano dijo que ambos países han avanzado en el control de la migración no autorizada al persuadir a muchos migrantes de que no utilicen métodos irregulares para viajar de un país a otro. López Obrador también elogió una decisión, tomada en enero por la Corte Suprema de Estados Unidos, que permite que agentes de la Patrulla Fronteriza continúen con el corte del alambre de cuchillas que el estado de Texas instaló a lo largo de la frontera para tratar de impedir la migración.