El proyecto de construir una “ciudad” en un polígono donde abundan selva y cenotes ha puesto a a ejidatarios de Quintana Roo en alerta, ya que han denunciado no solamente mentiras en las asambleas donde buscan convencerlos de ceder sus tierras a cambio de futuras ganancias millonarias, sino también por las afectaciones ambientales que sufriría el pueblo que surte de agua a Cancún y a Isla Mujeres, entre otros.
Ciudad de México, 30 de abril (SinEmbargo).– Un grupo de ejidatarios de la localidad de Leona Vicario, en el municipio de Puerto Morelos, el norte de Quintana Roo, ha denunciado amenazas, despojos y presiones para entregar sus tierras a cambio de “ganancias millonarias” futuras por la construcción de un complejo turístico e inmobiliario conocido como “Ciudad Aurum“, lo cual, alertan, provocaría además afectaciones ecológicas importantes en una zona característica por sus cenotes, ríos subterráneos y selva virgen.
“Ahora quieren una ciudad, quieren ligarla [con los terrenos] por medio de asambleas para quitarles las tierras a compañeros, ellos tienen la posesión de esos terrenos desde hace más de 40-60 años. Es un grupo de mafiosos, ellos son los que quieren hacer este tipo de desmanes, mucha gente no está contenta, muchos compañeros vivimos miedo, porque de repente somos amenazados: siendo dueños de nuestras tierras nos quieran despojar porque ellos tienen un poquito de dinero”, aseguró Rogelio Concha Naal, uno de los ejidatarios de la zona y representante de un grupo de ellos que está en contra del proyecto, en entrevista con SinEmbargo.
Concha Naal asegura que este grupo de “especuladores de tierra” ha maquillado, mentido y engañado a los ejidatarios para conseguir su visto bueno en la desincorporación de estos terrenos, propiedad de unos 400 ejidatarios, a cambio de supuestas “aportaciones” para erigir un complejo turístico en una localidad clave, ya que ahí es donde se ubicará uno de los paraderos del Tramo 4 del Tren Maya.
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Leona Vicario se ubica unos 40 kilómetros al suroeste de Cancún, la joya turística mexicana. El pueblo, de unos 10 mil habitantes, es vital para la vida de las ciudades de la Península de Yucatán: es la que les surte agua tanto a Cancún como a Cozumel, Isla Mujeres y otras. Ahora, el Tren Maya pasará por la zona.
“Somos los que les damos el agua a todos esos lugares y somos los más olvidados, nunca tenemos voz, voto, y somos a los que siempre nos quieren ver la cara, porque somos gente humilde, sencilla, vienen con engaños, nos prometen, no hay un apoyo”, contó Concha Naal.
“El Tren Maya lo habían desviado, pero metimos un escrito, y gracias a dios el Presidente Andrés Manuel López Obrador cambió, ahora habrá un paradero. Nos dieron una cantidad generosa a nosotros como ejidatarios, es cierto, es la primera vez en la vida después de tantos años que a los ejidatarios nos dan algo justo, que nos merecemos”, explica.
Sin embargo, con la llegada del proyecto más ambicioso del López Obrador en la zona, Concha Naal explica que también llegó la propuesta de la “Ciudad Aurum”, que buscaría construir hoteles y complejos inmobiliarios hasta para un millón de personas en un polígono en el corazón de Leona Vicario, donde abundan la selva virgen y los cenotes, lo cual no sólo impacta a los ejidatarios sino también en el ecosistema local.
“Empezaron las pláticas este año, primero, hablan de 10 mil hectáreas, pero no todos los ejidatarios tienen tierras, terrenos, en Leona Vicario, nosotros ya nos repartimos internamente, y nos nos estamos respetando, ellos buscan una fórmula por medio de asamblea”, cuenta Rogelio Concha.
Para llevar a cabo el proyecto, “buscan desincorporar las 10 mil hectáreas, pero dentro de esas hay muchos compañeros con lagunas, cenotes, que son dueños de esos terrenos y que no respetan su derecho y que no están de acuerdo, es gente que tiene miedo, tienen 40-60 años cuidando sus tierras, para que vengan a quitárnosla, para que tomen decisiones de los que es nuestro”, añade, cuando ellos buscan “seguir cuidando lo que nuestros padres y abuelos” les dejaron.
“¿En dónde van a construir los hoteles? No se presta, son tierras donde a dos, tres metros de profundad de la piedra, ya es pura agua, no se soporta un hotel de 30 metros, es más ecoturístico lo que sería, no puede ser posible que ellos quieren hacer negocio con lo nuestro, es el patrimonio de nuestros hijos”, denuncia Concha Naal.
Del total de los ejidatarios, hay cerca de una centena que tiene la postura de Rogelio. Le temen y acusan a la llamada “mafia agraria” o una variante de ésta, la cual identifica a “grupos de poder empresarial nacional, coludidos con funcionarios de Gobierno, en particular del sector agrario y con representantes de los ejidos (integrantes del comisariado ejidal), a fin de apoderarse de tierras de gran valor comercial, lo que conlleva un proceso de despojo”, de acuerdo con la definición del estudio “Tres décadas de privatización y despojo de la propiedad social en la Península de Yucatán” publicado a principios de 2021.
El estudio –realizado por Gabriela Torres-Mazuera, Raúl Benet y Sergio Madrid– concluye que en las últimas tres décadas, “la Península de Yucatán ha experimentado transformaciones territoriales sustanciales relacionadas a la propiedad social” a partir de las modificaciones a la Ley Agraria de 1992″, con Carlos Salinas de Gortari en el poder, tanto en Campeche, Quintana Roo y Yucatán, donde “un total de 22 mil 660 parcelas, con una superficie de 192 mil 600 hectáreas de tierra dejaron de ser de propiedad social y se convirtieron en propiedad privada” gracias a la colusión de empresarios y funcionarios del PRI y del PAN.
La investigación precisamente explica que el modus operandi es la celebración de asambleas calificadas en la segunda o tercer convocatorias para poder excluir a una parte de los ejidatarios; la validación de asambleas que no cumplen con el quórum o actas que no establecen rigurosamente los acuerdos tomados; el uso de abogados como apoderados legales del ejido para evitar protestas de los propietarios; validación del cambio de uso de tierra sin dictámenes de las autoridades correspondientes.
Concha Naal cuenta que, en Leona Vicario, las dos asambleas realizadas hasta ahora “han sido maquilladas, ponen ellos a su gente, les pagan a esas personas, así las hicieron, no tenemos representación de autoridades que nos den nuestros derechos, que nos expliquen, no nos permiten eso, ponen a su gente, nos quieren ‘membretar’, después vienen con amenazas, y luego empiezan a hacer sus formas, no veo justo eso”.
“Desconocemos esas asambleas, incluso tienen firmas apócrifas, que ni siquiera nosotros firmamos, ellos las falsifican y las llevan ante autoridades donde dicen que sí fue así de esa manera. Se pueden checar en las actas, dejan espacios en blanco para después añadir lo que ellos quieren”, afirma.
De la misma manera, Enrique Hernández, otro de sus ejidatarios, asegura que los locatarios se están organizando para solicitar a la Procuraduría Agraria su intervención a efecto de anular las asambleas, en las cuales supuestamente se han violentado varios artículos de la Ley Agraria.
El grupo de empresarios, dice Rogelio Concha, ofrece dinero y “el negocio de nuestras vidas”. “Dicen que nos van a tocar tantos millones por las tierras, pero eso hablamos a 20 años, pero lo que yo veo es que ellos quieren desincorporar la tierra para que ellos se la queden, por medio de la asamblea, y cuando destinen esa tierra ya van a poder hacer lo que quieran”, precisó.
“Si nos ponemos a pensar, el ejido no necesita desincorporar, es dueño absoluto para decidir un negocio, si es bueno para la comunidad, por eso tenemos una comisaría, por eso podemos hacer un comité, pero como estas personas compraron un certificado agrario, y les da derecho a ser ejidatarios –son negociantes, no son ejidatarios– ellos vienen a negociar, no digo que no se puede hacer, pero que nos respeten lo que es de nosotros”, aseveró el líder ejidal.
Pero el proyecto de la “Ciudad Aurum” aún está lejos siquiera de ser aprobado, aunque la urgencia por conseguir los terrenos la evidencia Concha Naal: “Nos dijeron que ya tienen los permisos, que ya están, que hasta la Procuraduría Agraria ya autorizó los permisos para darles el uso de suelo, pero sabemos que es una mentira, lo fuimos a checar nosotros a la Ciudad de México”.
Incluso el titular de la Secretaría Municipal De Desarrollo Urbano Y Ecología, Rolando Melo, afirmó a mediados de marzo que “ahorita el uso de suelo no les alcanza para hacer eso, quieren hacer una ciudad nueva que forme parte de la jurisdicción del municipio, pero ocupan tocar otras instancias”.
En entrevista con medios locales, Melo añadió que se necesita un decreto de creación de la localidad que emite el Congreso del estado, así como reconocer el polígono que buscan desarrollar, desincorporar la tierra ejidal y todo el trabajo técnico, desde las coordenadas del sitio hasta los estudios de condiciones de viabilidad, nada de lo cual se ha hecho.
Concha Naal asegura que, detrás de los empresarios que han promovido este proyecto entre los ejidatarios están “otros empresarios, compradores especiales, inversionistas más pesados que van a pagar las tierras, [estos] son una fachada, realmente no hay transparencia y muchas cosas más”.
“Ellos están pensando en empresas mayores, quieren hacer hoteles, hacer una nueva ciudad, donde ya tenemos un ejido, cuando nunca le han puesto un ojo al lugar, es un sitio olvidado históricamente, no sé de dónde sacan tanta maldad de su corazón estas personas”, completó.
Ante esta situación, el líder ejidal pidió el apoyo del Gobierno federal “para que manden autoridades que nos cuiden, apoyen”. “A veces nos cuestionan en nuestras casas, han venido, sí, de hecho fui golpeado, a uno de mis hijos lo levantaron, no lo tocaron, pero yo no estoy metido, nunca he sido autoridad ejidal, simplemente es luchar por nuestras tierras”, indicó.
Por último, pidió que el Presidente López Obrador se involucre en el tema y envíe autoridades “con órdenes precisas. “Nosotros creemos en AMLO, creemos que él sí nos va a apoyar, que nos va a ayudar, ahorita que está pasando el Tren Maya por aquí ya nos ayudó”.
Grupos locales, como la Asociación Ecologista de Quintana Roo A.C., respaldan a los ejidatarios que denuncian la construcción de la “Ciudad Aurum” en una zona donde hay hasta 25 lagunas y 100 cenotes en 22 kilómetros de selva virgen, y en junio realizarán una campaña de reforestación a modo de protesta.
Y es que los ejidatarios no se cierran a la oportunidad de desarrollar un proyecto ecoturístico de conservación, “más no de destrucción”. “Tenemos cenotes heredados, durante muchos años los hemos cuidado y la verdad queremos depender de ese algo, soñamos que ese algo que nos han dejado nos vengan a visitar turistas, que vengan a convivir, a ver cómo cuidar los mantos acuíferos”, dijo Concha Naal.
“Muchos de los compañeros están haciendo lo poco que pueden, para que el turismo nos pueda visitar, somos dueños locales, lejos de la maldad, estamos para recibirlos, conocerlos, estamos aquí para llevarlos a visitar distintos lugares, maravillosos cenotes del pueblo, lo que queremos hacer es darle vida a estos lugares para que nosotros podamos obtener algo para nuestras familias, no queremos andar robando, queremos compartir lo poquito que tenemos a nuestro cuidado con diferentes personas de otros países y que ellos compartan su economía con las visitas que nos den, con sus compras y siempre sin hacerle daño a nadie”, concluyó.