Una investigación del CEEY reveló que los jóvenes que terminaron su educación media superior, pero provienen de la región sur del país (de las regiones con mayor pobreza) tienen menos de un 36 por ciento de probabilidades de tener un primer trabajo formal que quienes nacieron en otra zona de México, y es más fácil que ingresen al mercado informal con todas las desventajas que esto trae.
Ciudad de México, 30 de abril (SinEmbargo).– Aún con estudios superiores completos, los jóvenes que nacieron en el sur de México tienen mayor probabilidad de tener un primer empleo en la economía informal y seguir en el rango de pobreza, reveló un informe del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
En el marco del Día del Trabajo, que se celebra el 1 de mayo, el CEEY presentó una investigación sobre la enorme brecha laboral que hay entre los jóvenes para conseguir su primer empleo, dependiendo del lugar donde nacieron y si sus padres tuvieron empleo formal e informal. Por ejemplo, de acuerdo con esta investigación, los jóvenes que terminaron su educación media superior, pero provienen de la región sur del país (de las regiones con mayor pobreza) tienen menos de un 36 por ciento de probabilidades de tener un primer trabajo formal que quienes nacieron en otra zona de México, y es más fácil que ingresen al mercado informal con todas las desventajas que esto trae.
La investigación “Las deficiencias del mercado laboral mexicano limitan la movilidad social. ¿Hay algo que las empresas puedan hacer para igualar las oportunidades laborales?” arroja los siguientes datos relevantes del mercado laboral en México:
–Las oportunidades laborales difieren según el nivel socioeconómico de la familia de origen, la región donde se creció, y características como el sexo, tono de piel o condición de discapacidad, aun entre personas con el mismo nivel educativo.
–La probabilidad de acceder a empleos mejor remunerados es menor entre la población que proviene de hogares con bajos niveles socioeconómicos, donde el padre era un trabajador informal, entre la población femenina, y en aquella con tono de piel más oscuro.
–La calidad del primer empleo (formal frente a informal) de los egresados del nivel educativo medio superior está correlacionada con el grado de marginación del municipio donde se cursó el bachillerato y con el nivel educativo de los padres.
–La informalidad laboral está extendida y arraigada en la economía. Basta que las condiciones de origen sean algo desfavorables para que los jóvenes entren al mercado laboral a través de un empleo informal, y queden atrapados en el círculo vicioso de empleos precarios.
El reporte del CEEY señala también que en México, un porcentaje importante de los jóvenes consigue trabajo gracias a los contactos y recomendaciones de familiares, amigos y conocidos. Por ello, aun entre personas con el mismo logro educativo, el acceso al empleo formal depende sobremanera del nivel socioeconómico del hogar de origen:
–La probabilidad de tener un primer empleo formal si el padre fue trabajador en el sector informal se reduce en -40 por ciento.
–La probabilidad de tener un primer empleo formal para las personas que provienen de la región sur se reduce en -36 por ciento.
–La probabilidad de tener un primer empleo formal para las personas que nacieron en hogares pobres se reduce en -16 por ciento.
A pesar de estos datos poco alentadores sobre el empleo en México, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias destaca que la sociedad civil puede contribuir a corregir esta alta desigualdad en las oportunidades laborales. En particular, las empresas que operan formalmente podrían gestionar sus recursos humanos con base en la equidad de trato y la igualdad de oportunidades. De esta manera promoverán la inclusión y la movilidad laboral de estos grupos desfavorecidos.
Estas buenas prácticas, agrega, se pueden implementar en tres áreas de gestión: estancias de prácticas (internships) en las empresas; procesos de reclutamiento y selección; y asignación de funciones, horarios, beneficios y prestaciones.
El CEEY indica que las empresas podrían realizar un diagnóstico de las necesidades de capacitación de sus trabajadores con desventajas de origen, y así brindarles oportunidades de crecimiento en la empresa.