Diversos países han comenzado ya a diseñar sus hojas de ruta para comenzar a relajar las medidas de aislamiento contra la pandemia de COVID-19, lo que aumenta las expectativas de un aumento de la demanda de crudo. Esa previsión rebajó los temores en el mercado del crudo sobre las dificultades para almacenar los excedentes de petróleo que continúa bombeando la industria.
Nueva York, 30 de abril (EFE).- La perspectiva de que una reapertura económica más temprana de lo esperado pueda ayudar a la demanda de crudo, fuertemente golpeada desde que se desató la pandemia de la enfermedad COVID-19 y por as noticias de que algunas grandes empresas del sector reducirán su producción. El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió un 25.1 por ciento este jueves y cerró en 18.84 dólares el barril. El precio del barril de petróleo Brent para entrega en junio terminó hoy en el mercado de futuros de Londres subió un 11.85 por ciento respecto al cierre del miércoles, hasta 25.39 dólares.
Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) los contratos de futuros del WTI para entrega en junio sumaron 3.78 dólares respecto a la sesión previa del miércoles, en la que ya hubo un rebote significativo del 22 por ciento tras conocerse que había una acumulación menor de la esperada en las reservas de Estados -u
El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, concluyó la jornada en el International Exchange Futures con un incremento de 2.69 dólares respecto a la última negociación, cuando cerró en 22.70 dólares.
Diversos países han comenzado ya a diseñar sus hojas de ruta para comenzar a relajar las medidas de aislamiento contra la pandemia de COVID-19, lo que aumenta las expectativas de un aumento de la demanda de crudo. Esa previsión rebajó los temores en el mercado del crudo sobre las dificultades para almacenar los excedentes de petróleo que continúa bombeando la industria.
No obstante, el Texas despide hoy uno de los meses más volátiles de su historia y los analistas señalan que el problema del almacenamiento sigue presente, por lo que las empresas petroleras deberán tomar “costosas pero necesarias decisiones” para seguir rebajando su producción, según una nota de Rystad Energy.
El WTI ha experimentado fuertes oscilaciones este mes, y la semana pasada, coincidiendo con la expiración de los contratos de mayo, su precio cayó por debajo de cero, de manera que los vendedores estaban pagando a los compradores por deshacerse de sus barriles. Respecto al cierre del 31 de marzo pasado, el precio ha bajado un 8 por ciento.
De momento, los inversores han recibido positivamente las noticias de que Noruega recortará su producción por primera vez en 18 años, unos 250 mil barriles diarios en junio; la firma estadounidense ConocoPhillips reducirá unos 420 mil barriles diarios también ese mes, y la británica Royal Dutch Shell bajará sus dividendos tras registrar pérdidas.
Este miércoles la Administración de Información de Energía estadounidense informó de un aumento de 9 millones de barriles la semana del 24 de abril, hasta 527.6 millones, una cifra inferior a la que esperaban los analistas y que alivió un poco la preocupación por la falta de espacio ante el creciente exceso de crudo en el país.
El mercado espera con optimismo la reactivación de la economía de EU con la idea de que puede acarrear un repunte en la demanda de petróleo, aunque la Agencia Internacional de la Energía ha estimado que la demanda global de energía caerá un 6 por ciento en 2020, siete veces más de lo que bajó tras la crisis financiera de 2008.
Por otra parte, los contratos de futuros de gasolina con vencimiento en junio sumaron 3 centavos, hasta 0.698 dólares el galón, y los de gas natural, que expiran el mismo mes, subieron 8 centavos, hasta 1.949 dólares por cada mil pies cúbicos