El mandatario John Magufuli, de 61 años, falleció por un problema de corazón, según la versión del Gobierno, aunque la oposición asegura que había contraído la COVID-19. El Presidente tanzano había asegurado que su país derrotó al virus mediante el rezo.
Dar es Salam, 30 mar (EFE).- Asciende a 45 la cifra oficial de fallecidos en la estampida desatada el pasado 21 de marzo en el Estadio Uhuru en Dar es Salam, en Tanzania, donde decenas de miles de ciudadanos acudieron a velar al Presidente John Magufuli, fallecido el pasado día 17 de forma inesperada, según la policía.
“Estas personas no eran criminales. Fueron al estadio para expresar su amor por su líder fallecido pero, como la multitud era enorme, algunos se impacientaron y optaron por utilizar puertas de acceso no oficiales, y así surgió el problema”, declaró a medios locales el comandante de la Zona Especial de la Policía, Lázaro Mambosasa.
Por otro lado, 37 tanzanos resultaron heridos al caer y ser pisoteados cuando un grupo de personas intentó entrar por la fuerza en el recinto, ya abarrotado, para rendir sus últimos respetos al presidente Magufuli, confirmó también la policía.
Todos los heridos, sin embargo, están progresando bien y han recibido ya el alta tras ser ingresados en diferentes centros médicos, aseguró Mambosasa.
Entre las víctimas de la estampida, una familia fue especialmente golpeada con la muerte de cinco miembros: en cuestión de horas, Gerald Mtuwa perdió a Suzan Ndana Mtuwa, de 30 años, quien fue aplastada por la muchedumbre junto a dos de sus hijos, Nathan y Natalia, de tan solo seis y cinco años, respectivamente.
En la estampida fallecieron también otros dos de sus sobrinos, Michael y Chris, de ocho y once años, e hijos de un hermano con quien convive en un mismo bloque de edificios en el distrito de Kimara Mwisho de Dar es Salam.
Según relata hoy el periódico local The Citizen, cientos de personas se presentaron el jueves 25 de marzo en la casa de la familia para dar el pésame a los Mtuwa.
Yovane Elias, otra tanzana que acudió a velar a Magufuli, denunció también la muerte de su hermana, Rose John, de 53 años, con quien perdió el contacto en el momento de desorden y cuyo cuerpo identificó finalmente en la morgue de Temeke.
El mandatario tanzano, de 61 años, falleció por un problema de corazón, según la versión del Gobierno, si bien la oposición asegura que había contraído la covid-19; virus que consideraba derrotado en su país gracias al rezo y para el que nunca adquirió vacunas ni permitió pruebas de detección.