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El Gobierno de México ha apretado las medidas de distanciamiento social y ha endurecido el discurso sobre el COVID-19. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

México endurece el discurso por COVID-19 y se prevé que apriete en las medidas de aislamiento social

30/03/2020 - 7:56 am

Este día, durante la conferencia mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha anunciado que hoy hay reunión del Consejo General de Salubridad a las 13:00 horas. Luego, a las 19:00 horas se hará un anuncio fuerte. Ante dicha situación, el mandatario pidió a los mexicanos estar atentos a la información que dé a conocer por la noche Hugo López-Gatell Ramírez, ​​​​​​​Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.

Ciudad de México, 30 de marzo (SinEmbargo/AP/EFE).– El momento es ahora. Las autoridades mexicanas lo tienen claro y así lo dicta la experiencia internacional. No hay de otra, ya: es quedarse en casa, quedarse en casa, quedarse en casa. Es la única vacuna que conocemos para contener la pandemia de coronavirus (COVID-19).

Por eso, el Gobierno de México ha apretado las medidas de distanciamiento social y ha endurecido el discurso. Este día, durante la conferencia mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha anunciado que hoy hay reunión del Consejo General de Salubridad a las 13:00 horas. Luego, a las 19:00 horas se hará un anuncio fuerte.

Ante dicha situación, el mandatario pidió a los mexicanos estar atentos a la información que dé a conocer por la noche Hugo López-Gatell Ramírez, ​​​​​​​Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, como se ha realizado todos los días para brindar el reporte diario de casos confirmados de coronavirus en el país.

"Hoy después de que se reúna el Consejo de Salubridad General, a las 19:00 horas, como lo hacemos todos los días, Hugo López-Gatell va a dar a conocer las acciones que se acordaron o que se van a acordar en el Consejo General. Les pido a todos los mexicanos que estemos atentos hoy a las 7. Y agradecerles mucho a todos por su solidaridad, por su apoyo, por hacer caso", dijo.

Desde Palacio Nacional, López Obrador aseguró que las autoridades están actuando de forma responsable desde el principio de la epidemia, por lo que recurrieron al asesoramiento de médicos y especialistas para tomar cada una de las medidas de prevención.

“Quiero felicitar a todos los mexicanos por su apoyo en estos momentos. Ya se está cuidando a los adultos mayores. Esto nos va a ayudar muchísimo. Esto no está en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Esto es un activo muy de México y también de otros países el que nuestras familias sean fraternas. La familia, repito, es la institución de seguridad social más importante del país. Eso es lo que nos hace fuerte porque no tendríamos las enfermeras que se requieren en casa de que haya un desbordamiento de la epidemia, pero contamos con millones de enfermeras en los hogares de México”, recordó.

“En poco más de una semana, México ha pasado de ver a su Presidente dando besos y abrazos en sus giras a escuchar el primer llamado duro por parte del gobierno para que la gente se quede en casa. Con alrededor de un millar de casos de COVID-19 y al menos 20 muertes, el mensaje parece claro: la oportunidad de contener el avance del coronavirus en el país es ahora o nunca”, dice la agencia Associated Press (AP).

Pero a pesar del endurecimiento del discurso oficial, aún falta ver que la gente lo lleve a la práctica en su vida cotidiana, ya que todavía se ven lugares operando con cierta normalidad. “Hacemos un llamado enérgico, enfático, inconfundible a quedarnos en casa”, dijo este fin de semana el subsecretario Hugo López-Gatell, el portavoz del gobierno en la crisis. “Esto es impostergable, es nuestra última oportunidad de hacerlo y hacerlo ya”, agregó el alto funcionario con un rostro más serio.

Añadió que el Gobierno no quiere tomar medidas como el estado de excepción o la suspensión de garantías constitucionales por las que han optado otros países, aunque no las descartó. “Todas las posibilidades están y el marco legal de México lo contempla, pero quisiéramos no llegar a ese punto porque, además, si llegamos a ese punto es porque es demasiado tarde”, señaló.

Utilizar a las fuerzas del orden público para cumplir la recomendación de quedarse en casa es un tema especialmente delicado en un país donde millones de mexicanos viven al día y muchos de ellos desconfían de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, cerrar los lugares donde se congrega gente y confiar en que la ciudadanía atienda consejos no obligatorios no parece suficiente, máxime si el propio Presidente no es tan contundente como su Gabinete.

Gustavo Reyes Terán, titular de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, y José Luis Alomía Zegarra, director general de Epidemiología, encabezaron la conferencia de prensa COVID-19, en la que confirmaron 993 contagiados, 2564 casos sospechosos y 20 defunciones. Foto: Magdalena Montiel, Cuartoscuro
Gustavo Reyes Terán, titular de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, y José Luis Alomía Zegarra, director general de Epidemiología, encabezaron la conferencia de prensa COVID-19, en la que confirmaron 993 contagiados, 2564 casos sospechosos y 20 defunciones. Foto: Magdalena Montiel, Cuartoscuro

“El coronavirus no es la peste”, afirmó Andrés Manuel López Obrador en un video grabado el domingo a su paso por Sinaloa y en el que pide a los mexicanos quedarse en casa con un tono mucho más suave que López-Gatell. La actividad general sólo se ha reducido un 30 por ciento en la última semana, un porcentaje totalmente insuficiente, según las autoridades. En la capital, grandes avenidas y zonas acomodadas estaban casi desiertas este fin de semana, pero se mantenían muchos mercados callejeros sobre todo en las zonas más populares de la megalópolis, aunque con menos asistencia de la habitual.

Los políticos, “¿qué solución o qué opciones dan?”, se preguntaba Susana Ruiz, una comerciante que trabaja junto con toda su familia cada día en un mercado distinto de Ciudad de México. “¿Y qué hace uno? ¿van a decir ya no salgan?”, agregó el domingo, mientras esperaba a clientes en su puesto de verdura en un tianguis al norte de la capital y tras asegurar que gente como ellos no se pueden permitir estar en cuarentena.

México tuvo un punto de inflexión el 23 de marzo, cuando tenía poco más de 350 contagiados y el Gobierno lanzó su campaña de mantener la “sana distancia”. Sólo cuando los casos confirmados superaron los 800, este fin de semana, y la curva de la epidemia comenzaba a ascender de forma exponencial, las autoridades sanitarias cambiaron notablemente el tono del discurso. El último reporte oficial del domingo por la noche fue de 993 contagios.

El Gobierno federal suspendió todas las actividades no esenciales a partir de esta semana, pero López Obrador sigue realizando giras y parece no seguir con sus propias recomendaciones ya que en un video divulgado en redes sociales la noche del domingo se le ve saludar de mano a una anciana, quien aparentemente es la madre del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Además, los críticos del mandatario van en aumento. Cada vez son más las voces que consideran que las medias tomadas contra el COVID-19 son demasiado laxas mientras gobiernos locales y estatales, el sector privado o la propia sociedad se les adelantaban poniendo en marcha cuarentenas voluntarias, suspendiendo la producción en fábricas o parando actividades y pidiendo el aislamiento.

“Si fuera tan peligroso ese virus, ya habrían cerrado el metro digo yo”, ponía como ejemplo Esperanza Rivas, una mujer de 50 años de Iztapalapa, el barrio más poblado de la capital, y que no se acaba de creer su gravedad.

López Obrador pidió redoblar el “sacrificio” y la “obediencia” para poder combatir la pandemia, pero insiste en que su prioridad es pensar en los más vulnerables y no afectar más de lo necesario la economía. Los expertos subrayan que no se puede elegir entre salud y economía, ambas deben ser prioridades.

A un mes de que detectara el primer caso del COVID-19 en México, el país mantiene sus comunicaciones aéreas y terrestres y sus fronteras abiertas, aunque con controles. En el caso del norte se establecieron restricciones a turistas, pero son muchos los ciudadanos fronterizos que dicen que afectan más a los mexicanos que a los estadounidenses que entran al país. Eso pese a que Estados Unidos es el que registra el mayor número de contagios del continente.

En la mayoría de las personas, el COVID-19 provoca síntomas leves o moderados, pero puede ser grave e incluso provocar la muerte en adultos mayores y gente con trastornos previos, como la diabetes o la obesidad, males muy extendidos en el país y el gobierno ya ha advertido que, pese a todas las medidas, hay riesgo de que los hospitales se saturen.

Analistas internacionales han alertado que en muchos países el número de contagios puede ser mucho mayor del que sus gobiernos reconocen porque no se hacen las suficientes pruebas y aunque el mexicano asegura que no oculta datos es indudable que muchos de los sectores más desprotegidos sólo acudirán al médico si los síntomas son graves.

Más de la mitad de los trabajadores mexicanos están en el sector informal, un 48 por ciento viven en la pobreza y un porcentaje casi igual, según datos oficiales, pasan sin acceso diario al agua.

“Yo diría que hay consenso de que las pruebas no han sido emplazadas en la forma en que deberían”, afirmó Eduardo González Pier, ex Subsecretario de Salud y miembro del Instituto México en el centro de investigación Wilson Center. “Y a menos de que se permita la realización de pruebas generalizadas en el sistema, va a ser muy difícil, o incluso realmente complicado, medir la magnitud del problema”, agregó.

El coronavirus ha llegado ya a la elite política y económica mexicana -dos gobernadores, el de Hidalgo (centro del país) y el de Tabasco (al sureste) dieron positivo, así como empresarios o legisladores-, y aunque el Presidente estuvo hace días con alguno de ellos, López-Gatell descartó que el mandatario se fuera a hacer las pruebas porque no tiene ningún síntoma.

No obstante, López Obrador, que sigue desplazándose por el país en vuelos comerciales, aclaró en el video publicado el domingo que le tomaron la temperatura en su último viaje como al resto de pasajeros y que no tenía fiebre.

COVID-19 SUMA 20 MUERTOS y 993 CASOS CONFIRMADOS EN MÉXICO

A un mes de la llegada del coronavirus a México, el Gobierno reportó este domingo un total de 993 casos confirmados de COVID-19, lo que supone un aumento de 145, o del 17.1 por ciento, con respecto a los 848 del día anterior; además de 20 muertos, cuatro en las últimas 24 horas.

En su rueda de prensa diaria sobre datos de la pandemia, la Secretaría (ministerio) federal de Salud (SSa) informó de que 132 casos, el 13 por ciento del total, eran comunitarios por carecer de antecedentes de importación, por lo que en México se mantiene la Fase 2.

Las autoridades sanitarias mexicanas detallaron que el 58 por ciento de los enfermos son hombres, un 14 por ciento han requerido hospitalización y su edad promedio es se 41 años.

Este fin de semana también se registraron los contagios de más alto perfil político hasta ahora, al confirmarse los casos de los gobernadores del estados de Tabasco, Adán Augusto López, e Hidalgo, Omar Fayad.

También persisten 2 mil 564 casos sospechosos que se someterán a una prueba confirmatoria en las próximas 24 horas.

Los 993 casos contabilizados hasta hoy representan más del triple de los 316 registrados hace apenas una semana, lo que implica un aumento de 677 enfermos.

Pese a este panorama, el Gobierno de México aún no prevé aplicar medidas drásticas adoptadas por otros países, como toques de queda forzosos, cierre de fronteras o restricción de movilidad interna, comentó Ricardo Cortés, director general de Promoción de la Salud de la SSa.

"¿Por qué no contemplar el uso de la fuerza pública para que la gente se quede en casa? Primero porque no estamos en un estado de excepción, seguimos y mantenemos la idea del respeto de los derechos humanos de todos y apelamos a la honestidad y franqueza de la gente", argumentó en la rueda de prensa.

México registró su primer caso de COVID-19 hace 30 días. Afectó a un hombre de Ciudad de México que se recuperó tras su hospitalización en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

Después de resistirse a adoptar políticas severas, el Gobierno mexicano declaró el martes pasado la Fase 2 de la epidemia, lo que implica un programa llamado Jornada Nacional de Sana Distancia, que recomienda suspender actividades no esenciales en los sectores público y privado.

Incluso, el Presidente del país Andrés Manuel López Obrador, exhortó este domingo a los ciudadanos a quedarse en su casa, apenas una semana después de publicar un video en Facebook en el que invitaba a la gente a salir a restaurantes y fondas.

"El coronavirus no es la peste, tenemos nada más que tener cuidado, cumplir con las recomendaciones, lo que nos están pidiendo los médicos, los especialistas, los científicos: la sana distancia, que estemos en nuestras casas", expresó el mandatario en un video grabado en Culiacán, Sinaloa.

-Con información de EFE/AP

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