Jorge Romero Herrera tiene una carrera hecha en defenderse de acusaciones de corrupción. Desde manipulación de fondos para la reconstrucción de la Ciudad de México después del sismo, hasta recibir, presuntamente, moches de proveedores. Pero no sólo eso. Se le señala por ineficiencia, prepotencia y soberbia. De atacar por la espalda a sus adversarios y de aplastar a periodistas que se atreven a hablar mal de él. Y en septiembre pasado le salió una más: Una vecina demostró que estuvo rogándole, por semanas, para que atendiera el edificio marcado con el número 241 de la calle Enrique Rébsamen en la colonia Narvarte. La ignoró. El 19 de septiembre pasado, ese edificio se vino abajo. Una persona murió y 16 familias perdieron su patrimonio.
Ese es el representante de Ricardo Anaya en la Ciudad de México, donde Romero Herrera fundó un feudo y donde, desde hace años, el PAN no logra convencer que puede ser una opción.
Ciudad de México, 30 de marzo (SinEmbargo).- El panista Jorge Romero Herrera, señalado por corrupción durante su periodo al frente de la delegación Benito Juárez, será el coordinador de la campaña de Ricardo Anaya Cortés, candidato presidencial de la coalición “Por México al Frente”, en la capital.
Damián Zepeda Vidales, dirigente nacional de Acción Nacional (PAN), fue el encargado de notificar el nombramiento de Romero Herrera, político involucrado en casos de “moches”; en manipulación de recursos para la reconstrucción de la capital [luego del sismo magnitud 7.1]; en simulación y hasta de ignorar un llamado de auxilio que terminó en tragedia.
En octubre del 2017, ya lo cuestionaba el periodista Francisco Ortiz Pinchetti: ¿qué haría Anaya, ahora señalado por sus adversarios por lavado de dinero, frente a su gran dilema: Jorge Romero? La respuesta salió hoy: dejarlo presente.
Romero gobernó la delegación Benito Juárez de 2012 a 2015. Y fue en el ocaso de su gestión en que la denuncia de un proveedor de la demarcación capitalina, al que los funcionarios panistas pedían “moche” del 30 por ciento sobre los contratos que le eran otorgados frecuentemente mediante falsas licitaciones, lo involucró directamente.
Entre los “encargos” que recibió Javier Salas Zepeda, el contratista, se contaron materiales promocionales para el propio Romero Herrera y, a petición expresa de éste, mantas de apoyo a la reelección del entonces dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz, quien se habría visto también beneficiado de la corrupción.
La denuncia fue hecha durante el noticiero de Ciro Gómez Leyva, en Radio Fórmula, en mayo de ese 2015, el último año de Romero en la Benito Juárez.
“FARSANTE”
Por allá del 2015, el propio Romero se definía como “miembro de una generación de panistas que ha decidido construir con determinación y responsabilidad la transformación de nuestro México”.
Sin embargo, el propio Ortiz Pinchetti, quien ha seguido de cerca la carrera política de este panista, prácticamente desde sus comienzos, definió a Jorge Romero como un “farsante”, como “el prototipo de los panistas que han resquebrajado, denigrado y hundido a su partido en los últimos años”.
En noviembre del año pasado, dos meses después del sismo, SinEmbargo reportó que, desde 2013, Romero tenía conocimiento sobre al menos 209 obras ilegales en la Benito Juárez, una de las delegaciones más afectadas por el movimiento telúrico.
El panista lo anunció en conferencia de prensa. Dijo que habría un programa para detener esas obras ilegales contenidas en un “primer padrón” y ofreció clausurarlas a razón de “tres al día” para iniciar un procedimiento de revocación que culminaría en su demolición.
“Esta es una acción que responde a una solicitud de los vecinos, no es una ocurrencia de este gobierno”, dijo enfático, en ese momento, ante los medios de comunicación en el vestíbulo de la sede delegacional. “Es una preocupación ciudadana, me atrevo a decir: la principal”.
Pero no. Sólo simuló la suspensión de apenas 122 de esas 209 obras iniciales. ¿Cómo se simuló? Todas reanudaron actividades y ni una sola fue clausurada ni menos demolida durante su gestión.
EL SISMO Y LA TRAGEDIA DE RÉBSAMEN 241
Rosario Acosta Olivares, una mujer capitalina, solicitó en 2014, a través de las redes sociales, que las autoridades de la Benito Juárez checaran las afectaciones que tenía el edificio en el que rentaba, el número 241 de la calle Enrique Rébsamen, en la Del Valle.
La petición la hizo por Twitter e iba dirigida directamente al entonces mandatario Romero Herrera. No hubo respuesta.
¿Cuál fue el resultado? A las 13:14 horas del 19 de septiembre del 2017, la estructura se sacudió y sucumbió. Murió una mujer, de nombre Laura Ramos, y otras 16 familias perdieron todos sus bienes.
“En 2014, después de un sismo –no de la magnitud de este último, fue de 6.6 grados– yo vi las grietas en el edificio en el que yo rentaba. Después del sismo se empezaron a abrir unas grietas muy evidentes; me preocupé y les avisé a los vecinos que iba a llamar a Protección Civil. Por Twitter escribí a Jorge Romero, que entonces era el Delegado de Benito Juárez. Se me hizo fácil pedir que nos enviara a alguien para venir a revisar el edificio. Solicité el apoyo, pero nunca obtuve una respuesta, por lo que me di a la tarea de llamar personalmente a la Delegación Benito Juárez para solicitar el apoyo de alguien de Protección Civil que viniera al edificio”, dijo Rosario a este diario en septiembre del 2017.
Romero, quien formó parte del Comité Directivo Regional en el Distrito Federal, se desarrolló como secretario juvenil del PAN-DF y como consejero regional [de 2004 a 2007] y nacional [de 2010 a 2015], en ese septiembre, tampoco respondió. Ya era Diputado Local en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y Coordinador del Grupo Parlamentario del PAN.
En febrero de este año, los diputados Leonel Luna Estrada, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y el propio Romero Herrera, ambos de la Comisión de Gobierno, así como el perredista Mauricio Toledo Gutiérrez, de la Comisión de Presupuesto, fueron señalados por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y la organización civil Nosotrxs de “secuestrar” la bolsa de dinero que iba para la reconstrucción de la Ciudad de México, la cual era de 8 mil millones de pesos.
Después, y con la reforma a la Ley de Presupuesto y Gasto Eficiente, la Secretaría de Finanzas, dirigida por Edgar Amador Zamora, y vigilada por la Comisión para la Reconstrucción, se encargó del manejo de ese fondo.
Y LA LISTA SIGUE…
Rafael Miguel Medina Pederzini, uno de los cercanos de Romero, fue uno de los detenidos en Fortaleza, Brasil, en 2014, por supuestamente haber causado lesiones a ciudadanos de la nación sudamericana.
Estuvo cinco meses tras las rejas junto a Mateo Codinas Velten, Ángel Rimak Eguren y Sergio Israel Eguren Cornejo, hasta que un juez emitió sentencia.
Pederzini, que al momento de ser aprehendido era Director de Desarrollo en Benito Juárez [durante la administración de Romero], salió libre. Para 2015 ya estaba reincorporado en la vida política y pública nacional.
Más tarde, Medina Pederzini fue integrado a la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México (ALDF) por Romero. Hoy está ahí.