Poco antes de las 10 de la mañana, comienzan a instalar el toldo, a colgar el cartel que los identifica. Acomodan las sillas en semicírculo y hacen la prueba con los equipos de transmisión. Están en un jardín de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Xochimilco. Es la rutina que todos los miércoles cumplen, a rajatabla, los integrantes de Radio Abierta, un espacio radial y terapéutico para personas con “sufrimiento psiquiátrico”, una propuesta de integración con el mundo de los “cuerdos”.
Bienvenidos a bordo de la nave de los locos. Atrévete a escucharnos, Radio Abierta, donde lo importante no es el puerto de llegada, sino el de partida.
Es miércoles. Uno de todos los miércoles que Radio Abierta sale al éter. Que vuela, que llena el espacio. Sara Makowski da la bienvenida. Empiezan la transmisión con la presentación de cada participante. Yo también me presento: “soy Mariana y vengo a escuchar de qué se trata esto”.
En un pizarrón se apuntan los temas a desarrollar y Sara, la impulsora de este proyecto, se encarga de darle el hilo conductor a la variedad de temas propuestos por las 15 personas (grupo fijo, además de quienes se vayan sumando) que forman parte del programa.
Ernesto propone “seguridad”. Tristán sólo habla de “intervenir en caso necesario”. “Con las botas puestas, ya déjenme en paz”, dice Uribe, Operación Uno. Rafa, “medioambiente”. Esther, nada. Gustavo tiene pendiente su “quinto y último informe de un gobernado”. Óscar quiere hablar sobre “la ansiedad”. Ricardo comparte poemas y propone tocar en su guitarra una pieza que se llama “Plutón”. Adrián quiere hablar de lo que sucede en Estados Unidos y la “caída y colapso del imperio”. Luego llegan Miguel Ángel, Juan Manuel, Ale que será locutor y así se van sumando los que harán el programa de este miércoles.
En nuestro mundo de locos, la realidad es más divertida, atrévete a escuchar Radio Abierta
¿Quién está loco y quién no? Radio Abierta pretende ser un espacio para que las personas que tienen alguna enfermedad psiquiátrica puedan hablar de sus cosas. Puedan compartir poemas y cuentos. Puedan discutir de política o de filosofía. Puedan ser escuchados y decir las mismas cosas que la gente “sana”. Y puedan llevar al público a reflexionar: “oye, pero al final de cuentas, ¡no están tan locos!”.
Esta, la primera radio del país realizada por pacientes psiquiátricos, funciona desde 2009. Se trata de un proyecto coordinado por Sara Makowski, profesora-investigadora del Departamento de Educación y Comunicación de la UAM-X, que cuenta con el apoyo de profesores, egresados y alumnos de Psicología y Comunicación.
Cuando las personas dejamos de funcionar a la sociedad, somos aventadas y destituidas. Si no servimos, si no somos útiles, no somos tenidas en cuenta”.
Sara actualiza la información, las actividades y las invitaciones. Se van pasando el micrófono que no es inalámbrico, tiene un cable como símbolo de la posibilidad de conectar las palabras. De relacionarse. De tejer una red para no caer en picada.
Uno de los temas a informar es la inminente aparición del segundo número de la revista Toing, que sería presentado en el Instituto Nacional de Psiquiatría. Y también se recuerda la renovación de la página Web, en la que quien lo desee, pueda tener un blog, pues ya tienen algo de producción en reflexiones, poemas, escritos diversos.
“Usamos las nuevas tecnologías Internet para producir inclusión social, para profundizar los contactos con otros y para que también puedan responder a quienes nos contactan vía Facebook”, explica Sara Makowski, doctora en Ciencias Antropológicas.
“A partir de la circulación de las voces de las personas con sufrimiento psiquiátrico en la radio pretendemos generar miradas y formas de escucha no estigmatizantes y no discriminatorias, que permitan comenzar a pensar y a hacer intervenciones comunitarias con miras a la inclusión social. Como parte de esta propuesta radiofónica, se incluye la participación activa de la sociedad a través de correos, de participación presencial durante la grabación del programa, de participación virtual a través de las redes sociales y a través de mensajes en un blog especialmente construido para ello”, contextualiza Sara, la impulsora del proyecto.
Sigue la transmisión.
Uribe continúa la comunicación con las arañas y las crías que se comen a sus madres. Sara lo interrumpe y le pregunta al grupo: “¿ustedes conocían que las arañas se comen a sus madres?”. El diálogo se transforma en disquisición sobre las arañas, en recuerdos de lo aprendido y experimentado por ellos, por amigos y parientes, en una especie de “enciclopedia abierta” sobre los distintos tipos de arañas y sus características.
La conversación deriva a otros insectos, la lucha entre ellos y a las similitudes con los humanos en su lucha y la posibilidad de “comerse a la madre”. (Freud no intervendrá nunca). Cuando Uribe se va tanto que llega a los desastres naturales y Dios, Sara les recuerda que estaban hablando de las arañas.
¿Será paranoia pensar que cuando vemos una patrulla nos va a agarrar? Creo que no, que tiene que ver con una forma de hacernos sentir miedo. Eso no tiene que ver con ‘estar loco’”. (Adrián)
Ricardo plantea algo, entonces, que nos hará reflexionar: “el hombre es el único que piensa que tiene un doble. Es el único que cree en el alma, que dice que existen dioses, que cree en espíritus”. Wow.
Evocan a los filósofos británicos, a los griegos, a los textos leídos en la escuela, a la revista Rolling Stones y los OcuppyWallstreet. “Si tienen alma o no los animales, pues al menos los mamíferos captan la realidad”, dice Adrián.
Cuando aparece la explicación de que “animal” viene de “ánima” y que eso quiere decir “alma”, se pone sobre la mesa una “cachetada” de realidad y conocimiento.
Entonces me pregunto: ¿Por qué causa, cada uno de los participantes, se habrá ido de la realidad al punto de ser considerado “persona con sufrimiento psiquiátrico”? Como cuentan que ocurrió durante la filmación de la película Hombre mirando al sudeste, del argentino Eliseo Subiela -que cuando se filmaban partes en un neuropsiquiátrico al final no se sabía bien quiénes eran los locos y quiénes los cuerdos-, en el espacio de Radio Abierta no siempre se distingue a los “sanos” de los “enfermos”.
Radio abierta, un espacio para la cultura elaborado por un grupo de locos.
Como sucede todos los miércoles, de los temas propuestos, los más votados serán tratados en la hora en vivo, la que se transmite de 11:30 a 12:30 por UAM Radio (94.1 FM) y a través de frecuencia UAM por Internet.
Comienza la transmisión en vivo de este proyecto que promueve la inclusión social. Uno de los temas a desarrollar: el medio ambiente. “El ser humano está acabando con la vida, hay que evitar eso”, se escucha.
“No tenemos otro planeta donde vivir, es poco probable que podamos irnos”, dice Ricardo. La charla va derivando a otras formas de contaminación.
A lo largo de la mañana del miércoles se van perfilando las obsesiones: uno aprovecha todo momento para transmitir la palabra de dios. Otro se clava en qué es la realidad, en cómo destruirla, en la conciencia y su relación con la robótica y las nuevas tecnologías. Hay quien es más perseguido y cree que le podrán confiscar unos objetos que está construyendo.
Que no anden soltando rollos como libertad para envolvernos y matarnos. Cuando digo ‘ya déjenme en paz’ y hay muchos muertos, tenemos que ver qué vamos a hacer, ¿no? La violencia está aumentando”. (Uribe)
Durante el espacio cultural, Arturo lee sus poemas “Por ti” y “Meditaciones”: La desolación llego a mi ventana, era como una tundra nocturna y sin una estrella…
Rocío lee su texto en el que “me estoy reconociendo, me estoy aceptando… piensa siempre de forma positiva. Cada vez que un pensamiento negativo venga a tu cabeza, cámbialo por otro…”
Ricardo toca la pieza que compuso, Plutón, música que soñó con sonido de trompetas pero la toca en guitarra (y suena bien bonita).
Radio Abierta no es una propuesta para compadecerse de las personas con enfermedad mental ni victimizarlas. Ni es un circo ni un muestrario ni una colección de intervenciones o presencias graciosas.
Radio Abierta es un espacio para defender los derechos humanos de las personas con trastorno mental y restituirles el derecho a la libre expresión.
Radio abierta, un espacio de las voces de los locos que nadie escucha.
Adrián habla de un movimiento mundial, de los ocupados/indignados, de la posibilidad de eliminar el dinero. “Son las cosas que se están planteando hoy en el mundo y no se están aquilatando. Deberíamos discutir qué tan conscientes estamos de las consecuencias de la caída económica de los Estados Unidos”.
“Los valores han cambiado”, dice Ricardo y refiere, entre otros, a Fernando Savater, cuando habla de los valores según el contexto histórico y de que las relaciones sociales nos dicen qué es legítimo y verdadero y qué no lo es.
Yo fui alcohólico varias veces. Hay gente que está muy reprimida (que no debes enseñar las piernas, que no debes besar) y necesita por eso tomarse un trago, para animarse un poco. Pero no se tomen más de uno”. (Gustavo)
Radio Abierta no es un espacio para estigmatizar, discriminar o reírse de las personas con padecimientos psiquiátricos.
Radio Abierta es una forma de intervención comunitaria que pretende crear y fortalecer los lazos sociales entre las personas con enfermedades mentales y la sociedad en general.
Evocan a Marx y hablan del valor de cambio, del valor de uso. Dicen que el hombre es el centro del mundo y del pensamiento y nuestras acciones “van dirigidas a un comportamiento egocéntrico cuyo fin es la mercancía y hacernos la vida más cómoda, pero que nos absorben la vida entera y luego nos jubilan y nos patean”.
Es muy común que quienes se encargan de la seguridad, que tienen que cuidar de las personas, en vez de eso abusen y velen por los intereses propios”. (Ricardo)
Durante la transmisión, hay mensajes que llegan desde Facebook, hay saludos que se retribuyen. El diálogo, los diálogos fluyen casi en automático.
Radio abierta no se cae ni se colapsa. Escúchenos el próximo miércoles por UAM Radio y síganos por Internet en www.radioabierta.net
Lo que está claro, clarísimo, es que todos ellos (entre quienes hay pocas, pero algunas mujeres) se animan a decir lo que piensan, se animan a dar la cara, se animan a salir y mostrarse.
Cada quien con su delirio. Cada quien con su realidad.