Para entender mejor por qué los recién nacidos humanos mueren, científicos estudian la inmunidad neonatal. También alertan que el número de nacimientos prematuros va en aumento alarmante debido a que cada vez hay más embarazos en adolescentes y en mujeres que tienen hijos después de los 35 años.
Por Carmen Báez
Ciudad de México. 28 de noviembre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- A nivel internacional, 75 por ciento de los fallecimientos de neonatos se produce durante la primera semana de vida, y de estos entre 25 y 45 por ciento se producen en las primeras 24 horas, esto de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En tanto, en México, indicó María Angélica Santana Calderón, doctora en biología molecular y celular por la Universidad Louis Pasteur, Francia, cada año 11 de cada mil niños mueren en etapa neonatal.
En entrevista para la Agencia informativa Conacyt, María Angélica Santana Calderón, adscrita al Centro de Investigación en Dinámica Celular (CIDC) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), expresó que la muerte neonatal es un problema de salud que se agrava cada vez más como consecuencia del aumento de nacimientos prematuros.
“El número de nacimientos prematuros va en aumento alarmante debido a que cada vez hay más embarazos en adolescentes y en mujeres que tienen hijos después de los 35 años. Ambos grupos presentan embarazos de alto riesgo”, indicó la investigadora.
Si bien un nacimiento prematuro es un factor que puede ocasionar muerte neonatal, María Angélica Santana Calderón explicó que alrededor de 28 por ciento de los fallecimientos de recién nacidos se debe a infecciones por patógenos intracelulares.
Ante esta problemática, investigadores del Laboratorio de Inmunobiología Celular del CIDC, en colaboración con el Laboratorio de Tecnologías Avanzadas para el Genoma y la Clínica (TAGC) de la Universidad de Aix-Marsella, Francia, estudian la caracterización transcriptómica y epigenética de los linfocitos T CD8 de neonatos, células que se encargan de combatir a aquellas que han sido infectadas por microorganismos patógenos.
“Se ha investigado poco de la inmunidad neonatal. La gran mayoría se ha realizado en ratón, pero muy poco en humanos. Las preguntas que se han hecho la gran mayoría de los investigadores es cómo responden estas células, pero nosotros nos cuestionamos algo mucho más básico: ¿cómo son?”, explicó la titular del Laboratorio de Inmunobiología Celular del CIDC.
Para entender mejor por qué los recién nacidos humanos muestran una mala respuesta a los patógenos intracelulares, el grupo de investigación comparó la expresión génica y los perfiles de modificación de histonas de las células T CD8 en neonatales con las de personas adultas.
Los resultados de este proyecto bilateral, que se publicaron recientemente en la revista especializada Cell Reports, indican que las células T CD8 neonatales son menos citotóxicas en comparación con las células de adultos, producen sustancias antimicrobianas y generan más radicales libres.
“Encontramos que los linfocitos T CD8 son células que se parecen a los neutrófilos —glóbulos blancos importantes en la respuesta inmune— porque producen péptidos antimicrobianos, pero su capacidad de función inmune en comparación con los adultos es bajísima, es decir, no tienen una acción citotóxica eficiente. En las células de un adulto, los linfocitos T CD8 se adhieren a una célula tóxica y la matan, en cambio, las células de los bebés solo secretan sustancias antibióticas. Esto explica, por una parte, por qué responden diferente”, reveló la especialista miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
La doctora en biología molecular y celular señaló que una mayor producción de radicales libres en los linfocitos T CD8 de neonatos podría deberse a que estas células usan el oxígeno para eliminar bacterias y organismos invasores. “Es algo que aún no demostramos. Y es que, por ejemplo, los neutrófilos sueltan radicales libres en un proceso denominado ‘estallido respiratorio’, y con esto matan patógenos. De nuevo, funcionalmente los linfocitos de neonatos se comportan parecido a los neutrófilos”, explicó.
Además, el estudio evidencia una diferenciación epigenética entre los linfocitos neonatales y adultos. “Los linfocitos T CD8 expresan genes diferentes y entonces su respuesta también lo es; están enfocados en hacer mecanismos de inmunidad innata, es decir, hacen péptidos antimicrobianos”, comentó.
Los resultados del estudio, indicaron los investigadores, contribuirán a un mejor diagnóstico en la respuesta inmune neonatal.