Duarte Jáquez: gobierno de sobresaltos

29/11/2011 - 12:00 am

César Horacio Duarte Jáquez es el gobernador número 142 desde la fundación del estado de Chihuahua en julio de 1824. Pasante de Derecho con cuatro diplomados y miembro del Partido Revolucionario Institucional desde 1977, nació en Hidalgo del Parral, el 14 de abril de 1963. Entre 1984 y 1993 fue propietario de la agencia automotriz Cadsa Motors y en 1999 fungió como director de la empresa Pavimentos y Servicios de Parral SA de CV.

En 2008 fue electo presidente de la Cámara de Diputados. A pesar de que apenas unos meses después de su nombramiento como líder de los legisladores propuso reducir los gastos como medida ante el impacto de la crisis, aquel periodo en San Lázaro estuvo lleno de irregularidades. En febrero de 2009, el diario Reforma reveló que Duarte recibía al mes 144 mil pesos en vales para gasolina. Además, el priísta contaba con 14 asesores, casi todos originarios de Chihuahua y cuyos salarios implicaban un gasto mensual de 607 mil 575 pesos.

Además, para realizar sus actividades, Duarte Jáquez solicitó ocho computadoras, vales adicionales de despensa por 15 mil pesos y una Suburban 2009 de transmisión automática, eléctrica, con aire acondicionado, para nueve pasajeros; ese vehículo que tiene un costo mayor a los 500 mil pesos. Sin embargo, la petición no tuvo éxito. Encima, el priísta aprovechó sus tres años como miembro de la LX Legislatura para viajar a costa del erario público. En octubre de 2008 viajó a Francia para asistir a la novena Feria de Biarritz. Estuvo también en Argentina, Chile, Guatemala, Ecuador, Colombia y Turquía, por mencionar sólo algunos de sus viajes.

Desde mayo de 2009, más de un año antes de las elecciones para gobernador en Chihuahua, César Duarte comenzó a promover su imagen. Una nota del periódico El Norte reveló el gasto excesivo realizado por el entonces presidente de la Cámara de Diputados en el área de Comunicación Social. Según el diario regiomontano, entre enero y abril de aquel año se gastaron 27 millones de pesos en contratos con personas físicas y morales para difundir la imagen y el trabajo del diputado priísta en Chihuahua. La oposición no tardó en levantar la voz. El legislador del PAN Gerardo Priego Tapia lamentó el uso de recursos públicos para promover las aspiraciones de Duarte y dijo: “Eso es lo que desprestigia tanto a la institución y hace que la gente se sienta alejada de los diputados, porque los recursos se usan para beneficio de un grupo o de un político, sin que nadie diga nada al respecto”.

 

Una candidatura accidentada

En enero de 2010, Duarte Jáquez fue electo como candidato del PRI a la gubernatura de Chihuahua. A diferencia de los dos sexenios anteriores en los que el candidato del tricolor fue seleccionado a través de una consulta abierta a la ciudadanía, la decisión de convertir al ex diputado en candidato fue tomada solamente por Beatriz Paredes Rangel, entonces presidenta nacional del Partido Revolucionario Institucional. Héctor Murguía Lardizábal, Alejandro Cano Ricaud, Óscar Villalobos Chávez, Fernando Rodríguez Moreno y José Reyes Ferriz también aspiraban a la candidatura, pero se quedaron con las ganas tras la designación por “dedazo” de Duarte. Elba Esther Gordillo y el PANAL se sumaron a la campaña del ex legislador. La presidenta nacional del SNTE incluso dijo: “El mío, el personal, el de Elba Esther Gordillo Morales, si yo votara en Chihuahua, yo votaría por esa coalición: Nueva Alianza-PRI, encabezada por César Duarte, mi voto es para él, lamento no votar pero razono mi voto”.

Acción Nacional escogió a Carlos Borruel Baquera como su candidato y el Partido de la Revolución Democrática nombró a Luis Adolfo Orozco Orozco para representar a la izquierda en las boletas electorales. De inmediato, el blanquiazul y su candidato se lanzaron con todo contra el priísta. Comenzó así una guerra de acusaciones y denuncias entre ambos. Borruel y el PAN acusaron al priísta de “piratería”, por copiar todas las propuestas de campaña del candidato panista. El blanquiazul también presentó una denuncia penal en contra del representante de la alianza PRI-PT-PVEM-Convergencia por el delito de usurpación de profesiones y falsedad ante autoridad, ya que Duarte aseguraba en su currículum ser licenciado sin realmente tener un título universitario.

Con el paso de los meses, las cosas se complicaron para Duarte. Primero, dos camionetas de su equipo de campaña recibieron disparos de alto calibre desde un vehículo militar mientras esperaban afuera del Aeropuerto Internacional de Chihuahua. El candidato del tricolor no se encontraba en el lugar de la agresión y ninguno de sus colaboradores salieron lesionados. Por si fuera poco, en plena campaña, el diario Reforma publicó una nota en la que acusaba al priísta de utilizar recursos públicos para una intervención quirúrgica de su esposa Bertha Olga Gómez Fong. El priísta lo negó de inmediato, pero la Contraloría Interna de la Cámara detectó el pago irregular de 3.1 millones de pesos en honorarios médicos sin presentar comprobantes.

 

Víctima del narco

Ya como gobernador electo, anunció que su administración se concentraría al 100% en la lucha contra la inseguridad. El 16 de julio de 2010, el empresario Humberto Medina Velo, sobrino de Duarte Jáquez, fue asesinado tras un intento de secuestro. El priísta suspendió un viaje familiar para participar en el funeral. Ahí, dijo: “Estoy muy conmovido por estos crímenes que ocurren en contra de personas de bien, por ello reitero que mi estrategia será integral, con mano dura contra la delincuencia que se mantiene en línea ascendente en el territorio estatal”. Doce días después, en Parral, un comando ejecutó a Alberto Porras Duarte, también sobrino del priísta.

En octubre, al asumir como gobernador, Duarte prometió paz para Chihuahua. “Me comprometo a que, antes de un año, la Policía Única esté funcionando con eficiencia, y esta semana presentaré a este honorable Congreso la iniciativa de cadena perpetua para el homicidio múltiple, el secuestro y la extorsión”, dijo ante 25 mil personas. Seis meses después, el gobernador reveló en una entrevista con Reforma haber recibido varias amenazas por parte del crimen organizado.

Entre sus propuestas para resolver este problema, Duarte Jáquez envió al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma en la cual proponía obligar a los jóvenes que no estudian ni trabajan a cumplir con un servicio militar de tres años. La propuesta no prosperó y fue calificada como una tontería por parte de varios legisladores.

 

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