México

Las paradojas de Norma

CLOSE UP | La Ministra Piña intenta defender un Poder manchado por el desprestigio

29/10/2023 - 9:17 pm

Dos extremos rodean a la primera mujer Ministra Presidenta de la Corte. Es el rostro de la corrupción al representar a jueces, magistrados y demás señalados de nepotismo y sobornos, y es una jurista entregada a la Constitución. Pocos matices pueden encontrarse en una profesora de primaria y abogada discreta en su vida personal. A Norma Piña su vocación por la Constitución la llevó a un terreno que no le gusta: la política, un ring donde ahora ella es la juzgada.

Ciudad de México, 29 de octubre (SinEmbargo).– No le gustan las etiquetas, pero la primera mujer en ser Ministra presidenta carga sobre sus hombros el representar a los más de 50 mil trabajadores del Poder Judicial, a cada Juez, Magistrado, Ministro y administrativo, algunos de ellos señalados de nepotismo o corrupción. Además, debe justificar los altos salarios y prestaciones de la élite. Todo eso siendo mujer de cara a lo que denomina «doble rasero bajo una perspectiva heteropatriarcal», lo cual se ha reflejado en violencia política de género contra ella y reconocida por la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller.

Es Norma Lucía Piña Hernández, maestra de primaria por tradición familiar y abogada por vocación. A diferencia de su antecesor el Ministro Arturo Saldívar, que era abogado privado, ella es jueza de carrera. Dice tener la playera judicial muy bien puesta, que el ser jurista es un estilo de vida y que se debe ser leal a algo en particular para ser congruente: la Constitución mexicana, su norma suprema. Sobre su vida personal se sabe casi nada porque ha sido discreta, pero la política la ha envuelto en escándalos.

«¿Cómo cumplir con esa promesa constitucional de guardar y hacer guardar nuestra Constitución?, ¿qué es la independencia judicial?, ¿qué es la imparcialidad?, ¿cómo aguantar y manejar las presiones internas y externas?, ¿cómo ser congruentes? Nadie nace Jueza ni Magistrada ni Ministra, nos hacemos día a día, sentencia a sentencia; con mucha paciencia y conciencia», aseguró la entonces Ministra en noviembre de 2022 en un discurso desde la Corte para juezas de distrito.

La Ministra Norma Lucía Piña es licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La Ministra Norma Lucía Piña es licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Foto: SCJN

Trabajadores del Poder Judicial, que se manifestaron en los últimos días en calles de varias ciudades, e hicieron un paro laboral contra la eliminación de 13 fideicomisos, dijeron no ser «privilegiados» ni «acarreados», sino defensores de derechos y no ser oposición. A su máxima representante, Norma Piña, la calificaron como una buena líder, fuerte, humana y sensata. Sus compañeros de academia y carrera judicial la ven como «institucionalista», franca y entregada al derecho.

Calificativos que contrastan con otro sector de la población que la considera «el rostro de la corrupción», que ha exigido su renuncia desde que tomó el cargo. Incluso se le critica su voz «ronca», se le quemó una piñata con su figura, se mostró un féretro y se le volvió a quemar a nivel verbal cuando no se paró ante la presencia del Jefe del Poder Ejecutivo en el evento de conmemoración de la Constitución Mexicana.

A inicios de este 2023 hubo elementos de seguridad afuera de la Suprema Corte, a lado del Zócalo capitalino, para evitar más confrontaciones entre simpatizantes del Poder Judicial como la «marea rosa» y críticos que colocaron lonas contra ella y el Poder Judicial «sátrapa».

El Senador morenista Alejandro Armenta le reclamó injerencia e «intimidación» en el Poder Legislativo por un chat de WhatsApp donde ella le preguntaba en privado si «podía ver a los ojos a sus hijos o hijas» tras cuestionar con «datos inexactos» el papel de la Corte.

«Confío en que mi modo frontal y directo de hablar se distinga claramente de una amenaza», escribió Piña en un comunicado para aclarar que sí fue ella y reconoció su error en hacerlo por esa vía informal en mayo pasado.

Foto: Captura de pantalla

Previo a la sesión sobre eliminación de fideicomisos en este octubre, otro Senador de Morena, César Cravioto, reiteró que su discurso es «amenazante» y de simulación al advertir que la eliminación de esos fondos atenta contra los derechos adquiridos de toda la base trabajadora del Poder Judicial, y no solo de la élite. Luego ella dijo que no había condiciones para reunirse entre poderes Judicial y Legislativo.

NORMA MAESTRA

Norma Lucía Piña fue profesora de primaria en la Escuela de Experimentación Pedagógica “Manuel M. Acosta” anexa a la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, a unos pasos del Metro Normal, en la Alcaldía Miguel Hidalgo en la Ciudad de México, donde nació hace 64 años. Sus hermanas también traen vena docente por la escuela normal.

Pero por las mañanas, de 1979 a 1984, Norma también estudiaba Derecho en la UNAM, para ser abogada como su padre que –como narró en entrevista con El País– estaba presentando un examen sobre una ley cuando ella nació y, al él morir joven, su familia trabajó el doble preocupada por su madre. Pero ahora también se preocupa por los trabajadores del Poder que representa, según ellos perciben.

Herlinda Espinoza, del Vigésimo Noveno Circuito del Poder Judicial con sede en Pachuca (Hidalgo), aseguró haber llegado a protesta en la CDMX por los fideicomisos con sus propios recursos. Le angustia la eliminación de los fideicomisos, ya que a los del nivel operativo como ella –según lo dijo por el líder sindical Gilberto González– los dejarían a ellos y a sus familiares en estado de «indefensión».

«Es una Ministra que está preocupada por nosotros, la clase trabajadora, los niveles operativos, que somos la clase vulnerable del Poder Judicial, anteponiendo intereses personales o institucionales de ella al de nosotros», aseguró durante una protesta afuera del Senado, donde ese día se aprobó la eliminación de los fideicomisos.

Para Javier Gregorio, trabajador de un Tribunal Colegiado en Materia Administrativa en el Primer Circuito, Norma es muy «buena líder» y «sensata». También resaltó el apoyo a la base laboral que ha manifestado la Ministra presidenta a través de comunicados y mensajes.

«Nosotros como trabajadores nos sentimos cobijados y con la certeza de que ella va hacer todo lo posible para que no suframos ningún perjuicio en nuestro trabajo», aseveró.

La Ministra Norma Piña y el Presidente López Obrador. Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro

NORMA ACADÉMICA, JUEZA Y MAGISTRADA

Antes de convertirse en la representación de todo el Poder Judicial, tanto del Consejo de la Judicatura, del Tribunal Electoral como de la Suprema Corte, Norma Piña hizo carrera judicial por los niveles federales: una de los 10 secretarios de Estudio y Cuenta de la Suprema Corte, donde en los noventa trabajó con la formulación de proyectos con la Senadora y Ministra en retiro Olga Sánchez Cordero. Luego fue Jueza Tercero en Morelos y Quinto de Distrito en Materia Administrativa del DF por concurso de oposición; y después también por concurso de oposición Magistrada en varios tribunales.

La Senadora Olga Sánchez Cordero compartió que preguntó a quién le recomendaban y le dijeron varias veces: Norma Piña. A lo largo del tiempo que laboró con ella con proyectos, se dio cuenta que es muy inteligente, muy dedicada y muy honesta. A nivel personal, la ve como muy centrada, siempre estaba en su cubículo más que platicando en pasillos de la Corte.

“De verdad yo quiero mucho a Norma, yo la quiero mucho. Tengo 28 años de conocerla y me dio mucho gusto, un enorme gusto que llegara a la Presidencia de la Corte”, recordó en entrevista la Senadora y Ministra en retiro Olga Sánchez Cordero.

El 3 de noviembre de 2022, poco antes de levantar la mano para contender por la presidencia de la Corte, la Ministra Norma Piña provocó lágrimas entre juezas de Distrito al recordar con nostalgia cuando ella tomó protesta, tras horas de estudio y apoyo a su madre viuda.

«Me dirijo a ustedes emocionada, honrada y privilegiada», les dijo a las 87 juezas que rindieron protesta. «La nostalgia me alcanzó mientras escribía estas líneas –dijo con la voz entrecortada–. Las veo y me veo. Han pasado tantos años y lo recuerdo como si fuera ayer. ¿Qué hay detrás de este día tan significativo?, ¿cuántas horas de estudio?, ¿cuántas noches sin sueño?, ¿qué malabares se inventaron para estudiar y no dejar de atender a sus hijos e hijas, a sus padres?, ¿quién fue su red de apoyo para lograr estar hoy aquí? ¿A cuántas de ustedes les persiguió la culpa? Esa culpa que no nos suelta a las mujeres, aunque sepamos que no debiera estar ahí».

Y, con base en su experiencia judicial de más de tres décadas, les aconsejó: «Juezas, la vocación se disfruta. Disfrútenlo, gócenlo, apasiónense a pesar de todas las complicaciones. De otra manera, la vida no tiene mucho sentido».

Además de estudiar licenciatura, maestría y doctorado en Derecho por la UNAM, a finales de los setenta obtuvo una beca de la SEP para cursar en Madrid, España, Psicología Social y Comunicación en el Instituto Nacional de Ciencias de la Educación. Desde ese foco, les agregó a las futuras juezas: «Sean madres, compañeras de vida, amigas, hermanas, colegas, escuchen música, salgan a caminar, lean novelas; las necesitamos sanas, fuertes, plenas y felices».

NORMA MINISTRA

Ella, al igual que esas 87 mujeres como juezas de Distrito, llegó a ser Ministra por cuota (equidad de género obligada). El 10 de diciembre de 2015, a propuesta del Presidente Enrique Peña Nieto para cumplir con la cuota de género, con 79 votos a favor, fue ratificada por el Senado de la República como Ministra de la Suprema Corte para sustituir a Olga Sánchez Cordero en la Primera Sala.

En su mensaje de postulación ante la Cámara alta aseguró: «Soy profesora normalista y como jurista empecé en la academia en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Tengo 27 años de pertenecer al Poder Judicial de la Federación […] Juzgar no es meramente un trabajo, es una forma de vida, no es pasión, es razón».

Tito Garza Onofre, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, la conoce por esa estancia en la academia. Dijo que Norma actúa como jueza la mayor parte de su vida, pero ya «fuera», tiene mucho «tacto» para conocer a las personas que la rodean.

«A mí me cae muy bien, es una persona franca, es muy clavada con las cuestiones jurídicas. A la Ministra presidenta si algo es lo que más le apasiona no es la política, no es la coyuntura, es realmente discutir sobre derecho», aseveró el investigador.

–¿Se considera una ministra ambientalista y feminista? –le preguntó Elena Ríos de El País a Piña en la entrevista en que destapó su interés en ser lo que es hoy: la primera mujer Ministra presidenta de la Corte.

–Siempre he estado en contra de etiquetas. Mi concepción es más amplia, es lo que estoy convencida de lo que debe ser. Ya sea feminismo o ambientalismo –respondió. Y añadió durante esa charla: Siempre digo lo que pienso y se los he dicho de frente (a sus compañeros ministros). No soy alguien que pueda crear extrañeza o una falsa imagen de lo que puedo ser. No soy una sorpresa.

Garza Onofre comentó que no le gusta estar frente a las cámaras ni que se hable de su familia, es un perfil de lleno enfocado en lo jurisdiccional; es muy discreta, pero los escándalos recientes han sido por su cargo en un entorno político.

Como Ministra de 2015 a 2022, se le observó una agenda progresista con proyectos determinantes, entre ellos, sobre el aborto, el uso lúdico de la mariguana y el haber aceptado en 2018 un amparo de dos mujeres en contra del parque Laguna del Carpintero en Tampico, un proyecto ligado al Gobierno de Tamaulipas y al gigante FEMSA donde se talaron mangles sin permiso ambiental.

También en octubre de 2019, la Ministra presentó ante la Primera Sala un proyecto de resolución para negar un amparo a un hombre que fue despedido con liquidación de su trabajo por portar en su cuello un tatuaje de una cruz esvástica (nazi) al argumentar que su libertad de expresión no justificaba faltarle el respeto a sus compañeros judíos, que pidieron que se la tapara en horario laboral.

«Si bien no le gustan las etiquetas de ambientalista, de feminista, yo sí creo que la mejor etiqueta que se le puede poner a la Ministra presidenta es una etiqueta de institucionalista», reflexionó el investigador.

NORMA PRESIDENTA DE LA CORTE

–Sí, protesto, respondió nerviosa Norma Piña el 2 de enero de 2023 cuando tomó protesta como la primera mujer Ministra presidenta de la Corte y del Consejo de la Judicatura Federal ante el pleno. Al dar con emoción por terminada la sesión, recibió abrazo de todos sus compañeros ministros y ministras, incluyendo de Loreta Ortiz y Jazmín Esquivel, afines a la denominada 4T.

No ha pasado ni un solo año en el cargo y ya se le ha exigido renunciar luego de que la Corte que preside, compuesta por 11 ministros hombres y mujeres, ha resuelto en contra de temas afines al Ejecutivo como el plan electoral, la Guardia Nacional y los nuevos Libros de Texto Gratuito.

«Piña colada con ratas», decía un ciudadano en una cartulina.

El investigador de Jurídicas de la UNAM, Tito Garza, quien la conoce como jurista y persona, atribuye esos ataques misóginos a «un desconocimiento profundo de cómo funciona el Poder Judicial», pues no se le ha demostrado ser corrupta a diferencia de a algunos jueces o magistrados a los que representa y que son el eslabón más alto de una cadena de trabajadores operativos.

Ricardo Beltrán, presidente nacional de la Alianza Mexicana de Abogados, aseguró en entrevista que la Ministra Norma Piña está «defendiendo con mucho honor» los garantes de la justicia, haciendo valer el Poder, y sobre todo, haciendo respetar la división de poderes.

«La actuación de la Ministra Norma Piña va más allá de su responsabilidad, más allá de la institucionalidad, porque va en el sentido de hacer que se respete la Constitución, los derechos de los trabajadores y hacer que la justicia llegue pronta y expedita», aseveró. «No son oposición al Presidente de la República, debe de respetarlos como otro poder más y no verlos como oposición».

El Senador morenista César Cravioto sí la ve como oposición, como alguien que amenaza y simula. Así lo dijo en entrevista con Los Periodistas.

A Norma Piña su vocación por el derecho y la Constitución la llevó a otro terreno que no le gusta: la política, un ring donde ahora ella es la juzgada.

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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