Los desfiles de Día de Muertos han comenzado en distintas regiones del país, y también los altares gigantes, parte de una tradición que arrastra a cientos de miles y que es muy apreciada tanto aquí como en el extranjero. Esta noche, en Veracruz.
Ciudad de México, 29 de octubre (EFE/SinEmbargo).- Las celebraciones por el Día de Muertos han comenzado este viernes en México. El primer desfile importante se llevó a cabo en Veracruz.
Las almas de los difuntos están a punto de regresar desde el más allá y México ya se prepara para recibirlas con bellas ofrendas y cráneos que engalanan sus espacios públicos con motivo del Día de Muertos, la festividad mexicana más universal.
Como cada año, los espacios públicos se llenaron de ofrendas en vísperas del Día de Muertos, esos altares que se dedican a los difuntos para que sus almas puedan regresar al mundo de los vivos y estar con sus familias durante los días 1 y 2 de noviembre.
Muchas suelen estar vinculadas a la actualidad, como los altares instalados en la Plaza Tolsá del centro de la Ciudad de México, dedicados a los casi 300 mil fallecidos que ha dejado la pandemia de la COVID-19 en México.
Estas obras están adornadas con velas, las tradicionales y coloridas calaveras, y las flores de cempasúchil, que con su intenso color naranja se encargan de guiar a las almas de los muertos.
El Día de Muertos, la celebración más conocida fuera de las fronteras mexicanas, nace de la sincrética relación entre la visión prehispánica de la muerte y las costumbres católicas.
La festividad no sería la misma sin el protagonismo de las calaveras, los esqueletos y las catrinas (mujeres calavéricas), mucho más alegres y burlonas que las del tétrico Halloween.