La muerte del rapero se produjo mientras su cuarto álbum solista, “All Eyez on Me”, seguía en las listas de popularidad y sigue siendo considerado uno de los raperos más influyentes y versátiles de todos los tiempos.
Por Rio Yamat y Ken Ritter
LAS VEGAS (AP) — Uno de los últimos testigos vivos del tiroteo mortal contra el rapero Tupac Shakur en Las Vegas fue acusado el viernes de homicidio con el uso de un arma mortal por el asesinato de 1996, un avance largamente esperado en un caso que ha frustrado a los investigadores y fascinado al público desde que el ícono del hip hop muriera hace 27 años.
Un jurado acusador de Nevada imputó formalmente a Duane “Keffe D” Davis por el asesinato, anunciaron los fiscales en el tribunal el viernes.
Los cargos fueron revelados horas después de que Davis, de 60 años, fuera arrestado, según dos funcionarios con conocimiento de primera mano del arresto, quienes solicitaron permanecer en anonimato para hablar sobre el caso.
Los investigadores conocen a Davis desde hace mucho tiempo y él mismo admitió en entrevistas y en sus memorias reveladoras de 2019, “Compton Street Legend”, que iba como pasajero en el Cadillac desde el cual salieron los disparos durante el tiroteo de septiembre de 1996. Shakur tenía 25 años cuando lo mataron.
La policía de Las Vegas allanó una casa a mediados de julio en el suburbio de Henderson de Las Vegas que está vinculada a Davis. Las autoridades buscaban artículos “relacionados con el asesinato de Tupac Shakur”, según la orden de cateo. Recolectaron varias computadoras, un teléfono celular y un disco duro, una revista Vibe en la que aparecía Shakur, varias balas calibre .40, dos “tubos que contenían fotografías” y una copia de las memorias de Davis.
No quedó claro de inmediato si Davis tiene un abogado que pueda hacer declaraciones a su nombre. Davis no ha respondido a múltiples mensajes telefónicos y de texto de The Associated Press en busca de comentarios o una entrevista en los más de dos meses transcurridos desde el allanamiento de la casa.
Shakur iba en un BMW conducido por el fundador de Death Row Records, Marion “Suge” Knight, en medio de un convoy de unos 10 autos. Esperaban en un semáforo en rojo cuando un Cadillac blanco se les aproximó y estallaron los disparos. Shakur recibió varios impactos y murió una semana después.
La muerte del rapero se produjo mientras su cuarto álbum solista, “All Eyez on Me”, seguía en las listas de popularidad, con unos 5 millones de copias vendidas. Shakur fue nominado seis veces al Grammy y es considerado uno de los raperos más influyentes y versátiles de todos los tiempos.
En sus memorias, Davis dijo que iba en el asiento de copiloto del Cadillac y que había deslizado el arma implicada en el tiroteo hacia el asiento trasero, desde donde, según dijo, se realizaron los disparos.
Davis implicó a su sobrino, Orlando “Baby Lane” Anderson, diciendo que él era una de las dos personas en el asiento trasero. Anderson, un conocido rival de Shakur, estuvo involucrado en una pelea en un casino con el rapero poco antes del tiroteo.
Anderson murió dos años después. Negó cualquier implicación en la muerte de Shakur.
Davis reveló en sus memorias que rompió su silencio por primera vez en 2010 durante una reunión a puerta cerrada con autoridades federales y locales. En ese momento, tenía 46 años y se enfrentaba a cadena perpetua por cargos de drogas cuando aceptó hablar con ellos sobre el asesinato de Tupac, así como del asesinato a tiros del rival de rap de Tupac, Biggie Smalls, también conocido como Notorious B.I.G. ocurrido seis meses después.
“Me ofrecieron dejarme ir por dirigir una ‘empresa criminal’ y varios presuntos homicidios a cambio de la verdad sobre los asesinatos de Tupac y Biggie”, escribió. “Prometieron que destruirían la acusación y detendrían al jurado acusador si los ayudaba”.