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EL SUR

“No queda más que luchar”

Los padres de los 43 sufren un fuerte desgaste físico y mental durante la búsqueda

29/09/2022 - 8:00 pm

Han fallecido cinco de los papás y mamás de los normalistas de Ayotzinapa y hay desgaste físico, moral y mental pero se mantendrán en la lucha por justicia, cuenta Estanislao Mendoza. En este Gobierno de López Obrador hay “un poco más de avances” pero mantiene la versión de que están muertos sin dar pruebas, señala. Advierte que no se ve que se quiera llegar hasta las altas esferas, “se ve que ellos mismos están encubriendo a los culpables y por eso no se ha avanzado”.

Por Zacarías Cervantes

Chilpancingo, Guerrero, 29 de septiembre (ElSur).– La muerte de cinco padres de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos, el desgaste físico, moral y mental, así como la deserción de algunos de ellos por falta de recursos o porque fueron cooptados por otros grupos, ya se resiente en el movimiento a ocho años de búsqueda de verdad y justicia.

Estanislao Mendoza, padre del estudiante Miguel Ángel Mendoza Zacarías reconoce este estado de ánimo en la mayoría de los padres, pero refiere que al menos 15 de los 43 se mantienen en la lucha contra el olvido al que los quiso llevar el Gobierno de Enrique Peña Nieto, e impedir que el actual, de Andrés Manuel López Obrador termine sin cumplir su promesa de decirles dónde están sus hijos.

“Estamos haciendo todo el esfuerzo los que seguimos aquí y mantenemos el entusiasmo para no doblarnos, sino seguir en la misma línea hasta encontrar la verdad y la justicia que nos negaron en el gobierno de Peña Nieto y todavía no hemos encontrado en este de López Obrador”, declaró por teléfono el campesino originario de Apango.

Familiares y compañeros de clases de los 43 estudiantes universitarios de Ayotzinapa desaparecidos marchan en la Ciudad de México el lunes 26 de septiembre de 2022, al cumplirse otro aniversario de la desaparición de los estudiantes en Iguala, Guerrero, en 2014.
Marcha por desaparición de normalistas. Foto: Marco Ugarte, AP

Las actividades de Estanislao en los últimos días son intensas por su participación en la Jornada Nacional de Lucha por los Caminos de la Verdad, por tanto, condicionó que la entrevista fuera por teléfono y en la noche (del jueves) después de la protesta afuera de las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) en donde los estudiantes lanzaron bombas molotov, petardos, ladrillos y piedras a las instalaciones y a los policías que resguardaban el inmueble.

“No nos queda más que luchar”, dice, pues aunque reconoce que en este Gobierno de López Obrador ha habido “un poco más de avances” con respecto al anterior de Peña Nieto, todavía no les han dicho dónde están sus hijos y se mantiene la versión del anterior de que todos están muertos.

“Eso es lo que vino diciendo el anterior gobierno y es lo que dijo Alejandro Encinas (el subsecretario de Derechos Humanos), que hay un 90 por ciento de información de que están muertos, no han quitado el dedo del renglón, siguen insistiendo en esa versión que, dicen, han investigado”.

Dijo que el mismo Presidente López Obrador ha dicho que no hay indicios de que estén con vida los muchachos, “pero para nosotros mientras no nos demuestren con hechos lo que dice el gobierno, no vamos a creer nada, para nosotros siguen vivos y no es cierto lo que dicen. No hay pruebas, no hay evidencias, y si no hay evidencias nosotros no podemos aceptar eso, para nosotros siguen vivos, pensamos que los tienen por ahí en algún lugar, hasta que nos demuestren lo contrario”.

Dijo que por eso la lucha de los padres continúa, y que por lo menos ya lograron que el actual gobierno reconozca que fue el Estado, “y en esa línea vamos a seguir, ya está comprobado que fueron ellos (el gobierno) y los vamos a seguir señalando, no nada más a ellos, sino también a los jueces que no han liberado las órdenes de aprehensión”.

Encabezada por padres y normalistas se realizó protesta a ocho años de la desaparición de normalistas de Ayotzinapa. Foto: Andrea Murcia, Cuartoscuro.

Aclaró que esa no es la prioridad de los padres, sino saber dónde están sus hijos. “Eso es lo que queremos primero, por eso seguimos luchando, queremos saber dónde quedaron”.

Insiste en que aunque en el actual gobierno se ve más voluntad de hacer las cosas, todavía hay gente del anterior gobierno trabajando en la FGR, y son los que no dejan avanzar para llegar a la verdad.

El padre de Miguel Ángel Mendoza afirmó que de nada sirve que haya detenidos, si estos no dicen donde a dónde se llevaron a sus hijos, “así pueden estar agarrando a muchos y meterlos a la cárcel, mientras no digan dónde los tienen no es un avance para nosotros”.

CINCO PADRES MURIERON EN 8 AÑOS

Este 26 de septiembre se cumplen ocho años de la desaparición de los jóvenes, y don Estanislao Mendoza reconoce que los ocho años de lucha no han pasado en balde y que la mayoría de los padres resienten el cansancio físico, moral y mental, algunos por la edad y otros por enfermedades, pero dice que lo que más les ha disminuido el ánimo es la muerte de cinco de sus compañeros sin haber cumplido su sueño de encontrar a sus hijos.

El 4 de febrero del 2018 falleció sin conocer el paradero de su hijo Everardo Rodríguez Bello, estudiante de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecido en septiembre de 2014, la mamá Minerva Bello Guerrero, originaria de Omeapa, municipio de Tixtla, a consecuencia de un padecimiento de cáncer.

Tomás Ramírez Jiménez, padre de Julio César Ramírez Nava, uno de los tres estudiantes asesinados la noche del 26 de septiembre del 2014, falleció el 1 de diciembre del 2018 como consecuencia de un padecimiento de insuficiencia renal, en su natal Tixtla.

Saúl Bruno Rosario, padre de Saúl Bruno García falleció a consecuencia de padecimiento de diabetes, el 24 de agosto del 2021 en su pueblo Magueyitos, municipio de Tecoanapa.

El 3 de septiembre del 2021 falleció Bernardo Campos Santos, padre de José Ángel Campos Cantor, originarios de Tixtla.

El Tío Venado, como lo conocían en el movimiento falleció en un hospital de la Ciudad de México por su padecimiento de diabetes que se le agravó por una úlcera gástrica.

Aunque desde 2015 la Secretaría de Defensa negó la participación del Ejército en la desaparición de estudiantes de Ayotzinapa, información de la Comisión para la Verdad creada para resolver este caso ha desmentido, por lo que familias mantienen desde 2014 su exigencia por sancionar a los militares involucrados. Foto: Daniela Barragán, SinEmbargo MX.

Ezequiel Mora Chora, padre de Alexander Mora Venancio falleció la noche del 28 de agosto por bronco aspiración en el hotel Vida en el Lago, del municipio de Tepecoacuilco.

El hotel es propiedad del empresario y ex candidato a gobernador por el PT, Pedro Segura Valladares, quien había invitado a don Ezequiel a participar ese día a una marcha para pedir la libertad del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca y de su esposa María de los Ángeles Pineda, implicados en la desaparición de los 43 estudiantes.

Don Ezequiel era originario de El Pericón, municipio de Tecoanapa, y fue el primero de los padres que recibió fragmentos óseos de su hijo, supuestamente encontrados cerca del basurero de Cocula que al realizarle estudios en la Universidad de Innsbruck, Austria, fue identificado.

“Se reciente la ausencia de los cinco, son compañeros con los que comenzamos a buscar a nuestros hijos hace ocho años”, reconoce Estanislao.

Informó que de los 43 padres y madres de los estudiantes desaparecidos actualmente sólo participan 15 en el movimiento, aunque espera que en las próximas marchas del 26 y 27 se incorporen más y lleguen a ser cuando menos 25 de los 43.

Agregó que otros padres se han alejado del movimiento porque ya no cuentan con recursos para sus pasajes y alimentación y que participan sólo los que viven cerca de Tixtla o los que tienen recursos para movilizarse, puesto que ya tampoco reciben los apoyos de organismos internacionales.

“Ya no boteamos y ahora cada quién se rasca con sus propias manos, eso también nos ha disminuido mucho la presencia de nuestros compañeros”, argumenta.

Asegura que ahora andan con sus propios medios, “a veces cuando ya no tenemos aquí nos regresamos a trabajar para solventar nuestros gastos y nuestra comida porque ya no tenemos apoyos”.

Manifestación por la desaparición de normalistas. Foto: Montserrat Antúnez

También acepta que ahora ya no es igual, “porque hace ocho años teníamos más fuerza, más fortaleza, éramos más jóvenes para seguir buscando en campo y en las calles. Ahora han pasado ocho años y no en balde, cada vez uno se va debilitando en lo físico y en todo lo demás, eso es notable. Somos cada vez más grandes, más viejos”.

Además añade que otros padres se han ido por su voluntad del movimiento, en referencia a un grupo de seis que con don Ezequiel fueron invitados a la marcha del 28 de agosto pasado en Iguala para pedir la libertad del ex alcalde Abarca Velásquez y a la que solamente habrían asistido tres: Francisco Rodríguez, Celso García Aristeo y Juan Colón Juárez.

“Esas son bajas del movimiento que nos debilitan a nosotros”, reconoce don Estanislao.

“Pero aun así, los que estemos vamos a seguir luchando para encontrar la verdad y la justicia”, advierte.

LA POSIBLE SALIDA DEL GIEI

Otro temor que alberga a don Estanislao es que el 30 de septiembre se vence el periodo de los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y es posible que ya no les permitan seguir en México, como ocurrió en el anterior sexenio de Peña Nieto.

“No sabemos si se vayan a quedar más tiempo, o si les vayan dar más chance. Vamos a ver si podemos lograr que se queden otro tiempo más, porque si se van vamos a quedar más débiles y ya no va a haber más investigación como la que ellos han venido haciendo hasta ahorita”.

Adelanta, sin embargo, que el 29 de septiembre los miembros del GIEI, “van a salir con todo” a dar una conferencia de prensa después de una reunión con el presidente López Obrador y con el subsecretario Encinas, “y van a sacar otro poquito de cosas de las investigaciones que han hecho ellos”.

Asegura que los padres todavía no saben qué será, pero que saben que van a dar una conferencia de prensa para dar a conocer sus investigaciones, antes de que termine su estancia en México. “Esperamos que haya algo nuevo, no sabemos qué vaya a ser, pero hay que tener esperanza”.

Añade que esperan que antes de que termine este gobierno sepan qué pasó con sus hijos y dónde están, “si el presidente López Obrador resuelve y nos dice dónde están, o nos da algún resultado favorable que nos indique dónde están, a él le va a servir de mucho para mantener su credibilidad, de lo contrario quedará como el anterior”.

Estanislao añade que los padres serían muy felices y quedarán muy contentos si llegan a saber el paradero de sus hijos, “pero si no, vamos a tener que hacer otras cosas antes de que se vaya”.

Explica que en su caso si llegara a encontrar o a saber dónde quedó su hijo, le volvería la felicidad que perdieron él y su familia hace ocho años, cuando la vida les cambió por completo.

“Nosotros no lo esperábamos, fue un golpe muy duro para mí y para mi familia. Nos destruyeron la vida misma, ya no somos igual que hace ocho años, la vida nos cambió mucho, abandonamos todo lo que hacíamos en el campo porque somos campesinos, nuestra única forma de vivir es el campo, pero todo eso se vino abajo y cambió mucho cuando ocurrió esto, el mundo se nos derrumbó”.

Añade que ocho años no han sido suficientes para superar, “todo esto que es difícil para nosotros y para volver a ser lo mismo que antes, ya no”.

Don Estanislao no niega que siente odio y rencor contra los que hicieron “esa maldad” a los muchachos quienes no tenían ninguna culpa, “mejor nos lo hubieran hecho a nosotros que somos sus padres o los hubieran nomás agarrado y castigado si hicieron algo, eso sería diferente, nosotros hablaríamos con ellos, pero los desaparecieron y por eso nosotros andamos en la lucha, gritando en las calles, como uno no lo esperaba”.

Agrega que también siente impotencia porque no puede hacer nada ahora y no pudo hacer nada cuando los estaban desapareciendo, golpeando, martirizando, “duele no haber estado en esos momentos con ellos”.

Cuando se le pregunta su opinión con respecto a quiénes deberían estar en la cárcel por el caso Iguala, responde que “en la cárcel deben estar todos los que sean responsables, los que estén en la lista de las órdenes de aprehensión, todos los que sean culpables que paguen lo que hicieron”.

El Grupo de Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) ofreció una conferencia de prensa para hablar de los avances de la investigación del caso Ayotzinapa, el cual se ha visto envuelto en diversas polémicas durante las últimas semanas.
El Grupo de Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) ofreció una conferencia de prensa para hablar de los avances de la investigación del caso Ayotzinapa, el cual se ha visto envuelto en diversas polémicas durante las últimas semanas. Foto: SinEmbargo

Dice que si el ex presidente Peña tiene culpa, si él dio la orden, “pues que pague él y quien tenga la culpa. Yo no puedo decir éste o éste, ellos saben quiénes están involucrados”.

Sin embargo sostiene que no ven que el actual gobierno quiera llegar hasta las altas esferas, “se ve que ellos mismos están encubriendo a los culpables y por eso no se ha avanzado”.

También reprocha que los jueces estén liberando a los que ya estaban en la cárcel, “dicen que no tienen culpa, pero ya sabemos que el dinero es el que hace todo, a lo mejor están soltando dinero para que los dejen libres y así tampoco va a haber verdad ni justicia”.

Estanislao dice que las movilizaciones de los padres y los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa han servido de algo, aunque reciban críticas, “han servido para que se muevan un poco las piezas, pero hay mucha gente que nos critica porque nos andamos manifestando en las oficinas del gobierno con los muchachos”.

Dice que quienes critican el movimiento son personas que “nomás hablan porque a ellos no les ha pasado esto, en cuanto les pase entonces van a querer gritar también como nosotros”.

Añade que mientras no les pase nada, “nos van a criticar y nos van a decir cosas, sin saber que algún día les puede pasar también, aunque esto yo no se lo deseo ni al peor enemigo, como dice el dicho, pero estamos en el camino y en cualquier rato puede pasarles a cualquiera de los que nos critican”.

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