Ayotzinapa destapó la crisis por la desaparición de personas que se vivía en la región controlada por el grupo delincuencial Guerreros Unidos, indica un recuento de la información publicada en El Sur.
Por Alejandro Guerrero
Iguala, Guerrero, 29 de septiembre (ElSur).– Los ataques cometidos por sicarios y policías contra alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en septiembre de 2014, que dejó un saldo de tres normalistas asesinados y la desaparición forzada de 43, sacó a la luz pública la crisis que se vivía en Iguala en cuanto a la desaparición de personas y que derivó en los hallazgos masivos de fosas clandestinas en Iguala y municipios vecinos en los que el mismo grupo delictivo tenía control.
Después del caso Ayotzinapa, suman al menos 301 cuerpos que han sido recuperados de fosas clandestinas desde octubre de 2014, principalmente de Iguala.
Antes de los ataques y la desaparición de los estudiantes en 2014, ya habían sido localizados entierros clandestinos masivos de los que se recuperaron unas 55 víctimas, entre ellas 19 en el predio Monte Hored de Iguala en mayo y cerca de allí, en La Joya otras nueve en abril, y en febrero otras 25 el cerro de Las Antenas en a comunidad de Mexcaltepec, Taxco en las colindancias con Iguala, indican los registros de notas periodísticas publicadas en El Sur.
Los hallazgos masivos de 30 cuerpos mutilados y calcinados dentro de seis fosas clandestinas en los primeros días de octubre de 2014 en el sitio Las Parotas, ya como parte de los trabajos de búsqueda de los 43 muchachos, y ante la versión de que las víctimas no correspondían a los estudiantes, provocó la salida de cientos de familias que buscaban a un desaparecido y que antes se habían mantenido ocultas, en el anonimato por el miedo provocado.
En este tiempo, luego del surgimiento en noviembre de 2014 del primer colectivo de familiares de víctimas de desaparición que adoptó el nombre de Los Otros Desaparecidos, que es la forma en que se diferenció a las víctimas fuera del caso Ayotzinapa, han logrado en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR) la recuperación de 211 cuerpos en decenas de entierros clandestinos en distintos parajes: La Laguna, La Laguna II, El Maizal, La Joya, Tijeritas y Barranca del Tigre.
La secretaria general de Los Otros Desaparecidos, Adriana Bahena Cruz, informó que hasta este martes la FGR había logrado la identificación de 68 de esas víctimas, de las cuales 60 ya fueron entregadas a sus familiares y de los otros ocho están en búsqueda de sus familiares porque cambiaron de domicilio o de número telefónico.
En la Barranca del Tigre, ubicada en las faldas del Cerro Gordo al poniente de Iguala, la Comisión Presidencial del Caso Ayotzinapa indicó en su más reciente informe que recuperaron otros 21 cuerpos, y antes la Fiscalía del estado había recuperado otros siete. Asimismo familiares de desaparecidos han recuperado de esta misma zona unas 29 osamentas humanas y en diciembre de 2015 ya habían sido recuperadas otras cinco víctimas.
El colectivo de Madres Igualtecas, que se desprendió de Los Otros Desaparecidos, ha recuperado 32 cuerpos, principalmente en el paraje Jesús de Nazaret, otra zona ubicada en Cerro Gordo.
De acuerdo con reportes de familiares de Desaparecidos, desde 2009 existen denuncias de desapariciones, situación que se agudizó entre 2012 y 2014, periodo en el que gobernó el Alcalde postulado por el PRD, José Luis Abarca Velázquez, actualmente preso en el penal federal del Altiplano, por su presunta responsabilidad en el asesinato del dirigente social Arturo Hernández Cardona ocurrida a finales de mayo de 2013.
Los testimonios de familiares muestran la impunidad con la que el grupo delictivo en el poder, Guerreros Unidos, y sus nexos con la Policía Municipal, cometía desapariciones, en muchos casos irrumpiendo con violencia a las casas de sus víctimas.
Un testimonio indica que a un hombre un grupo de civiles armados le arrebató a su hija de 16 años el 25 de septiembre de 2014 cuando la encaminaba a la preparatoria y ya no la volvió a ver.
Asimismo el caso de Ciro Leonel, de 35 años, privado de la libertad junto a un amigo con el que tomaba cervezas afuera de su casa, por un comando el 19 de febrero de 2014 y el del exdirector de la Policía Municipal de Iguala, Abraham Alemán García, ocurrida el 10 de mayo de 2013, después de que fue a visitar a sus padres.
De acuerdo con los registros del colectivo Los Otros Desaparecidos de Iguala, son más de 500 casos que fueron denunciados con ellos a raíz del caso Ayotzinapa.
