La tutela se estableció en 2008, cuando Britney Spears atravesaba una crisis mental que la prensa cubrió obsesivamente, con hordas de paparazzi acechándola por todas partes, y que la llevó a perder la tutela de sus hijos.
LOS ÁNGELES, 29 de septiembre (AP) — La jueza Brenda Penny ha sido el ojo de la tormenta que rodea a Britney Spears y la tutela que controla su vida.
Ahora todos los ojos están puestos en ella.
Hasta el momento, la jueza del Tribunal Superior de Los Ángeles ha podido actuar más como cuidadora que como dictadora en el caso, pero en una audiencia potencialmente crucial el miércoles por la tarde, se verá presionada para tomar decisiones importantes sobre si mantener al padre de Spears como su tutor, o poner fin a la tutela por completo.
El abogado de Spears, Mathew Rosengart, ha estado presionando agresivamente por la destitución de James Spears desde momentos después de que Penny le permitió a la cantante contratar a Rosengart en julio. Penny negó la solicitud de Rosengart de una audiencia de emergencia sobre el tema y le dijo al abogado que podía esperar hasta el miércoles.
Y en un cambio importante, James Spears, quien buscó la tutela por primera vez en 2008 y ha sido el supervisor principal desde entonces, presentó una petición para ponerle fin por completo. Instó a la jueza a tomar una decisión sobre el tema el miércoles, con lo cual los problemas de su estatus perderán toda importancia.
Britney Spears y Rosengart dijeron posteriormente que están de acuerdo con su padre en que la tutela debería terminar, pidiendo por primera vez que se ponga fin al acuerdo en documentos judiciales.
Sin embargo, enfatizaron que es más importante para ella que su padre sea destituido, calificándolo como un primer paso necesario hacia su libertad y “poner fin a la pesadilla kafkiana que se le impuso”.
Rosengart dijo en otro documento esta semana que James Spears “cruzó líneas inconmensurables” al participar en la vigilancia ilegal de su hija, incluyendo las comunicaciones con su abogado, como se informó en “Controlling Britney Spears” del New York Times y la cadena FX, uno de dos documentales estrenados en vísperas de la audiencia.
Britney Spears también se comprometió con su novio de toda la vida, Sam Asghari, a principios de este mes, lo que significa armar un acuerdo prenupcial en el que su padre no debería participar, según sus documentos judiciales.
James Spears en 2019 se hizo a un lado como curador de su hija, con control sobre sus decisiones de vida, manteniendo solo su papel como tutor de su patrimonio, con control sobre sus finanzas. Él y sus abogados han dicho que eso hace que muchas de las quejas de su hija sobre su control sobre su vida carezcan de sentido.
Jodi Montgomery, una profesional designada por la corte, ahora actúa como curadora de la persona de Britney Spears, y Rosengart dijo en documentos judiciales que Montgomery también accede a poner fin a la tutela siempre que se pueda hacer de manera segura y sin problemas.
No está claro si Britney Spears participará en la audiencia del miércoles. En dos audiencias recientes, la cantante pronunció discursos dramáticos en los que denunció su situación, uniendo a más fanáticos y celebridades a su causa e intensificando los ya ruidosos llamados de #FreeBritney (#LiberenABritney).
James Spears ha dicho que sólo ha actuado en el mejor interés de su hija, y ha rechazado las demandas de Rosengart a que renuncie de inmediato, diciendo en un expediente judicial que en sus 13 años en la tutela, “según el mejor conocimiento y creencia del señor Spears, ni un solo profesional médico ni el informe de un solo investigador de sucesiones ha recomendado que la presencia del señor Spears como tutor perjudique a la señora Spears o que deba ser reemplazado”.
La tutela se estableció en 2008, cuando Britney Spears atravesaba una crisis mental que la prensa cubrió obsesivamente, con hordas de paparazzi acechándola por todas partes, y que la llevó a perder la tutela de sus hijos.