La propuesta de Johnson provocó rupturas en todo el espectro político, incluyendo en su Partido Conservador. La líder de la formación en Escocia, Ruth Davidson, que ya discrepó con el Primer Ministro en el pasado, presentó su renuncia el jueves. Aunque citó motivos familiares, el momento del anuncio sugirió que no estaría de acuerdo con sus tácticas.
Por Danica Kirka
Londres, 29 de agosto (AP). — La oposición a la medida del Primer Ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, de suspender el Parlamento comenzaba a cristalizar el jueves, con manifestaciones en todo el país y más de un millón de firmas en una petición para bloquear la propuesta.
La maniobra de Johnson da a sus rivales aún menos tiempo para evitar un caótico Brexit sin acuerdo antes del 31 de octubre, cuando vence el plazo para que Londres abandone la Unión Europea. Pero la decisión indignó a sus críticos y sirvió como fuerza para unificar a una dispar oposición, que confirmó que seguirán presentando medidas para bloquear una salida sin pacto pese a las acciones del dirigente.
"Intentaremos aprobar la legislación apropiada en este limitado calendario que nos ha presentado el Gobierno ahora”, dijo Barry Gardiner, vocero de comercio internacional del opositor Partido Laborista.
Miles de personas llenaron el parque College Green, en las inmediaciones del Parlamento, el miércoles en la noche, con banderas de la Unión Europea y carteles en los que mostraron su enfado por la situación. En otras ciudades y localidades se celebraron concentraciones más pequeñas, y 25 obispos de la Iglesia de Inglaterra publicaron una carta abierta mostrando su preocupación por el “impacto económico” del llamado Brexit “duro” entre la población más pobre y vulnerable.
Una petición publicada en el cibersitio del Gobierno para que no se suspenda el Parlamento recibió más de un millón de firmas, lo que garantiza que considerará para debate.
Los desafíos legales aumentan. Los legisladores ya pidieron a una corte escocesa que decrete que la iniciativa del Primer Ministro es ilegal. La empresaria Gina Miller, que en 2017 ganó un caso en la Corte Suprema que impidió que el Gobierno iniciase la cuenta atrás para el Brexit sin una votación parlamentaria, está preparando otro recurso.
El Presidente de la Cámara de los Comunes, Jacob Rees-Mogg, rechazó la indignación despertada por la medida, que calificó de constitucional y apropiada.
"Creo que esta indignación es falsa y creada por personas que no quieren que abandonemos la Unión Europea, y están tratando de anular el resultado de un referéndum y no quieren los beneficios de abandonar la Unión Europea”, explicó en una entrevista con la BBC.
"Esto es completamente constitucional y apropiado”, agregó. "Habrá mucho tiempo para debatir antes del 31 de octubre".
La propuesta de Johnson provocó rupturas en todo el espectro político, incluyendo en su Partido Conservador. La líder de la formación en Escocia, Ruth Davidson, que ya discrepó con el Primer Ministro en el pasado, presentó su renuncia el jueves. Aunque citó motivos familiares, el momento del anuncio sugirió que no estaría de acuerdo con sus tácticas.