En un comunicado emitido hoy, el Presidente Obama aseguró que el “divo” fue “uno de los más grandes músicos latinos y su espíritu vivirá en sus canciones duraderas y en los corazones de sus fans que lo aman”. La Cámara de Comercio de Hollywood anunció este lunes que colocaría flores junto a la estrella de Juan Gabriel en el Paseo de la Fama de Hollywood. Iván Aguilera, hijo del artista, agradeció a través de en un comunicado las muestras de cariño hacia su padre. Aguilera iba a viajar a Los Ángeles el domingo, según la publicista Diana Baron, de d.baron media relations inc., que trabajó con el cantante. No dio más detalles.
Ciudad de México/Washington, 29 de agosto (SinEmbargo).- El Presidente estadounidense, Barack Obama, trasmitió hoy su pésame por la muerte del músico mexicano Juan Gabriel, que definió que uno de los “más grandes músicos latinos” y quien “trascendió fronteras y generaciones”.
En un comunicado emitido hoy, Obama aseguró que el “divo” fue “uno de los más grandes músicos latinos y su espíritu vivirá en sus canciones duraderas y en los corazones de sus fans que lo aman”.
“Durante cuarenta años, Juan Gabriel aportó su querida música mexicana a millones, trascendiendo fronteras y generaciones”, explicó Obama en su pésame por la muerte este domingo del “Divo de Juárez” a los 66 años en Santa Mónica (California, EU.).
“Para muchos mexicano-americanos, mexicanos y gente en todo el mundo, su música sonaba al hogar. Con sus letras románticas, sus actuaciones apasionadas y su estilo particular, Juan Gabriel cautivó al púbico e inspiró a incontables músicos jóvenes”, añade el comunicado del presidente estadounidense.
“His spirit will live on…in the hearts of the fans who love him” —@POTUS on Mexican musician #JuanGabriel: pic.twitter.com/355XTv2Hq2
— The White House (@WhiteHouse) 29 de agosto de 2016
También este día, el Presidente Enrique Peña Nieto ofreció sus condolencias a la familia de Juan Gabriel durante la inauguración del Hospital Regional de Especialidades en Mazatlán.
Juan Gabriel, cuyo nombre real era Alberto Aguilera y es hijo adoptivo de Ciudad Juárez (donde creció), falleció de un infarto dos días después de dar un concierto en Los Ángeles.
Nacido el 7 de enero de 1950 en Parácuaro (México), comenzó su carrera musical en 1971 con el álbum “El Alma Joven”, que contenía la mítica “No tengo dinero”, hasta llegar al reciente “Los Dúo”, disco donde invitó a distintos cantantes a recordar sus grandes éxitos.
Cantantes como la española Rocío Dúrcal y los mexicanos José José, Lucha Villa, Roberto Jordán, Lucía Méndez, Lola Beltrán, Angélica María, entre muchos otros, interpretaron a Juan Gabriel, calificado como uno de los compositores más prolijos de México en los últimos 50 años.
FANS LO HONRAN EN HOLLYWOOD
La Cámara de Comercio de Hollywood anunció el lunes que colocaría flores junto a la estrella de Juan Gabriel en el Paseo de la Fama de Hollywood, que el llamado Divo de Juárez develó en el 2002.
Admiradores montaron desde temprano un monumento improvisado en el lugar con velas, flores, mensajes y otras prendas, deteniéndose por unos momentos en el lugar.
Mientras, docenas de periodistas se congregaron a las puertas de una funeraria en el suroeste de Los Ángeles donde presuntamente se encuentran los restos de Juan Gabriel, aunque ninguna fuente oficial lo ha confirmado. Medios locales, sin embargo, reportaron que el cónsul de México en Los Ángeles, Carlos García de Alba, estuvo allí.
El lunes por la mañana, las autoridades autorizaron el traslado de los restos de Juan Gabriel a una funeraria sin necesidad de una autopsia. El ícono de la música popular mexicana murió el domingo por la mañana en su residencia de la ciudad de Santa Mónica, dos días después de haber dado su último concierto en Inglewood, California. Tenía 66 años.
John Kades, jefe de la oficina del forense del condado de Los Ángeles, dijo a The Associated Press que no podían decir cuál fue la causa del deceso porque aún no han firmado su certificado de defunción, pero comentó que “debido a su historial médico, él no necesita una autopsia”.
En abril de 2014 Juan Gabriel fue hospitalizado por una neumonía tras un concierto en Las Vegas. En esa ocasión recibió cuidados intensivos y muchos temieron que no pudiera sobrevivir.
Kades no informó a qué funeraria sería trasladado. Las autoridades y sus publicistas tampoco divulgaron la dirección de la residencia donde murió el cantautor de clásicos como “Querida” y “Amor eterno”. Sin embargo, el domingo por la noche admiradores y reporteros se congregaron afuera de un complejo de apartamentos casi sobre el malecón de Santa Mónica, a unos metros del muelle, de donde en un momento dado salieron varias camionetas grandes tipo SUV. Afuera de la residencia, admiradores colocaron flores en la entrada y cantaron algunos de sus éxitos, en especial “Amor eterno”.
Iván Aguilera, hijo del artista, agradeció a través de en un comunicado las muestras de cariño hacia su padre. Aguilera iba a viajar a Los Ángeles el domingo, según la publicista Diana Baron, de d.baron media relations inc., que trabajó con el cantante. No dio más detalles.
“La muerte de mi padre es una pérdida trágica para todos, su familia, colegas, y admiradores. Le damos las gracias de corazón por todas las condolencias que hemos recibido de todo el mundo, incluyendo las del presidente Enrique Peña Nieto. Sabemos que nuestro padre extrañará entretener a sus innumerables admiradores, que le dieron tanto alegría a su vida”, expresó en un comunicado emitido por la agencia Wragg & Casas Public Relations.
La familia dijo que daría más detalles en los próximos días.
“Juan Gabriel es tan popular ahora como lo fue siempre. De igual manera Juan Gabriel fue un padre y abuelo amado”, señalaron los familiares en otro comunicado.
Juan Gabriel falleció a las 11:30 am “pacíficamente”, dijo su publicista Arturo De la Mora sin dar más detalles.
El músico, cuyo verdadero nombre era Alberto Aguilera Valadez, estaba en el área tras ofrecer un concierto el Forum de Inglewood como parte de su gira “MéXXIco Es Todo Tour 2016”, con la cual recorrería 22 ciudades de Estados Unidos.
El Secretario de Cultura de México Rafael Tovar y de Teresa dijo a través de redes sociales que Peña Nieto le dio instrucciones para abrir las puertas del Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México con el fin de rendir un homenaje a Juan Gabriel, en caso de que así lo decida su familia.
Sería un último adiós muy adecuado para el artista, que en 1990 rompió esquemas al presentarse tres noches seguidas en el Palacio de Bellas Artes, reservado generalmente para ópera y ballet, pese a ser un músico popular. En 2013 repitió la hazaña al cumplir 40 años de trayectoria con otro concierto en el palacio que quedó plasmado en el disco “Mis 40 en Bellas Artes” de 2014.
Juan Gabriel, cuyo verdadero nombre era Alberto Aguilera Valadez, nació en Parácuaro, Michoacán, el 7 de enero de 1950. En 2009 fue reconocido por la Academia Latina de la Grabación como Persona del Año y además fue incorporado al Paseo de las Estrellas de Las Vegas.
Recién el 5 de agosto lanzó “Juan Gabriel vestido de etiqueta por Eduardo Magallanes”, con 34 piezas de su catálogo con arreglos de Eduardo Magallanes e interpretados con una orquesta sinfónica y adaptados a géneros tan diversos como el tango, la salsa y el huapango.
UN ÍDOLO DE MASAS
ADEMÁS:
Juan Gabriel fue un ídolo de masas que iba en contra de todos los estereotipos. En un continente conservador y machista como Latinoamérica, fue la antítesis de la masculinidad enaltecida por las generaciones que le precedieron.
Y sin embargo fue adorado por personas de todos los estratos sociales, edades y sexos.
Juan Gabriel fue un músico con un don enorme que supo tocar las fibras más profundas de millones, incluyendo a muchísimos de sus colegas músicos que le decían maestro.
Hubo una época, no muy lejana, en la que una buena fiesta, de esas que terminan en la madrugada, no podía faltar la música de Juan Gabriel. La gente lo daba por hecho: comida, bebida y Juan Gabriel, sin excepción.
Pero también estaba ahí los fines de semana comunes en los que uno quería sentirse alegre con “El Noa Noa”, o cuando las señoras estaban molestas con sus maridos y les tocaban las de Juanga y Rocío Durcal para mandarles un mensaje subrepticio, o no tanto.
Ese jovencito que se dio a conocer en los años 70, con camisas desabotonadas, pantalones acampanados, sin “dinero ni nada que dar”, era bien parecido pero nada excepcional. Con el cabello oscuro y la piel morena, era sencillamente un mexicano más, casi tirando a lo corriente.
Su imagen se fue refinando y en los 90 pasó a la posteridad con el vestuario de su presentación en Bellas Artes, una llamativa fusión entre traje de luces y chaqueta de ranchero con cuentas y flequillos dorados que para su época era una excentricidad bastante afeminada. Ya en las décadas de los 2000 comenzó su deterioro físico y subió bastante de peso, pero no perdió el estilo con un aire hindú, acompañado de pañuelos e incluso turbantes. A esta imagen se sumaba su impresionante voz de contralto que llegaba a unos agudos imponentes, aún en sus últimos años.
En los años 70 y 80 dejaba entrever un cierto amaneramiento que se intensificó a lo largo de los años y que confirmó con un histórico “dicen que lo que se ve no se pregunta” en el 2002. Él era consciente de esto. En la serie biográfica “Hasta que te conocí” se abordaba el tema y la voz en off que narraba su historia mantenía su peculiar manera de hablar. Esto provocó burlas y escorna, pero no evitó que la gran mayoría se entregara a su música.
Juan Gabriel escribió unas mil 500 canciones. Algunas muy sencillas, simplonas incluso, como “Buenos días Señor Sol”, que parece sacada de un jardín de infancia. Pero también estaban las tonadas tristes (“Hasta que te conocí”, “Amor eterno”, “Abrázame muy fuerte”) y sobre todo las rancheras (“Te voy a olvidar, “Quisiera saber”, “Se me olvidó otra vez”, “Juro que no volveré”), que provocaban dolor y placer por igual, al grado de estar reservadas como un veneno infalible para cuando uno quisiera llorar y cantar a grito tendido, sin importar si se era hombre o mujer. Porque el dolor en el corazón se siente igual para todos.
Como escribió Juan Gabriel en una de sus piezas: “Me gusta cantar y cantar y hacer canciones que hablen de amor para enamorados, tristes y alegres que hablen siempre con la verdad”.
¿Y qué decir de su figura en el escenario? ¿Quién en su sano juicio hace un concierto de seis horas? Juan Gabriel no solo podía, lo deseaba, y verlo en vivo era una experiencia indeleble. La gente se entregaba a todos sus movimientos, coreaba todas con él mientras pasaba del country a la balada, a las rancheras y el bolero por igual. Y nunca dejó de hacerlo.
Ahora que los conciertos difícilmente llegan a las dos horas y a veces no atrapan la atención de la gente que está pegada a sus celulares, o que artistas jóvenes fallan llegando tarde y cancelando, los videos en los que quedaron registradas sus presentaciones deberían ser tomados en cuenta como una escuela.
El último, en Inglewood, California, como parte de su gira “MéXXIco Es Todo Tour 2016”, fue apenas el pasado viernes.
–Con información de EFE y AP