Las personas pueden "estar en riesgo de infección si pasan más de unos minutos en una habitación pequeña" con un individuo que tenga una alta carga viral, advierten los investigadores.
Estados Unidos, 28 de julio (RT).--- Científicos sugieren que la carga viral en el aire puede alcanzar "concentraciones críticas" en entornos cerrados y mal ventilados, especialmente cuando en el lugar está presente un "supercontagiador" infectado. Sin embargo, un estricto uso de mascarillas puede prevenir la propagación del coronavirus en estos casos, de acuerdo a un nuevo estudio publicado este lunes en la revista JAMA Network Open.
La mayoría de las personas infectadas con una carga viral típica de la COVID-19 no inunda el aire con gotitas respiratorias infectadas con coronavirus y, por lo tanto, el riesgo de extender el virus tiende a ser bajo.
No obstante, un "supercontagiador", especialmente cuando tose con frecuencia, puede atestar una habitación mal ventilada con hasta 7.4 millones de copias del coronavirus por cada metro cúbico de aire, estima el estudio, que se basa en un modelo matemático.
"La implicación de estos hallazgos para la vida cotidiana y el lugar de trabajo es que las personas pueden estar en riesgo de infección si pasan más de unos minutos en una habitación pequeña con un individuo infectado con la COVID-19 que tenga una alta carga viral", señalaron los científicos.
Al mismo tiempo, los investigadores subrayaron que los "supercontagiadores" no son muy comunes entre la población y "solo unas pocas personas con una carga viral muy alta presentan un riesgo de infección" en entornos cerrados y mal ventilados. Pero si los "supercontagiadores" se dedican a actividades como hablar en voz alta o cantar, sus emisiones virales pueden aumentar significativamente.
Debido a ello, "se recomienda una estricta protección respiratoria siempre que exista la posibilidad de estar en la misma habitación con esta persona", particularmente si está tosiendo y especialmente cuando uno va a estar en el mismo espacio durante un período prolongado.
Además, los lugares de trabajo no deberían ser compartidos mientras no haya test rápidos para diferenciar entre individuos sin la COVID-19 y contagiados asintomáticos, concluyeron los especialistas.