Author image

Alejandro Calvillo

29/06/2024 - 12:05 am

Con todo respeto, Doctor David Kershenobich II

“La presencia de estas corporaciones en la Secretaría de Salud, a través de organismos de consulta o a través de funcionarios aliados, se convirtió durante años en el principal obstáculo a la implementación de las políticas regulatorias”.

Estimado Dr. Kershenobich,

Saludamos su nombramiento como próximo Secretario de Salud, reconociendo el gran reto que representa este cargo en un país que sufre una de las más graves y oficialmente declaradas emergencias epidemiológicas por obesidad y diabetes. Este cargo también implica un gran reto por la necesidad de reestructurar el sistema de salud pública en medio de fuertes presiones de sectores económicos que buscan su privatización.

Conocemos su larga trayectoria y, en especial, su experiencia al frente del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. Usted conoce bien las principales causas del deterioro de la alimentación en nuestro país. Fue colega del Dr. Adolfo Chávez, quien desde ese Instituto advirtió desde los años 90 sobre la crisis de salud que vivimos actualmente, sin que fuera escuchado. El Dr. Chávez señaló, en ese entonces, que los alimentos y bebidas que se anunciaban masivamente en la televisión e inundaban los comercios estaban alterando radicalmente la dieta de los mexicanos e iban a desencadenar una profunda crisis en salud.

La magnitud que ha alcanzado esta crisis puede ser descrita al señalar que somos el único país en el mundo que ha declarado emergencias epidemiológicas por obesidad y diabetes, y que las muertes por diabetes se han llegado a triplicar en solamente 20 años. Esto, sin duda, está relacionado con el hecho de que nos convertimos en los mayores consumidores de productos ultraprocesados.

Las grandes corporaciones globales, como lo señaló desde hace años la que fuera directora general de la Organización Mundial de la Salud, la Dra. Margaret Chan, se han convertido en el principal obstáculo para implementar las políticas dirigidas a prevenir las llamadas enfermedades no transmisibles, en especial, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y diversos tipos de cáncer. Estas enfermedades tienen como principal causa el consumo de alimentos y bebidas no saludables, tabaco y alcohol.

Dr. Kershenobich, será muy importante que sea firme en evitar la interferencia de los intereses corporativos en la Secretaría de Salud, intereses que durante varios sexenios determinaron y limitaron las políticas de prevención en salud pública. Serán muy importantes los nombramientos que realice en su equipo para el diseño e implementación de las políticas de prevención, a quienes nombre en las subsecretarías de la dependencia que estará bajo su cargo. Esperamos que se trate de expertos y expertas libres de conflicto de interés, sin vínculos con estas corporaciones y las asociaciones que estas han formado, que siempre han sido el obstáculo principal a la implementación de políticas de prevención. Al respecto, elaboramos un documental como producto de meses de investigación realizados sobre la captura de las políticas de salud en nuestro país por parte de las corporaciones. El documental es de acceso gratuito en las redes, titulado “El Peor de los Mundos” (https://www.youtube.com/watch?v=KcY-hyFoQfM).

La Organización Mundial de la Salud señala la necesidad de diseñar, implementar, monitorear y evaluar las políticas de salud pública sin la interferencia de los intereses comerciales, evitando el conflicto de interés en los funcionarios a cargo de estas políticas. La OMS reconoce la urgencia de reducir el consumo de los productos que están causando la mayor cantidad de enfermedad y muerte, como lo son los alimentos y bebidas no saludables, el tabaco y el alcohol. Se recomienda regular la publicidad de estos productos, su oferta en espacios determinados y establecer medidas fiscales que ayuden a reducir su consumo y generen recursos para enfrentar los daños que causan. Lo que ha ocurrido es lo contrario; hasta ahora, sigue la comida chatarra en las escuelas, provocando un consumo promedio por alumno y jornada escolar de más de 500 calorías diarias (tres estudios lo confirman), suficiente para aumentar varios kilos de peso cada ciclo escolar. Los puntos de venta de alcohol se han multiplicado sin control, así como su publicidad vinculada al deporte y los eventos juveniles, y el tabaco se expone en los espacios más preciados de las tiendas de conveniencia, tras las cajas, al lado del alcohol. Como usted sabe, las grandes corporaciones como Nestlé, Coca-Cola, Bimbo, Unilever, FEMSA, etc., se oponen a estas regulaciones ya sea a través de las puertas giratorias, el cabildeo, la captura de asociaciones profesionales, así como a través de acciones legales, como los amparos que ahora están en la Corte contra el etiquetado frontal y que también se han presentado contra la medida de prohibir la exhibición del tabaco en los puntos de venta, amparos estos últimos promovidos por FEMSA-OXXO.

La presencia de estas corporaciones en la Secretaría de Salud, a través de organismos de consulta o a través de funcionarios aliados, se convirtió durante años en el principal obstáculo a la implementación de las políticas regulatorias que pueden ayudar a reducir los daños de estos productos. Hay múltiples ejemplos de lo que ocurrió en el pasado, con más ejemplos negativos que positivos.
Titulé esta columna dando seguimiento a otra que publiqué hace siete años con el mismo título “Con todo respeto Dr. Kershenobich” (https://www.sinembargo.mx/06-06-2017/3234026). En esa columna le comentaba los problemas que presentaba el etiquetado frontal que se implementó en 2014, ya que le habían pedido participar en un evento de respaldo a ese etiquetado y que la sede del evento fuera el propio Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. En el artículo le daba a conocer la postura de la propia Organización Mundial de la Salud/Organización Panamericana de la Salud en contra de ese etiquetado por el riesgo que representaba al no ser entendible y tener un criterio de azúcar casi del doble del recomendado por ese organismo internacional. Estos argumentos fueron presentados en una carta dirigida a la entonces secretaria de salud, Mercedes Juan; al subsecretario de salud, Pablo Kuri; y al comisionado federal de COFEPRIS, Mikel Arriola. Le cité a usted los estudios del Instituto Nacional de Salud Pública que demostraban que ese etiquetado no era entendible, incluso, por estudiantes de nutrición, y documentación que demostraba que nunca se había creado un grupo de trabajo para el diseño y discusión de ese etiquetado.

Sabemos bien que poco tiempo después se sumó a un pronunciamiento público para evitar que, en la renegociación del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, promovido por Donald Trump, se estableciera en un anexo la prohibición de desarrollar un etiquetado de advertencia en cualquiera de los tres países. En México, la Secretaría de Economía y el propio Secretario de Salud, José Narro, negaron la existencia del propósito de obstaculizar un etiquetado frontal de advertencia en ese anexo del tratado comercial. Las propias posturas de congresistas de Estados Unidos y del representante comercial de Canadá en las negociaciones del tratado, así como su difusión en el New York Times, confirmaron esa intención y lograron el retiro de ese anexo.
Como sabe, nuestro interés no es más que llevar adelante las políticas internacionales recomendadas por los organismos de Naciones Unidas, por la OMS y por Unicef, políticas que han sido consensuadas internacionalmente por amplios grupos de expertos y muy diversas instituciones. Vivimos en un mundo donde las fuerzas comerciales de corporaciones que fabrican, publicitan e introducen al mercado productos no saludables se han convertido en la principal causa de enfermedad y muerte, y se debe actuar frente a esos determinantes comerciales de la salud.

Cuente con nosotros en esta labor, con todo respeto, Dr. Kershenobich.

Alejandro Calvillo
Sociólogo con estudios en filosofía (Universidad de Barcelona) y en medio ambiente y desarrollo sustentable (El Colegio de México). Director de El Poder del Consumidor. Formó parte del grupo fundador de Greenpeace México donde laboró en total 12 años, cinco como director ejecutivo, trabajando temas de contaminación atmosférica y cambio climático. Es miembro de la Comisión de Obesidad de la revista The Lancet. Forma parte del consejo editorial de World Obesity organo de la World Publich Health Nutrition Association. Reconocido por la organización internacional Ashoka como emprendedor social. Ha sido invitado a colaborar con la Organización Panamericana de la Salud dentro del grupo de expertos para la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia. Ha participado como ponente en conferencias organizadas por los ministerios de salud de Puerto Rico, El Salvador, Ecuador, Chile, así como por el Congreso de Perú. el foro Internacional EAT, la Obesity Society, entre otros.

Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas