Creze, empresa de servicios financieros que se dedica a la evaluación y gestión de riesgos, estima que el monto total al que asciende la riqueza patrimonial de quienes forman parte de esta comunidad gira en torno a los 18 billones de dólares.
Según la compañía, las industrias que más participan en el mercado LGBTTTI son las de turismo, arte, moda, bebidas alcohólicas y cultura “las cuales no sólo han sido pioneras en cuanto a dirigir sus esfuerzos hacia este target, sino que también han logrado crearles nuevos productos y necesidades: venderles un estilo de vida”, dijo David Lask, cofundador de la firma, y añadió que por cada ley o acción política en defensa de la diversidad sexual, el PIB per cápita tiende a aumentar en 400 dólares.
Por Jorge Luis Cortés
Ciudad de México, 29 de junio (Economía Hoy).– Durante junio, considerado mes del orgullo LGBTTTI, los espacios publicitarios y las redes sociales de muchas empresas adoptaron los colores del arcoíris como propios y aunque no hay indicadores para medir factores como el compromiso y la congruencia entre discurso y acciones, saber que hay estimaciones de que la comunidad LGBTTTI es capaz de aportar 80 mil millones de dólares al Producto Interno Bruno (PIB) de México, nos hace reconsiderar por qué las empresas enfocan grandes esfuerzos a eventos como la edición 41 de la llamada “marcha gay”.
En México, estudiosos de la Economía y, por supuesto, quienes buscan sacar a flote sus negocios, comienzan a mirar con interés al “pink market” o “mercado rosa”, que hace referencia al consumo de las personas que se identifican como parte de la comunidad LGBTTTI.
En el mundo, se calcula que entre el 5 por ciento y el 10 por ciento de la población es abiertamente gay, bisexual, lesbiana o transexual, lo que llevó a LGBT Capital, compañía especializada en asesorar a empresas que quieran incursionar en el “mercado rosa”, aseguran que si todos los miembros de la comunidad LGBTTTI fueran parte de un país, esta nación sería la cuarta economía del mundo, ya que su PIB sería cercano a los cuatro billones de dólares por año.
En octubre del año pasado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer un informe sobre a cuánto asciende el PIB de las 20 economías más grandes del mundo; Estados Unidos, China y Japón encabezaron el listado con 20.51 billones de dólares, 13.46 billones de dólares, y 5.07 billones de dólares, respectivamente.
El cuarto lugar fue para Alemania, con 4.03 billones de dólares; según las estimaciones de LGBT Capital, éste sería el lugar que ocuparía el país compuesto por los miembros de la comunidad LGBTTTI.
México también figura en este informe, ya que aparece en el lugar número 15, con un PIB aproximado estimado en 1.2 billones de dólares.
De acuerdo con César Casas, presidente de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT, en nuestro país, el “mercado rosa” aporta cerca de 80 mil millones de dólares al PIB, según datos aportados al diario El Universal.
Para Casas, buena parte de los integrantes de esta comunidad poseen una mayor capacidad de consumo, ya que viven en esquemas familiares sin hijos, suelen tener un mayor nivel de estudios y cuentan con ingresos que les permiten acceder a artículos de lujo.
UNA COMUNIDAD ECONÓMICAMENTE DESIGUAL
En el año 2014, la organización ADIL Diversidad e Inclusión Laboral, se dio a la tarea de elaborar una encuesta electrónica sobre las experiencias y la situación de vida laboral que experimentan los miembros de la comunidad LGBTTTI en México.
ADIL se describe como una agrupación profesional que promueve la inclusión y respeto hacia las personas LGBT en el ámbito laboral; en su estudio también participaron Google, JW Warriot Ciudad de México, y organizaciones de la sociedad civil.
Los resultados de la encuesta sugieren que gran parte de la comunidad LGBTTTI en nuestro país vive en condiciones precarias, pues el 28 por ciento de las personas encuestadas reportó tener un ingreso de menos de 5 mil pesos mensuales, y el 31 por ciento gana entre 5 mil y 10 mil pesos al mes, a pesar de que más de la mitad dijo tener estudios de licenciatura y un 17 por ciento estudió un posgrado.
No obstante, hay una presencia significativa de la comunidad en los deciles salariales medios y altos, puesto que un 26 por ciento de los encuestados reportó tener ingresos de 20 mil o más pesos mensuales.
El estudio arrojó que las ocupaciones más populares entre los hombres gays y bisexuales eran las relacionadas a las ventas, a la consultoría, a la comunicación, a la investigación y a la arquitectura.
Entre las mujeres lesbianas y bisexuales, los empleos más comunes tenían que ver docencia, atención a clientes, salud, finanzas y mercadotecnia. La mayoría de las mujeres trasgénero se dedicaba a la Comunicación, al Arte y al Entretenimiento, a la Mercadotecnia, al Estilismo y a la Atención a Clientes.
Creze, empresa de servicios financieros que se dedica a la evaluación y gestión de riesgos, estima que el monto total al que asciende la riqueza patrimonial de quienes forman parte de esta comunidad gira en torno a los 18 billones de dólares.
Según la compañía, las industrias que más participan en el mercado LGBTTTI son las de turismo, arte, moda, bebidas alcohólicas y cultura “las cuales no sólo han sido pioneras en cuanto a dirigir sus esfuerzos hacia este target, sino que también han logrado crearles nuevos productos y necesidades: venderles un estilo de vida”, dijo David Lask, cofundador de la firma, y añadió que por cada ley o acción política en defensa de la diversidad sexual, el PIB per cápita tiende a aumentar en 400 dólares.
“Sin duda, tanto el gobierno como las empresas mexicanas deberíamos trabajar de la mano para conquistar nuevos derechos en pro de la diversidad, pues además de beneficios sociales también producen dividendos”, opina Lask.