De acuerdo con el doctor Arturo Huerta, si las autoridades federales no toman acciones en beneficio de los productores y el campo, las presiones inflacionarias continuarán afectando la economía mexicana.
Ciudad de México, 29 de mayo (SinEmbargo).– Hace unos días el Gobierno de México publicó un decreto con el cual se exenta a diversas mercancías de la canasta básica del pago de aranceles de importación, medida que forma parte del Paquete contra la Inflación y la Carestía (PACIC) que presentó a principios del mes en curso. Sin embargo, ante las medidas emprendidas por las autoridades federales, aún cabe la pregunta: ¿estas acciones tendrán reflejo en los bolsillos de las familias mexicanas?
La iniciativa de “aranceles cero” forma parte del plan contra la inflación que dio a conocer de manera oficial la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el pasado 4 de mayo, como la estrategia a tomar en el rubro del comercio exterior. En ella se contempló exentar de aranceles a 21 de los 24 productos de la canasta básica y 5 insumos estratégicos.
De acuerdo con el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el pasado lunes 16 de mayo, los artículos que no tendrán aranceles de importación y exportación durante los próximos seis meses serán:
-Alimentos: Aceite de maíz, arroz en grano, atún, carne de cerdo, carne de pollo, carne de res, cebolla, chile jalapeño, frijol, huevo, jabón de tocador, jitomate, leche, limón, manzana, naranja, pan de caja, papa, pasta para sopa, sardina, zanahoria.
– Insumos: Harina de maíz, harina de trigo, maíz blanco, sorgo, trigo.
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Aunque la medida sí puede reflejar un impacto positivo en la economía de las familias mexicanas, el doctor Arturo Huerta, profesor de posgrado de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comentó que en realidad es una política que tendrá efectos negativos para los productores, ya que se abaratarán los productos importados y por ende desplazarán a la producción nacional.
“Esta práctica se ha utilizado por muchos años, de preferir los productos importados a los nacionales, porque supuestamente sale más barata las importaciones que la producción nacional, y lógico favorece al consumidor, pero va en detrimento del productor. […] Si México enfrenta fuertes rezagos en la producción de granos básicos es justo resultado de esta política de eliminar los aranceles a las importaciones de estos productos y también de que se mantiene un dólar barato, que facilita este tipo de importaciones”, destacó el especialista en entrevista con SinEmbargo.
El doctor en economía insistió que aunque puede ser una medida que “aminore un poco el impacto inflacionario de la inflación mundial”, se hará a costa de seguir delegando a los productores nacionales. Además alertó que de continuar sin atención a los productores, México continuará con una producción nacional insuficiente para satisfacer la demanda interna.
“Si eso continúa, seguiremos recurriendo a importaciones y por ende al precio internacional de estos productos (granos e insumos básicos) y del precio del dólar. Cuando el dólar se dispare esas importaciones no van a resultar baratas, sino caras”, agregó el profesor de la máxima casa de estudios.
DOF - Diario Oficial de la Federación_arancelesEn esa línea, el doctor Huerta comentó que lo ideal sería que la administración de Andrés Manuel López Obrador “atienda” a los productores mexicanos, ya que de sólo enfocarse en las afectaciones que reciben los consumidores, se excluye el resto de los sectores económicos.
“Los sobreprecios alimentarios tienen su raíz en una falta de atención en el sector agropecuario, que deriva en una producción insuficiente de éstos productos, a la que se le suma que México importa el 48 por ciento de los granos básicos que consume.[…] Desde esta perspectiva, en realidad lo que se debe de hacer es atender y ver al productor, ser autosuficientes y no depender de importaciones para satisfacer al mercado interno. Esta política de favorecer al consumidor ha atentado contra los productores, sobre el crecimiento económico, sobre la generación de empleo. ¿De qué te sirve trabajar con bajos precios si la gente está desempleada y no tiene ingreso para consumir absolutamente nada?”, resaltó el economista para este medio.
Aún cuando la autosuficiencia es el camino que marcó el doctor Huerta, recordó que debido a que se le ha dado poca atención al campo, México no cuenta con las herramientas suficientes para cubrir la demanda nacional de los productos agrícolas.
“Antes de las políticas de economía abierta, de políticas de alta tasa de interés, de políticas de austeridad fiscal y antes de las políticas de estabilizar el tipo de cambio, éramos autosuficientes. Esas políticas nos han llevado a incrementar las importaciones de todo tipo de productos y de ahí que no somos autosuficientes. La política del Gobierno de apoyar a productores menores de 50 hectáreas no va a resolver el problema de la pérdida de autosuficiencia alimentaria, se tiene que apoyar a todos los productores de los granos básicos, porque la mayor producción la generan los grandes productores, y hasta ahora no hay política que apoye a los grandes productores, por lo tanto, esa medida de regalar fertilizantes a los ejidatarios menores de 50 hectáreas sólo los favorece a ellos, pero no viene a aumentar la producción nacional para satisfacer el consumo local”, insistió.
Además, consideró que aunque las estrategias del PACIC sean adicionales a la subida de la tasa de interés del Banco de México (Banxico), la estrategia de Gobierno no funcionará ya que la inflación por la que se atraviesa es por “escasez de oferta” y no por “escasez de demanda”.
paquete-contra-la-inflación-y-la-carestía“Banxico aumenta la tasa de interés para disminuir la actividad económica, aumentar el desempleo y así bajar la demanda, el consumo para disminuir la demanda sobre precios, pero con las presiones inflacionarias que estamos enfrentando no son presiones de demanda, porque la demanda no ha crecido, porque el Gobierno no está gastando. Las presiones que estamos enfrentando son por inflación de oferta, es decir, de escasez de productos y el aumento a la tasa de interés lo que viene a hacer es contraer más la inversión, por lo tanto se contrae la producción y seguirá la escasez de productos”.
Hasta el cuarto mes de 2022, la inflación en México llegó a su nivel más alto desde 2001 con un 7.68 por ciento interanual. Por componentes, la inflación Subyacente se situó en 7.22 por ciento frente a lo reportado en abril del año anterior y la inflación no subyacente se ubicó en 9.07 por ciento anual.
Dentro del subgrupo de bienes y servicios subyacentes, las mercancías aumentaron el 1.03 por ciento y los servicios crecieron un 0.48 por ciento, con una tasa anual del 9.33 por ciento y del 4.83 por ciento, respectivamente.
Con la presencia de todos sus miembros, la Junta de Gobierno del #BancodeMéxico decidió por mayoría, incrementar la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 7.00% con efectos a partir del 13 de mayo de 2022. Consulta el comunicado en: https://t.co/CmxRMYlWdO pic.twitter.com/NNFFxr38o7
— Banco de México (@Banxico) May 12, 2022
En los no subyacentes, los agropecuarios aumentaron un 1.05 por ciento respecto al mes anterior, y los energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno cayeron un 1.07 por ciento. Dentro de los agropecuarios, los precios de los productos pecuarios (ganaderos) aumentaron un sustancial 1.58 por ciento mensual, mientras que los energéticos cayeron en abril un 1.53 por ciento mensual.
Ante las subidas inflacionarias que se han visto desde 2020, primero ocasionadas por la pandemia de COVID-19 y ahora agravadas por la guerra en Ucrania, el Banxico a elevado la tasa de interés con el propósito de contener la precios de los precios al consumidor. Al mes de mayo de 2022, la tasa de interés del banco central se estableció en 7 por ciento.