El candidato comenzó a utilizar chaleco antibalas días después de denunciar ante la FGR a sus contrincantes de la contienda electoral.
Ciudad de México, 29 mayo (SinEmbargo).- Tras registrarse diversos hechos de violencia en el país en contra de candidatos, rumbo a las próximas elecciones del 6 de junio, Ricardo Arnulfo Mendoza Sauceda, candidato a la gubernatura de Sinaloa por el Partido Encuentro Social (PES) comenzó a utilizar chaleco antibalas en sus actos de campaña.
El candidato afirmó que su equipo de campaña le recomendó el uso del chaleco y policías, a quienes ha representado como abogado, se lo dieron de regalo.
El chaleco antibalas dice Gobernador en la parte frontal y cuanta con el logotipo del PES en hombros y pecho.
Mendoza Sauceda comenzó a utilizar este tipo de protección días después de denunciar ante la Fiscalía General de la República (FGR) a sus rivales en la contienda electoral: Rubén Rocha Moya representante del Movimiento Regeneración Nacional (Morena); Mario Zamora de la Alianza PRIANRD; Sergio Torres de Movimiento Ciudadano; y Héctor Melesio Cuén, presidente del Partido Sinaloense (PAS), por recursos de procedencia ilícita.
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Cientos de ataques y amenazas contra candidatos se han reportado desde septiembre pasado hasta la fecha, según registros de la consultora privada en comunicación y gestión de riesgo Etellekt Consultores, lo que ha convertido la elección intermedia del 6 de junio en una de las más violentas de la historia reciente de México, superada por la votación de 2018, cuando se reportó más de un centenar de homicidios de políticos.
Los comicios de junio, los más grandes de la historia de México y en los que participan más de 150 mil candidatos, serán cruciales para el mandatario Andrés Manuel López Obrador en su plan para asegurarse el control del Congreso en los tres años que le restan de mandato. En la consulta se votará para renovar los 500 puestos de la Cámara de Diputados, 15 de los 32 gobernadores, mil 063 diputaciones estatales y mil 926 ayuntamientos.
La multiplicación de los ataques y amenazas han llevado al menos a 18 aspirantes y candidatos a salir de la carrera electoral e incluso algunos a cambiar de residencia para evitar correr con la suerte del exprocurador Abel Murrieta, candidato a la Alcaldía norteña de Cajeme, estado de Sonora, o de Alma Barragán, candidata a la Alcaldía de la ciudad central de Moroleón, estado de Guanajuato, quienes murieron a tiros este mes durante actos de campaña.
La creciente violencia ha desatado una ola de críticas de las principales fuerzas opositoras y organizaciones locales contra el plan que arrancó en marzo López Obrador para proteger a los candidatos. Algunos analistas advierten que la situación de violencia podría alentar la abstención, el control de los grupos delictivos sobre las decisiones de los candidatos y que lleguen al poder políticos ligados a actividades ilícitas.
No obstante, el mandatario mexicano ha defendido sus políticas asegurando que permanentemente se da atención a los candidatos y se actúa para castigar a los responsables, aunque admitió, a raíz del asesinato de Murrieta, que “puede ser que sea responsable pero no culpable”.
A pocos días de las elecciones López Obrador instó a los mexicanos a salir a votar y no dejar que los atemoricen los grupos delictivos. “Cuando hay abstención dominan los de la mafia las elecciones, ya sea la mafia de la delincuencia organizada, como se le llama, o de la delincuencia de cuello blanco”, agregó.
-Con información de AP