La novena edición de Lollapalooza Brasil estaba programada inicialmente para abril de 2020, pero la irrupción de la covid-19 los obligó a postergarla hasta diciembre de ese año.
Sao Paulo, 28 abr (EFE).- La versión brasileña del festival de música Lollapalooza fue aplazada de nuevo para los días 25, 26 y 27 de marzo de 2022 debido a la gravedad de la pandemia de la covid-19 en el país, según informaron este miércoles los organizadores.
“Teníamos muchas ganas de otra edición inolvidable este año, pero, en virtud de la emergencia sanitaria internacional por la pandemia, quedó cada vez más claro que no será posible realizarlo en 2021”, indicaron los promotores en una nota divulgada en sus redes sociales.
Afirmaron que se trata de una “decisión difícil”, pero a la par “responsable” para con el público, los artistas y todo el personal que rodea al popular festival de música, que nació en Estados Unidos y también se celebra en otros países, como Chile y Argentina.
“Vamos a volver más fuertes que nunca en marzo de 2022 para tener un Lollapalooza histórico”, garantizaron los organizadores, al tiempo que recordaron que las entradas adquiridas hasta la fecha valdrán para 2022.
La novena edición de Lollapalooza Brasil estaba programada inicialmente para abril de 2020, pero la irrupción de la covid-19 los obligó a postergarla hasta diciembre de ese año.
El país, sin embargo, nunca terminó de controlar por completo la diseminación del virus y, por esa razón, decidieron retrasarlo una vez más hasta septiembre de 2021, con la esperanza de una mejora de la crisis sanitaria.
Pero lejos de mejorar, la pandemia se agravó en estos 4 meses de 2021, periodo en el que Brasil ha contabilizado más fallecidos por covid-19 que los 194.949 registrados en todo 2020, mientras que la campaña de vacunación avanza a cuentagotas.
Según datos del Ministerio de Salud, el país acumula ya más de 14.5 millones de contagios y casi 400 mil decesos desde que el 26 de febrero de 2020 registró el primer caso de la enfermedad, que fue además el primero de Latinoamérica.
Aunque el ritmo de infecciones y decesos vinculados a la enfermedad ha descendido ligeramente en las últimas 2 semanas, continúa en niveles elevadísimos, con el sistema público de salud todavía fuertemente presionado en buena parte de Brasil.