Los analistas señalan que la confianza en una reapertura económica que llegaría antes de lo esperado ha insuflado optimismo a los mercados, que esperan que la progresiva vuelta a la normalidad se traduzca en un repunte de la demanda de crudo, duramente golpeada por la pandemia del COVID-19.
Nueva York, 29 de abril (EFE).- Un incremento menor de lo esperado de las reservas de crudo estadounidenses y por la esperanza de un aumento en la demanda provocado por las progresivas reaperturas económicas anunciadas en algunos estados de EU llevó el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) a un importante rebote del 22.04 por ciento, en los 15.06 dólares el barril; el precio del barril de petróleo Brent para entrega en junio terminó hoy en el mercado de futuros de Londres en 22.70 dólares, un 10.79 por ciento.
Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en junio sumaron 2.72 dólares con respecto a la sesión previa del martes. El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, concluyó la jornada en el International Exchange Futures con un incremento de 2.21 dólares respecto a la última negociación, cuando cerró en 20.49 dólares.
Los precios del petróleo subieron así más de un 22 por ciento el miércoles luego de que los datos mostraron una acumulación menor a la esperada en los inventarios estadounidenses, así como también por la esperanza de los inversores de que las economías reabrirán antes de lo esperado.
El optimismo de que las economías podrán reabrir antes de lo programado aumentó después de que Gilead dijese que los primeros resultados de su ensayo de medicamentos contra el coronavirus mostraron que al menos el 50 por ciento de los pacientes tratados con una dosis durante cinco días mejoró y más de la mitad fueron dados de alta del hospital dentro de dos semanas.
En los últimos días, varios estados del país como Carolina del Sur, Texas o Tennessee han comenzado a reabrir pequeños negocios y relajar las medidas de contención del virus, y grandes motores económicos como Nueva York, el gran epicentro de la pandemia, que aún tiene mucho camino por recorrer, empiezan a avanzar planes para su desescalada.
Todo ello a pesar de una merma del 4.8 por ciento del PIB en Estados Unidos en el primer trimestre, la mayor contracción económica en el país desde la crisis financiera.
Los precios del petróleo también tuvieron un impulso gracias a un acopio menor a lo esperado en los inventarios estadounidenses. Según los datos de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos, las existencias de crudo aumentaron en 9 millones de barriles durante la semana que finalizó el 24 de abril. Esto fue inferior a los 11.7 millones que esperaban los analistas.
Los datos también mostraron que la producción estadounidense cayó en 100 mil barriles por día la semana pasada.
“Los precios del petróleo subieron el miércoles debido a que los operadores se aferran a indicaciones potencialmente positivas de que la brecha entre la oferta y la demanda podría volverse más pequeña pronto”, dijo en una nota el jefe global de mercados petroleros de Rystad Energy, Bjornar Tonhaugen.
“En general, necesitamos anuncios oficiales de recortes o reaperturas de las economías para que los precios se estabilicen. Esperamos mucha volatilidad y fluctuaciones de precios en los próximos días, ya que los operadores alcistas y bajistas sopesan sus esperanzas y temores en un mercado que está desesperado por encontrar algo a lo que aferrarse”, agregó.
En este contexto, los contratos de futuros de gasolina con vencimiento en junio restaron unos siete centavos hasta los 0.60 dólares el galón, y los de gas natural, con vencimiento el mismo mes, restaron uno nueve centavos hasta los 1.86 dólares por cada mil pies cúbicos.