Ciudad de México, 29 abr (SinEmbargo).- Con 45 películas en su haber y una carrera que ha transitado desde un férreo trabajo independiente hasta la cima del mainstream con un Oscar ganado gracias a su papel de tartamudo en El discurso del rey, Colin Firth (Londres, 1960) acaba de estrenar Arthur Newman.
La historia gira alrededor de un hombre que pierde su trabajo, finge su muerte y adopta una nueva identidad, la de un golfista profesional. El filme, ópera prima de Dante Ariola a partir de un guión original escrito por Becky Johnston, trae como coprotagonista a la inmensa Emily Blunt en la piel de una mujer que huye también de su pasado.
Al frente de la película cuya fecha de estreno en México está prevista para junio próximo, Firth cumple con creces las expectativas que suelen generarse alrededor de su desempeño en la pantalla grande.
Una carrera con giros y vueltas que inició con Tumbledown, siguió con su recordado Fitzwilliam Darcy en una versión televisiva de Orgullo y prejuicio, a la que se sumaron años de papeles secundarios en filmes como Shakespeare in Love y Hope Springs, entre otros, que precedieron la explosión mediática que se originó con la candidatura al Oscar que obtuvo merced a la ópera prima de Tom Ford, A single Man.
La estatuilla dorada llegaría finalmente con El discurso del rey, donde el actor dejó huella con su bordado papel de rey inseguro en el filme de Tom Hooper donde compartió elenco con un también exquisito Geoffrey Rush.
Hablar de Colin Firth es también referirse a las dos entregas de Bridget Jones, películas que consagraron a la actriz Renée Zellweger y sobre la que empiezan a correr rumores en torno a la posibilidad de una tercera parte.
“Si hay un guión, ¿por qué no?”, dijo Firth en una entrevista realizada este fin de semana por la agencia Reuters en Miami, donde se llevó a cabo la premiere de Arthur Newman.
CÓMO ESCAPAR DE LA PROPIA VIDA
Según Firth, muchas personas albergan en su interior una fantasía escapista.
“¿Es posible borrar una vida?”, se pregunta el actor. “Puede ser, aunque no creo que la película traiga un mensaje en torno a esta cuestión. Para mí, es más bien una explicación de lo que es sentir que uno ha fallado y que toda la realidad no tiene ningún valor. Se trata de una crisis de la mediana edad, pero que puede darse en cualquier momento de la vida. Uno hace el inventario de sus logros y a menudo siente que se ha quedado corto”, explica Colin.
Para construir su personaje, Firth tuvo que abandonar su acento inglés y cambiarlo por el de un estadounidense, al tiempo que se vio obligado a jugar al golf decentemente.
“No hay manera de que puedas convertirte en un experto golfista en tan poco tiempo, lo que hice fue aprender unos cuantos movimientos para ser creíble en mis escenas”, comenta.
La esperada convicción del actor para encarnar a su personaje y el también previsible lucimiento de Blunt, impiden según la crítica que el filme caiga en la mediocridad total.
En la mencionada entrevista a Reuters, Firth dice haber elegido el filme por las características tan aburridas de su rol.
“Un hombre que parecía lleno de normalidad. De hecho, varios personajes de la película lo consideran un hombre aburrido. Así que sí, realmente es muy aburrido y eso me intrigó. Siempre lo ha hecho. En realidad ¿qué está pasando? ¿Cuáles son las dinámicas detrás de alguien que languidece en una decepcionante vida urbana? ¿Qué heroísmo es posible?”, precisa.
El actor, que no ha parado de trabajar desde que ganó el Oscar, un hecho que según reconoce “me ha abierto muchas puertas”, tiene varios filmes a estrenar además de Arthur Newman.
Entre ellos, Devil’s Knot, del canadiense Atom Egoyan, The promised land, lo nuevo de Michael Winterbottom y Gambit, de Michael Hoffman, con guión de los hermanos Coen.
A propósito de una tercera entrega de Bridget Jones, Colin ha dicho que no piensa mucho en ello.
“Me gusta el personaje y me gusta la historia. Creo que Helen Fielding (la autora y guionista) es una escritora maravillosa. Donde lo ha retomado ahora, que somos todos más viejos, es quizá más interesante que al principio. Así que si hay una buena historia y un buen guión, me lo pensaré”.
