Ciudad de México, 28 diciembre (SinEmbargo).- Tendría que haberse tragado sus malditas palabras Walter White cuando le dijo a bocajarro a Saul Goodman que era “un abogado de pacotilla”.
Tiene que reconocer el rey de las metanfetaminas que muchas cosas hubieran sido diferentes y para mejor si en lugar de despreciar al abogado de las corbatas coloridas y los trajes comprados al tres por uno en alguna tienda de conveniencia, hubiera seguido sus consejos.
Tiene que reconocer el perverso de Walt que en el cerebro excéntrico de Goodman si no hay espacio para una inteligencia superior, al menos caben la sensatez y el sentido común del que en varias ocasiones carecieron el genial químico de Alburquerque y sobre todo su secuaz, el fronterizo Jesse Pinkman.
Interpretado magistralmente por Robert “Bob” Odenkirk, Saul Goodman tendrá serie propia en Better Call Saul, que Netflix pasará en el mercado latino en el 2014, a pocos días de que sea estrenada, con los buenos arbitrios de Vince Gilligan, el magno creador de Breaking Bad, en los Estados Unidos.
Se trata de una “precuela” de la consagrada serie protagonizada por Bryan Cranston, quien ya ha dejado saber que si hace falta y el guión así lo requiriera se dejará ver por allí junto a su demencial hijo adoptivo Jesse.
No se puede garantizar que aun estando al frente de su propio programa el abogado cambie la forma peculiar de vestir que lo caracteriza. Por el contrario, es probable que nos cansemos de ver más sacos verdes, corbatas fucsia y la comicidad desatada en lo que –dijo Gilligan- será más bien una comedia y no un drama furibundo como Breaking.
A pesar de sus nombres judíos, se sabe que el personaje es un irlandés que se bautizó para atraer a más clientes y que cultivó un carácter en apariencia cómico para decir las cosas más graves en un tono más llevadero.
“Saúl tiene todo el peligro alrededor, pero a una distancia prudente de él. Las personas que lo rodean pueden estar bajo la amenaza de la muerte o el arresto, la prisión, pero él nunca estará en el punto de mira. Manipula las piezas en el tablero de ajedrez, tratando de hacer la mayor cantidad de dinero al final del día”, comentó Bob Oderkink en una entrevista a Hollywood Reporter.
EL SPIN OFF DE BREAKING BAD
Vince Gilligan sabe el peligro que corre al ponerse al frente del spin-off de una serie que lo consagró con un éxito que todavía le resulta abrumador, pero no puede resistir la tentación de darle más luz a Saúl Goodman, un personaje que ama.
Better Call Saul será grabada íntegramente en Alburquerque, se estrenará a mediados del 2014 en AMC y tendrá 75 % de comedia y 25 % de drama, un porcentaje exactamente al revés del que primaba en Breaking Bad.
“Filmemos en Alburquerque y traigamos de vuelta a la mayor cantidad posible del reparto y hagamos esto de la misma manera en que lo hicimos antes para que sea una pieza de ese universo ficticio preexistente que tanto nos divirtió al crearlo”, señaló Gilligan en octubre, durante una entrevista con el Hollywood Reporter.
Seguramente con la serie nos quedará claro algo que no tuvo tan claro Walter White: ¡Mejor llama a Saúl!