La CNDH al servicio del juego de las cifras sobre personas desaparecidas

28/11/2023 - 12:05 am
La intencionalidad de la CNDH no es contradictorio con el derecho de toda persona a ser buscada, ni con la consecuente obligación de las autoridades de actualizar y mejorar los registros de forma continua, ni con la obligación de contrastar diversas bases de datos como una forma de búsqueda de personas. Foto: Isaac Esquivel, Cuartoscuro

Por Humberto Francisco Guerrero Rosales*

El pasado 23 de noviembre la CNDH informó sobre la emisión de la recomendación 238/2023, relativa a diversos problemas en la conformación del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RPDNO). Con esta recomendación, la CNDH protagoniza un episodio más donde su independencia y rol de contrapeso al poder se pone en entredicho. Sin demérito del agravio experimentado por los familiares de la persona desaparecida que interpusieron la queja que motivó la referida recomendación, cabe llamar la atención sobre el momento político que la CNDH eligió para emitir su resolución. La suspicacia sobre la intencionalidad de la recomendación 238/2023 es inevitable por el hecho de que ésta llega en el momento en que el gobierno federal ha cuestionado la construcción del RPDNO, como parte de una estrategia narrativa más amplia para minimizar la dimensión de la crisis de personas desaparecidas en nuestro país.

A mediados de este año, desde el Ejecutivo Federal se empezó a cuestionar la confiabilidad de las cifras del RPDNO, según las cuales en nuestro país existirían cerca de 111 mil personas desaparecidas, de las cuales, poco más de 40 mil habrían ocurrido durante el sexenio Andrés Manuel López Obrador[1]. La contundencia de las cifras y los cuestionamientos de los medios de comunicación sobre el rumbo de la estrategia para revertir la crisis de desapariciones empezaron a incomodar al gobierno federal, lo cual derivó en un llamado del presidente López Obrador a “actualizar” las cifras de personas desaparecidas, con la creación de un “nuevo censo”; el cual el exsubsecretario Alejandro Encinas declaró que estaría listo en agosto.

La ejecución de esa actualización de cifras o “nuevo censo”, en la cual han participado autoridades que van más allá de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), ha estado plegada de denuncias públicas por actos de revictimización, opacidad sobre la metodología y manejo de la información en el proceso de actualización, sin que nada de esto haya sido objeto de preocupación por parte de la CNDH. Por el contrario, la CNDH ha elegido focalizar su atención en solo uno de los elementos del debate: la confiabilidad de la metodología para la construcción del registro. Y esta mirada parcial es una forma de prestarse a la manipulación política del problema.

En este punto es pertinente aclarar que cuestionar la intencionalidad de la CNDH no es contradictorio con el derecho de toda persona a ser buscada, ni con la consecuente obligación de las autoridades de actualizar y mejorar los registros de forma continua, ni con la obligación de contrastar diversas bases de datos como una forma de búsqueda de personas. Las familias articuladas en diversas plataformas han dejado claro que no existe oposición a la búsqueda ni a la adopción de medidas que lleven a fortalecer la confiabilidad de los registros existentes. Sin embargo, a lo que sí se oponen es a la distorsión política de la realidad para negar lo evidente[2]. Es decir, el hecho de que el RPDNO presente fallas en su construcción, no se puede usar como argumento suficiente para sustentar la narrativa gubernamental de que en México existen menos personas desaparecidas o que estamos si quiera cerca de empezar a superar la crisis, tal afirmación requiere de sustento e indicadores adicionales.

Frente a este escenario, ¿dónde podrían estar las pistas para un entendimiento mínimo entre el gobierno y las familias de personas desaparecidas sobre el debate en torno al RPDNO? La respuesta está en dos elementos muy sencillos: en la transparencia sobre las metodologías, y en la participación sustantiva de las familias en momentos clave de decisión en este proceso. Estas dos demandas han sido la exigencia mínima y permanente de las familias desde que inició el debate sobre la actualización del RPDNO, sin que hasta el momento haya habido respuesta positiva desde el gobierno federal.

 


* Humberto es coordinador de Derechos Humanos de @FundarMexico.

[1] Martínez, César, Desaparece una persona cada hora en sexenio de AMLO en “A dónde van los desaparecidos”, junio 1, 2023, disponible en: https://adondevanlosdesaparecidos.org/2023/06/01/desaparece-una-persona-cada-hora-en-sexenio-de-amlo/#:~:text=Durante%20el%20mandato%20de%20L%C3%B3pez,un%20total%20de%2042%2C029%20desapariciones.

[2] Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, Datos del registro de desaparecidos no deben ser usados para revictimizar ni cuestionar los derechos de las víctimas, disponible en: https://movndmx.org/el-mndm-hace-un-llamado-a-las-autoridades-encargadas-de-actualizar-datos-del-rnpdno-ser-transparentes-y-documentar-debidamente-evitando-revictimizar-a-las-familias-de-personas-desaparecidas/

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