La devastación que dejó a su paso la contaminación de un río, provocada por los desechos de las grandes industrias que se asentaron en el municipio de Juanacatlán en la década de los 70, son reflejadas en Resurrección, el último trabajo del cineasta mexicano Eugenio Polgovsky que más allá de hacer sólo una denuncia dio voz a los habitantes de un pueblo empobrecido que ahora sufre la promesa de una modernización.
Ciudad de México, 28 de noviembre (SinEmbargo).– La cascada de El Salto de Juanacatlán, en el estado de Jalisco, llegó a ser llamada como el “Niágara Mexicano”, pero desde hace más de tres décadas el paisaje cambió drásticamente. La contaminación del Río Santiago acabó con todo a su paso.
Resurrección es último trabajo fílmico del director Eugenio Polgovsky (Los herederos, 2008), fallecido en agosto del año pasado. El documental retrata en voz de la gente que habita a las orillas del río, cómo su vida cambió junto con el cuerpo de agua.
“Eugenio confiaba mucho en la capacidad de cine, del arte, para transformar. El apostaba a su pasión que era el cine y la fotografía, él veía al documental como una forma de recuperar y filmar una memoria, en este caso fue la memoria de la cascada, la memoria de la gente”, dijo Natalia Polgovsky, sonidista del filme y hermana del director.
El largometraje, lejos de ser un trabajo periodístico o científico, reconstruye a través de los testimonios de los lugareños cómo el río cambió de ser un lugar para la pesca, el riego, hábitat para mucho animales y un sitió de esparcimiento a una capa gigante de espuma y sustancias tóxicas perjudiciales para la vida que lo rodea.
El trabajo de Eugenio Polgovsky, que comenzó como un cortometraje para una campaña para Greenpeace, se convirtió en una proyecto más ambicioso cuando se dio cuenta que el problema era más grave de lo que ya aparentaba y con consecuencias devastadoras que la vida a su alrededor ya sufría.
“Le tocó las vibras y sintió ese dolor al oír esas historias tratando de recuperar la memoria de la gente de qué era, qué pasó”, dijo Enrique Enciso del Colectivo un Salto de Vida y con quien el cineasta trabajó durante los tres años que duró la elaboración del documental.
Más allá de las cifras, Polgovsky se fue a los hogares más empobrecidos de la zona a la que se vendió la modernización como un futuro prometedor, pero que en lugar de eso enfermó a sus hijos, pues el filme expone el testimonio de los propios niños víctimas de la contaminación de las industrias que ahora viven con insuficiencia renal.
“Eugenio apostaba que con su trabajo no sólo hubiera un retrato de esta situación sino un apelación al espectador. A la sociedad de esperanza. Todavía se puede hacer algo, todavía podemos hacer un ejemplo para el mundo de cómo salvar un río”, dijo Natalia Polgovsky.
Julio Chavezmontes, productor del documental, explica que Eugenio más que sólo una denuncia buscaba transmitir la realidad por medio de su mirada. “Era un poeta”, describe.
“La película es un punto de partida, es un acto de conciencia”.
“Este documental puede ser inicio de empezar a revertir la historia. Muchos países en Europa han hecho esfuerzos, en América Latina, no hay historias al respeto. Yo creo que ahora que entre lo nuevos gobierno en condiciones destinan, no puedo decir si mejores, habría una posibilidad”, indicó Graciela González también fundadora del Colectivo.
“No es asunto de melancolía o de nostalgia. [El documental] no tendrá que cumplir ese propósito exclusivamente. El asunto de la nostalgia es muy delicado porque hace que las persona se queden ahí, en el recuerdo. Necesitamos resistir y luchar, y creo que resurrección tiene un nombre perfecto porque de alguna manera Eugenio está resucitando ahora”, señaló Graciela, quien además pidió al Gobierno a dejar de hacer esfuerzos por ocultar la realidad.
Resurrección se estrenará el próximo 30 de noviembre en salas de cine de Cinépolis, Cinemex y en independientes como Cine Tonalá, Le Cinéma IFAL y Cinemanía. Ciudades como Guadalajara, Morelia y Monterrey también la podrán ver en cartelera.
