Situada frente al mar, en una situación clave bañada por las aguas del Golfo de México, Campeche fue un importante puerto comercial durante su etapa colonial y desde sus muelles zarparon con destino España numerosas embarcaciones cargadas de riquezas en forma de “palo de tinte”, un apreciado árbol que era básico para teñir telas en varios colores.
Por Roberto Ruiz
Ciudad de México, 28 de Noviembre (ElDiario.es/SinEmbargo).- ¿Alguna vez te has preguntado el origen del adjetivo “campechano”? ¿Esa palabra que utilizamos para referirnos a una persona afable, sencilla y cercana? Pues sí, parece que su procedencia no es otra que el propio gentilicio de la ciudad de Campeche, ubicada en el estado homónimo de la península de Yucatán, en México. Así que, sabiendo esto, ya te puedes hacer una idea de cómo es recibido el visitante que llega a este enclave que rezuma historia por los cuatro costados.
Campeche no es una ciudad grande, apenas supera los 200 mil habitantes, y menos aún si nos centramos en su casco antiguo que es donde se concentra gran parte de sus atractivos. Situada frente al mar, en una situación clave bañada por las aguas del Golfo de México, Campeche fue un importante puerto comercial durante su etapa colonial y desde sus muelles zarparon con destino España numerosas embarcaciones cargadas de riquezas en forma de “palo de tinte”, un apreciado árbol que era básico para teñir telas en varios colores ¿Y en esa época qué significa la presencia de algo así? Efectivamente: piratas.
Pero lejos ya de la amenaza de piratas, bucaneros, corsarios y filibusteros Campeche es hoy una ciudad luminosa, con calles llenas de color, fuertes, murallas, baluartes, museos y mucha historia que contar. Por eso, y por mucho más, no deberías dejarla de lado en tu próxima ruta por la península de Yucatán.
UNA CIUDAD OBLIGADA A DEFENDERSE
El monopolio comercial que España impuso en productos como éste a comienzos del siglo XVII rápidamente propició la aparición de la piratería en San Francisco de Campeche, que así es como se llama oficialmente. Ni los esfuerzos de la ciudad ni los del rey Felipe IV desde España obtuvieron grandes resultados y paratas como John Hawkins, Francis Drake, Cornelius Jol, Michel de Grandmont o Henry Morgan, entre muchos otros, se dejaron caer por allí. Pero hubo uno que dejó su nombre grabado en Campeche para siempre por sus saqueos, el holandés Laurens de Graaf, más conocido como Lorencillo. Tanto que hoy hay una reproducción de su barco que surca las aguas frente a la ciudad como una atracción turística más.
Todo esto hizo que Campeche se tomara más en serio su defensa y en 1704 se concluyó una muralla que bordeaba la ciudad además de una serie de fortificaciones desde las que repeler el ataque de los piratas. En total la muralla contaba con 4 puertas al exterior, 8 baluartes y además estaba reforzada por cuatro fuertes, de los que hoy quedan tres, y a los que se sumaban cuatro baterías más. Hoy en día se pueden visitar muchas de estas fortificaciones y varias son miradores y museos, y aunque de la muralla apenas quedan unos cuantos tramos en pie Campeche fue inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1999.
FUERTES, BALUARTES, CAÑONES Y MUSEOS
Además de tener un centro histórico colorido y alegre Campeche muestra orgullosa sus antiguas fortificaciones pues puede presumir de ser una de las pocas ciudades amuralladas de América. Hoy en día puedes (y debes) darte un buen paseo por su historia visitando algunos de sus fuertes y baluartes, entre los que sin duda destacamos tres: El Fuerte de San José, el Fuerte de San Miguel y el Baluarte de la Soledad.
Fuerte de San José, Museo Histórico de San José el Alto
Un fuerte en toda regla: situado en alto, con su foso, sus almenas, su puerta levadiza, su aljibe interior y sus cañones. Las vistas desde él son unas de las mejores de la ciudad. Aquí se encuentra hoy el Museo Histórico de San José el Alto con una temática centrada en los barcos y armas de la época virreinal, donde la piratería tuvo mucho que decir.
Fuerte de San Miguel, Museo Arqueológico de Campeche
Muy similar al de San José el Fuerte de San Miguel cuenta con la misma estructuras y las mismas estrategias defensivas pero es el mayor de la ciudad. En él se ubica hoy el Museo Arqueológico de Campeche, una muestra que reúne algunas de las piezas más valiosas de la civilización maya del estado de Campeche.
Baluarte de la Soledad, Museo de la Arquitectura Maya
Prácticamente en el centro de la ciudad, entre el Parque Principal y la Puerta de Mar, encontramos el Baluarte de la Soledad, sede hoy día del Museo de la Arquitectura Maya. En él se detallan cuidadosamente los diferentes estilos arquitectónicos mayas y se exhibe además la espectacular máscara de Calakmul, una máscara funeraria hecha en jade encontrada en el yacimiento de Calakmul.
CALLES, CASONAS Y COLORES DEL CENTRO HISTÓRICO
Pero la mayor parte del tiempo la pasarás paseando, el centro histórico está repleto de rincones con encanto, viejas casonas coloniales de techos infinitos, enormes ventanales enrejados y puertas que un día fueron señoriales. Los colores de las fachadas se encargarán de alegrar tu paso y de obligarte a sacar la cámara cada dos por tres, porque te las querrás llevar todas a casa.
Museo de Fortificaciones, Comercio y Navegación
En pleno Parque Principal y ubicado en el Centro Cultural “El Palacio” aquí encontrarás un excelente repaso a la historia de la ciudad de Campeche con maquetas, proyecciones, narraciones, objetos de la época y unas visitas guiadas sencillas pero didácticas. ¿Lo mejor? Que además es gratis.
Centro Cultural Casa nº 6
Se encuentra también en el Parque Principal. Una gran casona excelentemente conservada y expuesta para mostrar cómo eran las residencias típicas de la clase alta campechana entre los siglos XVII y XIX. Además de por sus muebles y decoración solo la arquitectura del edificio ya merece la pena.
Calle 59
Aquí encontrarás algunas de las casas más bonitas y mejor cuidadas de la ciudad, además de numerosos restaurantes y locales orientados al turismo. Pero si quieres comer bien bien prueba lugares como El Bastión de Campeche, en el Parque Principal, o La Pigua, a solo unos minutos andando del centro.