De acuerdo con las mediciones de la OCDE, 16 de cada 100 mexicanos tienen un ingreso que los mantiene debajo de la línea de pobreza, la cuarta proporción más elevada entre los países que integran ese organismo. En su reporte “Perspectivas económicas”, publicado hoy, destacó que a pesar de que las reformas impulsadas por el Presidente Enrique Peña Nieto han incrementado el empleo formal y han mejorado la inclusión financiera, la pobreza sigue estancada y persiste la desigualdad.
Ciudad de México, 28 de noviembre (SinEmbargo).- A pesar de que las reformas, impulsadas por el Presidente Enrique Peña Nieto, han incrementado el empleo formal y han mejorado la inclusión financiera, la pobreza sigue estancada y persiste la desigualdad, incluso de género, aseguró la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) al dar a conocer su informe “Perspectivas económicas”.
De acuerdo con las mediciones de la OCDE, 16 de cada 100 mexicanos tienen un ingreso que los mantiene debajo de la línea de pobreza, la cuarta proporción más elevada entre los países que integran ese organismo.
Este martes, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) presentó un informe en el que señaló que el porcentaje de los mexicanos que no puede comprar la canasta básica aumentó a 41.8 por ciento en el tercer trimestre de 2017 y el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza incrementó 4.6 por ciento, el primer repunte después de cinco trimestres consecutivos de reducciones anuales.
En el reporte publicado este martes, la OCDE sostuvo que las políticas monetaria y fiscal no están respaldando el crecimiento y prevé una desaceleración de la economía en 2018.
“La inflación ha desbordado con creces la meta del Banco de México (Banxico) -que es de 3 por ciento y ahora se sitúa en 6.3 por ciento- como consecuencia de la depreciación acumulada del peso durante 2017 y de la progresiva liberalización de los precios nacionales de los carburantes”, destacó el organismo.
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El informe destacó el “moderado incremento de los salarios y de la capacidad ociosa también está permitiendo que las presiones inflacionarias subyacentes continúen contenidas”.
“Una vez que la inflación regrese hacia la meta, el banco central tendrá margen para relajar su posición y apoyar el crecimiento del crédito y la inversión”, consideró la OCDE.
Indicó que la economía mexicana seguirá pesando el alto nivel de la inflación, como consecuencia de la depreciación del peso y de la liberalización de los precios de la energía, lo que repercute seriamente sobre el poder adquisitivo de los hogares.
El consumo interno, dijo, también está amenazado por las restricciones crediticias derivadas de una política monetaria que pretende controlar la escalada de precios.
La OCDE recordó la fuerte exposición de México a “‘shocks’ externos”, fundamentalmente vinculados con el comercio con Estados Unidos, que pretende renegociar al tratado de libre comercio de América del Norte (TLCAN), lo que aumenta la incertidumbre en el vecino del sur. Sin embargo, el informe recalcó que se han establecido “amortiguadores adecuados” que hacen a la economía mexicana más resistente.
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PIDE COMBATIR CORRUPCIÓN
El organismo también hace hincapié en la importancia de desarrollar las capacidades de la entidades subnacionales y de fortalecer el crecimiento de la productividad, hacer una implementación completa de las reformas estructurales, en particular para mejorar la eficiencia del sistema judicial, reducir la corrupción y mejorar la calidad de la educación.
La mayor contribución de las exportaciones y de las inversiones a la economía mexicana permitirán a este país mantener cifras de crecimiento superiores al 2 por ciento en los próximos años, según la OCDE, que revisó al alza sus perspectivas para México.
En su informe “Perspectivas”, la OCDE fijó la previsión de crecimiento para este año en 2.4 por ciento, cinco décimas porcentuales más de lo que anticipó en junio, mientras que para el año que viene será del 2.2 por ciento (dos décimas más).
De cara a 2019, el organismo pronostica un crecimiento estable situado en el 2.3 por ciento.