Un grupo de 10 sicarios guatematelcos, un salvadoreño y otros cuatro mexicanos detenidos y acusados por presuntamente haber atacado a elementos policiales y militares tenían en su poder un arsenal proveniente de Estados Unidos, un país desde el cual llegan la mayoría de las armas que emplean las organizaciones criminales mexicanas.
Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo).– Barretts calibre 50, ametralladoras Minimí calibre 762 por 51, artefactos explosivos, más de 5 mil 500 cartuchos útiles, 60 cargadores y equipo táctico fue el arsenal que estaba en poder de un grupo de 10 sicarios guatematelcos, un salvadoreño y otros cuatro mexicanos detenidos por haber atacado a elementos militares y policiales en Tecpan, Guerrero.
La Fiscalía de Guerrero informó la noche del viernes sobre la detención de los sicarios provenientes de Centroamérica. Lo cierto es que en la historia reciente del país las agrupaciones criminales mexicanas han reclutado en el pasado a miembros de agrupaciones de élite y a miembros de pandillas de esta región del continente.
En 2006, por ejemplo, en pleno estallido de la guerra contra el narcotráfico existe el antecedente de kaibiles, fuerza de elite militar de Guatemala, como sicarios de los Zetas, quienes además fueron señalados por las autoridades de haber reclutado a maras salvadoreños.
Hasta el momento se desconoce si los sicarios guatematelcos y el salvadoreño pertenecían a una agrupación de este tipo. Lo que sí se sabe es que tenían en su poder un arsenal proveniente de Estados Unidos, un país desde el cual llegan la mayoría de las armas que emplean las organizaciones criminales mexicanas.
“¿Qué pasa también con las armas que pasan de Estados Unidos a México? Ahora lo que vimos del caso de Tecpan en Guerrero pues eran armas de alto calibre que vienen de allá”, comentó al respecto la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en su conferencia mañanera de este lunes.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) cada año entran alrededor de 200 mil armas de manera ilegal al país. A su vez estimaciones oficiales, entre 2009 y 2019 entraron más de 2 millones de armas de manera ilegal al país -más de 200 mil cada año-, de las cuales 1.7 millones están en circulación.
A eso hay que sumar que según datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) citados en el informe “¿De dónde vienen las armas ilegales en México?”, del Programa de Seguridad Ciudadana de la Universidad Iberoamericana, las fuerzas de seguridad y procuración de justicia federales y estatales reportaron 17 mil 366 armas perdidas o extraviadas entre 2006 y 2020, de las cuales 25 por ciento son armas largas y 75 por ciento cortas. La mayor cantidad de armas fue extraviada por las corporaciones federales, seguida por la Ciudad de México y los estados de Guerrero, Chihuahua y Veracruz.
El grupo responsable de esta agresión ha sido identificado como “Los Granados”, que “tiene muchos años ahí ya establecido”, según reportó el Secretario de Seguridad Pública federal, Omar García Harfuch. “Los granados”, de hecho, están identificados desde hace por lo menos una década como uno de los principales generadores de violencia no sólo en Tecpan, sino en la región de La Costa Grande de Guerrero.
En 2011, la entonces Procuraduría General de la República ofreció una recompensa de un millón de pesos por cualquier información que pudiera llevar a la captura de Salvador Granados Vargas, alias “El Chava Granados”, identificado como el líder de “Los Granados”. Cinco años después, en 2016, la recompensa ya ascendía a 3 millones de pesos.
Según información de la Policía Federal, citada por El Sur de Acapulco, en 2008 Rubén “El Nene” Granados se unió a los Beltrán Leyva y formó Los Granados junto a su hermano Salvador Granados Vargas “El Chava”. El grupo controlaba en ese entonces los municipios de La Unión, Coahuayutla de José María Izazaga y Zihuatanejo, según las autoridades. Por esos años la Secretaría de Seguridad Pública estatal ubicó a Los Granados como uno de los 21 grupos delictivos causantes de la violencia. Para 2019, de acuerdo con información de la Fiscalía guerrerense, para 2019 Los Granados controlaban Tecpan de Galeana, Atoyac de Álvarez y Coyuca de Benítez.
“El Nene” fue detenido en 2009 por la Sedena. En ese entonces se señaló que era el encargado de controlar las actividades de siembra, cosecha y tráfico de enervantes en los municipios de Tecpan de Galeana, Petatlán y Teniente José Azueta así como de varias de las ejecuciones y secuestros suscitados en esa región del estado de Guerrero. Posteriormente quedó en libertad, y en abril de 2017 fue reaprehendido por la Policía Federal en Tecpan de Galeana, pero un juez de control ordenó su liberación días después, mientras que Salvador Granados se encuentra libre.
