En esta entrega de ¬ RADICALES, Alejandro Páez Varela, Álvaro Delgado, Héctor Alejandro Quintanar y Fabrizio Mejía Madrid analizaron los distintos frentes que los poderes de facto han emprendido para atacar a la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. De esta manera, expusieron lo que sucede con Televisa y con TV Azteca, inmersas en problemas en EU, así como el otro frente en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el reciente choque entre la Presidenta de México con Claudio X. González, que define a otra parte de esos poderes de facto.
Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo).– La Ministra Presidenta Norma Piña Hernández, el empresario y artífice del bloque opositor Claudio X. González Guajardo así como los dos líderes de las televisoras, Ricardo Salinas Pliego, de TV Azteca, y Emilio Azcárraga Jean, de Televisa, ejemplifican la crisis por la que atraviesan los poderes de facto, plantearon Alejandro Páez Varela, Álvaro Delgado, Héctor Alejandro Quintanar y Fabrizio Mejía Madrid en ¬ RADICALES, programa del Estudio B de SinEmbargo.
¿Quiénes son los que están presionando a la Corte para que revierta la Reforma? Esos poderes que como el Poder Judicial mismo van a perder privilegios, es el Poder Económico, es Claudio X. González, el papá y el hijo, que es un ‘junior tóxico’, como le dijo la Presidenta Claudia Sheinbaum”, expresó Álvaro Delgado. “Los poderes mediáticos, dentro de su enorme crisis Televisa y TV Azteca siguen siendo poderes mediáticos importantes en México por lo que irradian en los otros medios, en la prensa, en la radio, en la televisión, los poderes supranacionales. Entonces, estamos en días definitorios para una cosa: si realmente se termina con el viejo régimen”.
Delgado indicó que el Poder Judicial de la Federación representa precisamente ese viejo régimen, uno que se está atrincherado frente a un nuevo régimen democrático que busca nacer, “donde efectivamente los tres poderes de la unión, con sus facultades y sus atribuciones cumplan las mismas”.
Y ahondó: “A ver, hubo votación en México el 2 de junio, que le asignó a cada fuerza política su representación, le dio el triunfo a la Presidencia de la República a Morena, a Claudia Sheinbaum, le dio a Morena una representación en el Congreso, al Partido Verde, al PT, al PRI y al PAN. Esas minorías están ahí o lo son por voluntad popular, y esas minorías quieren mandar para que una decisión de las mayorías sea anulada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, qué bonita, que a todo dar, estaban acostumbrados los del PRIAN, eso es lo que se está jugando en este momento”.
Héctor Alejandro Quintanar cuestionó por su parte cómo estos cotos de poder poder institucional, como la Suprema Corte, los jueces, magistrados se han mostrado “como un obstáculo o un dique, en lugar de asumir sus responsabilidades legales, sus responsabilidades institucionales” y por lo mismo “se han comportado como verdaderos cabilderos partidistas”.
“Están ahí para cumplir una función legal, una función constitucional, una función institucional, pero con una presunta actitud de ‘no, nosotros estamos más allá de cualquier disputa partidista’ y toman decisiones partidistas, todo esto tiene que ver con diferencias ideológicas, no es una cuestión legal, jurídica, constitucional, es de diferencias ideológicas y los poderes no pueden poner eso a debate”, apuntó Quintanar.
El académico Héctor Alejandro Quintanar sostuvo que hay un sector en México cargado a la derecha, que simplemente no sabe jugar con las reglas de la democracia y en este momento, indicó, cierto parte del Poder Judicial “tiene el suficiente margen de maniobra para estar poniendo piedras en el zapato a la democracia mexicana con estas decisiones».
“La Suprema Corte, que presuntamente tendría que actuar como un poder formal, institucional, está actuando como un vehículo de un poder de facto, que son estos grupusculos de presión o esta nata ideológica que no sabe jugar con las reglas de la democracia. Entonces, tristemente están actuando, no como un poder constitucional, sino como un actor político más, que quiere ponerse por encima de las reglas políticas, de las reglas legales y jugar con ambas y decir ‘yo tengo la ley para oponerme a una cuestión política, legítima, que ya fue aprobada, que fue tramitada’, como debió haberse tramitado a través del Congreso, a través de una mayoría calificada que se logró en las urnas, entonces, estamos en este espacio que puede convertirse en un callejón sin salida”, refirió.
Al respecto, el escritor Fabrizio Mejía Madrid anotó que este uso de la ley para resolver problemas políticos, ideológicos, tanto en lo interno como en lo externo, “es decir, programas ideológicos, internos y geopolíticos, me parece que es digamos la definición de lawfare, utilizar la ley como un arma de una guerra, donde se trata de destruir al opositor, que no pudiste derrotar en lo político, entonces, se utiliza la ley para hacer eso”.
“Las crisis que ha habido del lawfare en América Latina promovidas por un sector interno de los países aliados a sectores geopolíticos de los Estados Unidos, es lo que ha dado como resultado la crisis constitucional en Brasil, en Ecuador, las acusaciones contra Cristina (Fernández) en Argentina, Perú y estamos en este momento presenciando lo que está sucediendo en Colombia con (Gustavo) Petro y este intento de la Suprema Corte de Justicia en México para acorralar a la Presidenta pero también al Congreso por las reformas que está emprendiendo”, ahondó.
Mejía Madrid señaló cómo el Departamento de Estado en Estados Unidos ha estado financiando un programa de la barra Americana de Abogados en México desde el 2008 para asesoría jurídica. “Yo me pregunto cómo Estados Unidos podría, con un sistema completamente distinto al de México, un sistema jurídico, al de México, dar entrenamiento, pero abarcado seis mil estudiantes en 32 estados de la República, 935 profesores, en 237 escuelas de leyes, es decir, es un programa de cooptación de abogados para los intereses de Estados Unidos”.
“Lo que tenemos ahorita, sí, efectivamente es una guerra jurídica, donde una parte está tratando de utilizar a la ley para descalcificar no solamente al adversario, sino tratar de destruirlo, de desacreditarlo, con todo este discurso de que a partir de que se vuelve constitucional la improcedencia para revisar reformas constitucionales, que ya venía en la Ley de Amparo, a partir de ahí, dice la esta oposición, incluido Claudio X. González, el ‘junior tóxico’ o el ‘junior citotóxico’, dicen ‘se instaura la dictadura’, es decir, ellos quieren calificar desde los medios de comunicación el cambio de régimen como la instauración de una nueva dictadura”, puntualizó.
El periodista Alejandro Páez Varela expuso en su intervención que precisamente Estados Unidos aprovechó el nuevo sistema penal acusatorio para meterse a México. “A muchos países se han metido con el nuevo sistema penal acusatorio a dar asesoría a todos los niveles, sobre todo a ‘educar’ a nuevos juzgadores, y a ‘educar’ a los abogados, incluso a los ministerios públicos, porque eso es un cambio de fondo que se implementó con una reforma constitucional en 2014, a partir de 2014 este sistema entra en vigor y ha tenido, y el mayor sponsor en el mundo, el mayor aportador patrocinador es Estados Unidos, con esa justificación es que entraron a México y a varios países en el mundo, o sea, han entrado, al mismo tiempo, no se nos olvide, han estado financiando los bufetes que ya existen”.
Por ejemplo, recordó que Claudio X. González Guajardo tiene su bufete de litigio estratégico que se encarga básicamente de enfrentar a las estructuras de poder. “¿Cuáles? Las que no les conviene, que es el bufete con el que se enfrentó el AIFA, con el que siempre se intentó paralizar a López Obrador y a todas las obras de López Obrador”, comentó. “Y obviamente es un brazo de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, que a su vez trabajó directamente con medios de comunicación, o sea, Mexicanos Contra la Corrupción era una especie de sombrilla que le iba a permitir a muchos medios tener acceso a contenido gratis, esa es la palabra clave en México y en muchos países del mundo”.
“Varias investigaciones de esas que publicaron en Reforma, en El Universal, en Proceso con Carmen Aristegui, en la principal prensa identificada con derecho o con izquierda, no importa porque el grupo de Claudio X González donde tiene periodistas de renombre, les garantizaba a los medios adscritos, inscritos en su organización, les garantizaba contenido gratuito”, ahondó.
Páez Varela indicó cómo incluso Claudio X. González Guajardo agarró fondos que normalmente se distribuyen en medios directamente. “Claudio X. González chupa recursos para medios de EU y los malgasta, ¿en qué? Básicamente en salarios y se lo reparten entre ellos”. Y puntualizó: “No solamente de medios, sino de fundaciones, se los comió esos recursos fue una aspiradora tremenda, ¿y terminó en qué? Como todo lo que toca Claudio X. González lo pervirtió y fue al basurero”.