Hace casi un año que el Senado de la República aprobó la Reforma Fiscal, uno de las acciones que los que empresarios y analistas culpan por los magros resultados económicos que ha tenido el país a lo largo de 2014.
La reforma, que entró en vigor el 1 de enero de este año, significó nuevos impuestos para los dueños de mascotas, los consumidores de chicle, pan dulce, alimentos con alto contenido calórico y refrescos; también para quienes invierten en la bolsa de valores, se dedican a la minería y para quienes viajan por transporte terrestre.
La homologación de 11 a 16 por ciento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en las fronteras del país, así como el pago de entre 30 y 32 por por ciento del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para quienes ganen al año 750 mil pesos o más, también son dos de las acciones que han afectado los indicadores del país.
Distintos sectores acusan que esta reforma, una de las principales anunciadas por el gobierno federal para mejorar la economía mexicana, no trajo nuevas inversiones sino que todo lo contrario, desincentivó algunas que estaban en proceso, frenó el consumo durante el primer semestre del año y no logró recaudar los montos que se tenían previstos.
Ciudad de México, 24 de octubre (SinEmbargo).- El 31 de octubre del año pasado, el Senado de la República aprobó la Reforma Fiscal. Los cambios que se habían anunciado como parte de una de las grandes reformas que transformarían al sector económico del país generaron una serie de inconformidades por la creación de nuevos impuestos. La conclusión del sector empresarial no se hizo esperar: se trata de una reforma recaudatoria que no fomenta las inversiones.
Desde su aprobación y posterior entrada en vigor –el 1 de enero de este año– empresarios, contribuyentes, analistas y académicos han mostrado su rechazo y han reprobado la Reforma Fiscal y la forma en la que fue estructurada, ya que además de ejercer demasiadas presiones sobre los bolsillos de los consumidores, no ha logrado recaudar los ingresos esperados, ha frenado una serie de inversiones y ha evitado la consolidación de negocios, principalmente los ubicados en las fronteras del país, zona donde el Impuesto al Valor Agregado (IVA) aumentó del 11 al 16 por ciento.
De los nuevos impuestos no se salvaron ni las mascotas, cuyo alimento también fue objeto de un gravamen de 16 por ciento. También se aplicaron impuestos a los refrescos, la comida chatarra y hasta la goma de mascar, con el objeto de recaudar hasta el 1.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Las afectaciones varían dependiendo del sector, sin embargo, se estima que los sectores de minería, maquila así como las pequeñas y medianas empresas (PyMES) son de los más golpeados por los cambios fiscales.
La Reforma Fiscal del año 2013 incluyó la aprobación de la Ley Aduanera (LA), la Ley de Coordinación Fiscal (LCF), la Ley General de Contabilidad Gubernamental (LGCG), la Ley del Impuesto al Valor Agregado (LIVA), la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (LIEPS), la Ley Federal de Derechos (LFD), la Ley de Ingresos de la Federación (LIF), así como la Nueva Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR) y la Abrogación de la Ley del Impuesto Empresarial a Tasa Única (LIETU) y la Ley del Impuesto a los Depósitos en Efectivo (LIDE).
En lugar de aplicar un aumento generalizado de ISR a 32 por ciento, como propuso en un principio el Presidente Enrique Peña Nieto en su iniciativa, los partidos negociaron una aplicación según los ingresos. Para personas físicas con ingresos de hasta 500 mil pesos al año, se mantuvo la tasa de 30 por ciento; de hasta 750 mil pesos, quedó en 31 por ciento; a partir de un millón y hasta 3 millones de pesos, se fijó una tasa de 34 por ciento, y de 35 por ciento para ingresos superiores a 3 millones.
A pesar de que los incrementos fiscales no implicaron una salida masiva de inversiones, en la realidad, según empresarios y analistas consultados por SinEmbargo, la Reforma Fiscal sí se ha convertido en uno de los principales obstáculos para el crecimiento económico. El pasado mes de abril, la junta de gobierno del Banco de México (Banxico) reconoció que tanto el consumo y la inversión privados no muestran señales claras de recuperación en los primeros meses del año, y un factor que contribuyó a esta debilidad fue gracias el cambio estructural en materia fiscal.
Asimismo, un reporte publicado el 14 de octubre por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), subraya que en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) para el año 2014 se contempló una estimación de recaudación de IVA de 609 millones 392.5 mil pesos. En esta ley se considera la homologación del impuesto en la zona fronteriza a una tasa del 16 por ciento y la eliminación de exenciones en el transporte foráneo, gomas de mascar y alimento para mascotas, por lo que en lo que va del año, la recaudación observada del IVA, considerando hasta el mes de agosto, fue de 445 millones 949.4 mil pesos, es decir, menos de lo estimado por el gobierno federal.
De igual manera, la recaudación por concepto de IVA en enero a agosto de este año con relación al mismo periodo del año pasado tuvo un aumento de 18.8 por ciento en términos reales, es decir considerando la inflación; mientras que en enero presentó el mayor monto de recaudación mensual observada, sumando un monto de 69 millones 304.9 mil pesos, mientras que el mes marzo reportó el menor monto de recaudación de 46 millones 664.6 mil pesos.
SÓLO UNA MISCELÁNEA FISCAL
La larga lista de imposiciones fiscales no fue del agrado de la ciudadanía y mucho menos del sector empresarial. Tanto fue su rechazo a dicha reforma que inclusive se resiste a llamarla así y se refiere a ella simplemente como “miscelánea fiscal”, argumentando que dichas medidas fiscales disminuyen las condiciones competitivas del país.
Manuel Villagómez Rodríguez, fundador de Grupo Villamex, una pequeña empresa jalisciense dedicada a la fabricación de maquinaria para la producción de tortilla, dijo a SinEmbargo que con “la Reforma Fiscal se siguió privilegiando la acumulación de la riqueza por las grandes empresas, principalmente las trasnacionales y vinieron problemas muy serios para la pequeña y mediana empresa”.
Una de las medidas que provocó más inconformidades en el sector empresarial fue el pago de 16 por ciento de IVA a las importaciones temporales. A pesar de que a las empresas certificadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) se propuso otorgarles un crédito fiscal acreditable con el 100 por ciento contra el IVA a su cargo, esta medida tuvo un fuerte impacto en la liquidez de las empresas maquiladoras.
“En ningún país donde quieras trabajar te obstaculizan con un impuesto tan tonto. El beneficio que te da la actual Miscelánea Fiscal quedó tan confusa que nadie lo puede aprovechar. Sólo los que tengan grandes corporativos y asesores pueden hacer los trámites, pero a nivel micro quedó muy confuso”, dijo Villagómez.
De acuerdo con cifras proporcionadas por el empresario, la venta a nivel nacional de las máquinas productoras de tortilla bajó aproximadamente 30 por ciento tras la implementación de la Reforma Fiscal. “Lo que hemos hecho es un esfuerzo enorme mandando gente fuera del país porque fue algo demasiado agresivo, entonces estamos haciendo algo con la exportación de tal manera que cerraremos este año casi 45 por ciento de exportación contra 55 por ciento a nivel nacional”.
Consideró que el Estado mexicano no se ha dedicado a crear una política pública que impulse el sector empresarial ni que ayude a la movilización del mercado interno. “Estamos en contra de que el gobierno desproteja a los sectores que le dan el valor al peso que son: la agricultura y todo lo que implica, la industria y la minería”, dijo.
En el caso de la minería, la Reforma Fiscal tuvo efectos sobre sus derechos, debido a que aumentó el precio de los productos que ofrece la industria tuvieron una baja importante en esta época.
“Como estos tres sectores el gobierno y la política pública los tiene a la baja, pues tenemos una moneda sostenida de manera artificial incrementando la inversión pública que tenemos en reservas internacionales, y deberían de estar fomentando el desarrollo del mercado interno, porque lo que ocasiona esta política es narcotráfico, inseguridad y crimen,” agregó.
Asimismo, Jorge García de la Cadena Romero, presidente de la Unión Nacional de Avicultores (UNA) acerca del tema mencionó lo siguiente. “Sí nos pegó. Ahora tenemos que pagar impuestos sobre el 21 por ciento que nos impacta inmediatamente a los costos. También la deducción inmediata tanto de compra de terrenos como de inversiones desmotiva mucho el crecimiento de la inversión del sector.”
“En las empresas avícolas también están impactando mucho las devoluciones del IVA, están seriamente atoradas. Hay empresas que desde hace seis meses o un año que están pendientes de IVA, lo que nos afecta”, agregó.
De igual manera, analistas del sector financiero y empresarial han coincidido que las medidas tomadas por la Reforma Fiscal preocupan ya que no incentivan ni a la planta productiva y ejercen demasiada presión fiscal sobre la actual base de contribuyentes ya que no se amplió, aunado al caso de los aumentos al impuestos del IVA, aunque sea a tasas diferenciadas.
Daniel Calleja Pinedo, presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), dijo que los principales temas de preocupación de la Reforma Fiscal fueron el caso de la deducibilidad a la planta productiva, las inversiones que se realicen en maquinaria y equipo. “Esto, por ejemplo, es un tema que debería de reconsiderarse. Asimismo, la deducción de las mismas prestaciones creo que es cargarle la mano a los empresarios que están haciendo un esfuerzo para salir adelante. Pues aunque sabemos que aunque el gobierno ha recaudado más, pues esta captación es necesaria que se invierta en vías productivas.”
“Decir si es una miscelánea fiscal o Reforma Fiscal o Hacendaria en el estricto sentido depende de la percepción. El gobierno al haber puesto en la mesa una serie de cambios, como gravar aun más 10 por ciento los dividendos de las personas físicas, esa parte está tratando que lo que más tienen pues paguen más, y eso muy razonable pero también no hay que descuidar que la parte productiva del país son los que generan los empleos, por lo que no es correcto cargarle la mano a un sector nada más”, dice.
Luis Liñero, socio de Impuestos y Servicios Legales de Deloitte, aclaró que “se usa de forma peyorativa el término de miscelánea fiscal porque es una reforma que no bajó al fondo y no se hizo un análisis completo del régimen fiscal y solamente se quedó en unos pequeños cambios que no eran lo que se esperaban”.
“Esta reforma no benefició a nadie. Sigue sin haber un estímulo real al inversionista o al empresario para que se estimule la economía y también el deseo de seguir invirtiendo. Ese tema sigue sin estar en estos diseños de reforma y más aun, el único beneficio o estimulo que existía era la deducción inmediata que se había quedado y pues este año se terminó cancelando”, dijo el analista de Deloitte.
“Respecto a las pequeñas y medianas empresas, habría que generalizarlo a todo el sector empresarial, no solamente por la tasa corporativa al 30 por ciento que dieron lugar a la expectativa que se venía creando desde hace años de que esa tasa se bajaría al 28 por ciento como estaba originalmente. También por todo el efecto que tendrá el pago de impuestos de este año en relación con los ingresos exentos de los trabajadores, este es un impacto muy importante a ellos,” agrega.
El pasado 16 de octubre en la Cámara de Diputados se analizó la reforma para la Productividad y Competitividad considerando que uno de los temas es la deducción del 100 por ciento de las prestaciones sociales, ya que con la reforma quedaron limitadas al 53 por ciento. En este sentido Juan Pablo Castañón, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) consideró que es necesario impulsar un programa de largo plazo para recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores, y para ello sugiere, bajar los impuestos e incentivos fiscales.
Asimismo se demandó por parte del representante de Coparmex que la incorporación de nuevos instrumentos fiscales que atraigan las inversiones y fomenten el crecimiento, ya que el impacto que la Reforma Fiscal ha tenido sobre el sector empresarial todavía no ha sido asimilado por sus integrantes.
Enrique Solana, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, considera que se corrijan algunos elementos de la ley y otorgar estímulos fiscales para la inversión. “La reforma fiscal reciente aprobada, presenta en algunos puntos, medidas claramente inhibitorias de la creación, operación y crecimiento del sector privado, generando un ambiente de negocios de temor y de reserva”. Invitando al mismo tiempo revisar algunos puntos esenciales en el sector empresarial en el tiempo que se tardarán en reflejar los beneficios que traerán las reformas estructurales.
REFORMA FISCAL PARA TRASNACIONALES
El objetivo principal que persigue la Reforma Fiscal es aumentar los recursos fiscales para redistribuirlos. El aumento del IVA de 11 por ciento a 16 por ciento significa, a su vez, un aumento del 45 por ciento a la carga fiscal de los consumidores. Esta medida al causar un efecto directo al consumo, provoca consumir menos y aumentar el ahorro, acción que se traduce en inversión, el cual tiene el efecto potencial de crecimiento económico.
Sin embargo esto provocará una fuga de consumidores, como fue en el caso de la homologación del IVA en la frontera que aumentará el consumo pero por la mercancía del país vecino. Debido a esto, empresarios aseguran que el gobierno sólo se ha dedicado a proteger la macroeconomía y no la micro. “La demagogia que se ha hecho en los últimos años es verdaderamente criminal”, dijo Manuel Villagómez.
“Una cosa es una Reforma Fiscal que lleve como objetivo el desarrollo del mercado interno del país y otra cosa como la que hicieron, que es un parchadero de cosas, que no se puede clasificar como tal. Esta política pública en cuanto a los impuestos es confiscatoria, más para castigar que impulsar, te ven como un criminal fiscal,” agregó.
A nivel nacional existen más de 5 mil establecimientos manufactureros que operan y que tienen que ser supervisados por la autoridad fiscal. A lo largo del proceso de certificación sólo en la zona Pacífico-Norte ha sido presentadas 917 solicitudes de las empresas para acreditar el IVA en las importaciones temporales. Sólo 63 fueron autorizadas, lo que equivale a 7 por ciento del total.
Asimismo se considera que la reforma en materia fiscal implementada en nuestro país no impulsa al desarrollo económico que favorezca el mercado interno. “Ya el gobierno federal mandó su Paquete Económico para el 2015 y no se hizo ningún cambio, ni para atrás ni para adelante. Esto es una amenaza para la actividad empresarial a nivel micro,” dijo el fundador de Grupo Villamex.
“Actualmente en Estados Unidos existen 23 millones de microindustriales en la administradora de pequeños negocios, lo que demuestra que se tienen políticas públicas abiertas para defender su sector, pero aquí hicimos todo al revés tanto en tecnología como apoyos financieros. Empresa que no exporte, empresa que está en tendencia a la baja,” agregó.
En este sentido, Daniel Calleja dijo que “la Reforma Fiscal debió de haber protegido más a la microeconomía y a la mediana y pequeña empresa. Inclusive todos estos estímulos a las personas físicas que se están incorporando al régimen fiscal. Muchos de estos estímulos que se le están otorgando a la persona física, también podrían considerarse a las PyMES entonces con base en esto, yo creo que sí se puede aun dar más incentivos.”
“Si pudiera considerarse que las pequeñas y medianas empresas generan el 70 por ciento de los empleos en México, entonces no es cosa menor, por lo que sí debería de tenerse una política de gobierno que proteja más a este sector,” agregó.
Jorge García de la Cadena dijo que en el ramo de la avicultura “los apoyos que tienen los avicultores de otros países no los tenemos nosotros, y ahora con los impuestos no tenemos una paridad con nuestra competencia internacional impresionante.”
Aunque al realizar los cambios a la Reforma Fiscal se matizaron ciertas reglas que disminuyeron el efecto de los impuestos sobre el sector, el problema fue el tema del IVA y la importación. “Cambiaron la vida al sector en ese aspecto porque presentaron costos importantes, principalmente en materia de financiamientos”, agregó el analista de Deloitte. “Los estímulos que había, han ido desapareciendo y si las empresas exportadoras podrían tener alguna ventaja, el resto de la economía entonces tendría más costos directos de impuestos”.
EL FUTURO DEL FUTURO
El Gobierno Federal se ha comprometido a que por el resto del sexenio no se haría ningún aumento o modificación en materia fiscal o ninguna otra reformas. Sin embargo, esto coloca dentro del panorama dos escenarios posibles: en caso de no existir más reformas, significa que entonces no habrá más impuestos, cuestión que podría ser positiva. Mientras que el otro escenario sería que si no va a haber más reformas o cambios fiscales, entonces el escenario actual pueda ser el mismo al final del sexenio. Y si esto no era el mundo ideal, tampoco es una buena noticia para el sector empresarial.
“Si se cumpliera este compromiso pues es una situación más complicada antes que la reforma porque hay que absorber por parte de las empresas estos costos adicionales y los márgenes de utilidad se verán mermados automáticamente por este efecto”, dice Luis Liñero de Deloitte.
Jorge García de la Cadena Romero dijo que “si la Reforma Fiscal es una miscelánea o no, el término es lo de menos, a mi me gustaría que corrijan el tema de las deducciones inmediatas para poder tener una certidumbre más importante,” dice. Aun así, el sector avícola estima que para el próximo año crecerá entre el 2.7 y 3 por ciento en cuanto a la producción de pollo y huevo. “Es importante para el sector después de lo que nos pasó en el 2013. Es de reconocer que el sector es dinámico y se está moviendo hacia el fortalecimiento de la producción y no depender de la importación.”
Sin embargo, en el caso de futuras inversiones, ya sean nacionales o extranjeras, cualquier inversionista que piensa en invertir, compara los factores que afectarán a las inversiones y uno de esos factores es el efecto impositivo que da la Reforma Fiscal al país, pues si le compara con el año anterior con el actual y no muestra signos de cambio, entonces México puede estar en mayor desventaja, provocando que las decisiones de inversión se vayan a otros lugares.
“Si hacía delante pudiera reconocerse por parte del gobierno que el efecto de la reforma afectó al sector empresarial y por lo tanto el crecimiento no se puede dar o que se podría esperar del sector empresarial se verá mermado y se hiciera algún esfuerzo por incentivar la inversión adicional que todo el mundo quisiera hacer, pues podría ser un mejor escenario. Pero hablar de esto sería especulación porque nadie ha hablado de eso y nos tenemos que quedar con menos márgenes de utilidad y por lo tanto menos márgenes de inversión, y no un crecimiento explosivo que era el que se esperaba,” concluyó.
