La crisis de desabastecimiento que atenaza al Reino Unido está causando estragos en las gasolineras, con largas colas de conductores que buscan acaparar hasta la última gota de combustible pese al auge de precios y las "primeras señales" de estabilización anunciadas por el Gobierno.
Londres, 28 de septiembre (AP/EFE/Radio Francia Internacional).– Los problemas tras el Brexit se multiplican en Reino Unido. La principal federación avícola, el British Poultry Council, acogió con satisfacción ayer lunes la decisión del Gobierno de conceder 10 mil 500 visados temporales para trabajadores extranjeros. Estos permisos de tres meses pretenden paliar la acuciante escasez de conductores de camiones y de personal en sectores clave de la economía británica, como las granjas avícolas.
Pero las medidas excepcionales pueden no ser suficientes y, sobre todo, pueden haber llegado demasiado tarde. Según el British Poultry Council, los grandes productores avícolas ya han reducido sus carteras de pedidos sabiendo que tendrán menos personal para preparar los envíos. Para los productores de pavo, el daño ya está hecho. Y daña la cena de Navidad de millones.
La escasez afectará principalmente a los suministros de los supermercados. Pero las ventas directas a los pequeños productores locales no deberían sufrir demasiado. En previsión de una posible escasez, los pedidos se han disparado un 400 por ciento en comparación con el año pasado y los productores locales no están seguros de poder hacer frente a la situación.
El sector, que emplea a 40 mil personas –de las cuales 22 mil 800 son ciudadanos de la Unión Europea, es uno de los más afectados por la escasez de mano de obra que daña a toda la economía británica. Una falta debida sobre todo a la pandemia, que ha llevado a muchos trabajadores extranjeros a regresar a su país, pero la situación se agrava con el Brexit, que ha introducido trámites de migración mucho más complejos. En este contexto, los visados temporales no son ciertamente la respuesta a largo plazo, dicen los productores británicos.
La crisis de las granjas causada por la “brillante idea del Brexit” no termina en los pavos, como sabemos. Las largas filas de vehículos en gasolineras británicas continúan este martes, al igual que la frustración ciudadana, al tiempo que los conductores de camiones del Ejercito están preparados por si tuvieran que ayudar a transportar combustible a las estaciones de servicio.
La medida fue adoptada ayer por el Ejecutivo de Londres ante el agravamiento de la crisis desatada en el Reino Unido por la escasez de conductores y el pánico de los ciudadanos a quedarse sin combustible, que ha disparado la demanda. Por orden del Gobierno, los choferes militares –que recibirán un adiestramiento de emergencia– llevarán la gasolina a las estaciones de servicio “donde más se necesite y para dar mayores garantías de que el suministro de combustible sigue siendo robusto”, según informó el Ejecutivo anoche en un comunicado.
PEGA A MÉDICOS
La falta de gasolina y diésel en los surtidores está resultando especialmente preocupante para la Asociación Médica Británica (MBA) que alerta hoy de que sus trabajadores sanitarios “no pueden permitirse” pasarse horas esperando para llenar sus depósitos y piden al Gobierno que garantice el acceso a los trabajadores considerados esenciales.
El vicepresidente del consejo de la BMA, David Wrigley, señaló hoy a la emisora Times Radio que los trabajadores del sector “se suben hoy al coche nerviosos, mirando el contador de gasolina y preguntándose si tendrán suficiente para llevar a cabo su jornada laboral”.
“No podemos estar esperando dos o tres horas en una fila para llenar el depósito cuando tenemos pacientes esperando, así que pedimos al Gobierno que adopte medidas hoy, que establezca un plan y nos diga qué está pasando”, alertó.
El Gobierno ha aprobado una prórroga en el periodo de expiración de las licencias de conductores de mercancías peligrosas –autorizados a transportar gasolina– que amplía hasta febrero de 2022 la validez de los permisos que caducaban de aquí a final de año.
El doctor Chaand Nagpaul, de la Asociación Médica de Gran Bretaña, dijo que se debería “dar acceso prioritario al combustible” a los trabajadores de salud y otros servicios esenciales “para que puedan continuar con su trabajo crucial y garantizar la atención de los pacientes”.
Christina McAnea, secretaria general del sindicato Unison, exhortó al Gobierno a usar sus poderes de emergencia para designar gasolineras para trabajadores esenciales.
“Paramédicos, enfermeros, profesionales de salud, profesores adjuntos, personal de policía y otros trabajadores esenciales no deben quedar varados o verse obligados a hacer fila durante horas sólo para llegar a la bomba” de gasolina, subrayó.
La industria de la carga dice que a Gran Bretaña le hacen falta unos 100 mil camioneros debido a un conjunto de factores, los cuales incluyen la pandemia de coronavirus, el envejecimiento de la fuerza laboral y un éxodo de trabajadores extranjeros luego de la salida británica de la Unión Europea el año pasado. Las normas migratorias posteriores al Brexit significan que los ciudadanos de la UE ya no pueden vivir y trabajar sin necesidad de visa en Gran Bretaña, como podían hacerlo cuando ésta era miembro del bloque.