La joven activista sueca encabezó una de las protestas climáticas de Montreal, Canadá. A la marcha en contra del cambio climático acudieron al rededor de 500 mil personas. Antes de la manifestación, Thunberg se reunió con el Primer Ministro de Canadá y a quien le hizo ver que debe tomar acciones más grandes para generar un verdadero cambio.
“Son una nación que supuestamente es un líder climático. Suecia también se supone que es un líder climático. En ambos casos no significa nada. En ambos casos son simplemente palabras vacías. Les hemos dicho que se unan a la ciencia pero no nos escuchan”, añadió.
Toronto (Canadá), 28 sep (EFE).- Alrededor de 500 mil personas lideradas por la activista sueca Greta Thunberg, desfilaron este viernes por las calles de Montreal, Canadá, para reclamar a las autoridades del país acciones para remediar la crisis climática.
Thunberg, de 16 años de edad, encabezó la marcha, considerada como la más numerosa en la historia de Quebec, en la que también participó el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, junto con su familia.
“Haremos todo lo que podamos para impedir que esta crisis empeore, aun si eso significa faltar a la escuela o al trabajo”, dijo. “La gente ha hablado. Y seguiremos hablando hasta que nuestros líderes escuchen y actúen. Nosotros somos el cambio, y el cambio está por venir”.
Antes del inicio de la marcha, Trudeau mantuvo una reunión privada con Thunberg. Tras el encuentro, Thunberg declaró que le señaló a Trudeau que no está haciendo lo suficiente para responder a la crisis climática aunque añadió que es el mismo mensaje que transmite a todos los dirigentes políticos.
“Mi mensaje a todos los políticos del mundo es el mismo: escuchen y actúen de acuerdo al mejor pensamiento científico unificado. No intento concentrarme en individuos sino en el conjunto”, explicó la joven activista sueca que se ha convertido en la cara y voz del movimiento contra la crisis climática.
No es la primera vez que Thunberg critica a Trudeau y Canadá, el quinto país productor de petróleo del mundo.
En junio, Thunberg destacó en Twitter que al mismo tiempo que Trudeau está alertando sobre la crisis climática, está permitiendo la ampliación de oleoductos para aumentar la exportación de petróleo de los yacimientos de arenas bituminosas, considerados entre los más contaminantes del mundo.
“Al mismo tiempo que declara una emergencia climática aprueban la ampliación de un oleoducto. Es una vergüenza. Pero por supuesto no es sólo en Canadá, desgraciadamente podemos ver el mismo patrón en todo el mundo”, escribió el pasado 19 de junio.
Thunberg, que participó en la marcha de Montreal acompañada por líderes indígenas canadienses, se dirigió a los asistentes a la protesta y declaró que “al menos hoy estamos aquí 500 mil. Deberías estar muy orgullosos. Hemos hecho esto juntos y no puedo agradeceros lo suficiente el estar aquí”.
Pero la activista redobló sus críticas contra Canadá y su Suecia natal.
“Son una nación que supuestamente es un líder climático. Suecia también se supone que es un líder climático. En ambos casos no significa nada. En ambos casos son simplemente palabras vacías. Les hemos dicho que se unan a la ciencia pero no nos escuchan”, añadió.
Por su parte, Trudeau defendió este viernes la aprobación de la ampliación del oleoducto porque, dijo, su Gobierno tiene “un plan climático nacional que reducirá nuestras emisiones y cumplirá nuestros objetivos de 2030 que también incluyen obtener un mejor precio por nuestros recursos petrolíferos”.
Tras reunirse con Thunberg, Trudeau participó junto con centenares de miles de personas en la marcha que recorrió Montreal para protestar, entre otras medidas, contra las políticas de su Gobierno.
Trudeau, que se encuentra en plena campaña de cara a las elecciones generales del 21 de octubre, también aprovechó la marcha de Montreal para anunciar que si es reelegido como Primer Ministro, su Gobierno plantará 2 mil millones de árboles para luchar contra la crisis climática.
Además de Montreal, decenas de miles de personas, en muchos casos jóvenes en edad escolar, participaron en otras protestas contra la crisis climática en las principales ciudades canadienses, como Toronto, Vancouver y la ciudad de Quebec.