Durante la presentación del informe trimestral de abril a junio también se recortó la perspectiva para 2020 desde el 1.7 al 2.7 hasta el 1.5 y 2.5 por ciento.
En el primer trimestre del año Banxico recomendó que para atender los retos y rezagos que enfrenta la economía mexicana, es necesario adoptar y mantener políticas que sienten bases sólidas para el crecimiento del país y que corrijan los problemas estructurales e institucionales que le han impedido alcanzar una mayor productividad y que desincentivan la inversión en el país.
Ciudad de México, 28 de agosto (SinEmbargo).- La Junta de Gobierno del Banco de México redujo el pronóstico de crecimiento económico para el país a un rango del 0.2 al 0.7 por ciento desde el 0.8 al 1.8 que planteó en mayo.
Este es el tercer recorte en un año, luego de que el 29 de mayo situó pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para finales de 2019 de 0.3 puntos porcentuales del rango anterior y para 2020 lo ajustó desde un 1.1 y 2.1 por ciento.
Durante la presentación del informe trimestral, de los meses de abril a junio el Gobernador Alejandro Díaz de León expuso que para 2020 también se recortó la perspectiva desde el 1.7 al 2.7 hasta el 1.5 y 2.5 por ciento.
En cuanto a las condiciones externas, el Gobernador expuso que el crecimiento en la economía mundial se ha venido desacelerando “tanto para economías avanzadas como para las emergentes”, debido a una desaceleración en el comercio mundial, industrial y ha afectado a los negocios y a la inversión.
A nivel interno, los riesgos para la economía mexicana continúan siendo la ratificación del T-MEC y el deterioro en la calificación de la deuda soberana o de Pemex.
El Banxico observó un ritmo de la inversión que se ha desacelerado, así como la creación de empleo en economías avanzadas, pero notaron una desconexión entre la inflación en países avanzados y la subida salarial.
“Menores precios de energéticos han generado desaceleración en economías avanzadas y hasta la mexicana, pero además la inflación subyacente se ha mantenido en niveles inferiores a sus metas, que son de alrededor del 2 por ciento”.
Sobre las tasas de interés y política monetaria argumentó que “un amplio numero de bancos centrales han reducido sus tasas de interés pese a la reducción en las tasas inflacionarias”.
Para la economía mexicana, el Banxico destacó que “continuó el estancamiento que la actividad económica de México había venido registrando en los trimestres previos”, debido a una mayor debilidad en la demanda agregada, “en un contexto de marcada incertidumbre, derivada tanto de factores internos como externos”.
El desempeño económico del periodo fue reflejo de la debilidad en la producción industrial y de la pérdida de dinamismo de las actividades terciarias.
“En cuanto a la demanda externa, no obstante el entorno de debilitamiento del comercio mundial y el escalamiento de las tensiones comerciales, en el 2T-2019 las exportaciones manufactureras registraron una mejoría respecto de la desaceleración mostrada en los dos trimestres previos”, apuntó el banco central en un comunicado.
RIESGOS
Los riesgos para el crecimiento en el horizonte de pronóstico estuvo marcado por un un entorno de marcada incertidumbre, por lo que el balance de riesgos se mantiene sesgado a la baja por incertidumbre sobre las disputas comerciales globales; la ratificación del T-MEC y la posibilidad que este se prolongue en Estados Unidos y Canadá; episodios de volatilidad en mercados financieros internacionales; desaceleración mayor a la esperada; incertidumbre interna que ha afectado a la inversión y el consumo, así como el deterioro en la calificación de la deuda soberana o de Pemex.
Para la inflación general ajustaron a la baja para los próximos cuatro trimestres por menores presiones en los energéticos y de los elementos agropecuarios y se mantiene en niveles similares para el resto del horizonte de pronóstico.
“Se espera una trayectoria marginalmente mayor en los siguientes cuatro trimestres ante mayores aumentos en los precios de los servicios y de un tipo de cambio ligeramente más depreciado. No obstante, a partir del 4T2020 es ligeramente menor debido, principalmente, a la ampliación en las condiciones de holgura”, apuntó Banxico.
En el primer trimestre del año Banxico recomendó que para atender los retos y rezagos que enfrenta la economía mexicana, es necesario adoptar y mantener políticas que sienten bases sólidas para el crecimiento del país y que corrijan los problemas estructurales e institucionales que le han impedido alcanzar una mayor productividad y que desincentivan la inversión en el país.
El 15 de agosto la Junta decidió por mayoría recortar, por primera vez en 5 años, la tasa de interés interbancaria al 8 por ciento, del 8.25 anterior, una disminución de 25 puntos base a 1 día debido a que durante el segundo trimestre del año la actividad económica mundial se desaceleró, lo que reflejó una “menor expansión en las principales economías avanzadas y emergentes”, destacó el Banxico en un comunicado.
Los analistas consultados por Banxico redujo, para la encuesta presentada el 1 de agosto, sus perspectivas de crecimiento económico (PIB), por décimo mes consecutivo, del 1.13 al 0.79 por ciento para lo que resta de 2019.
Desde hace un año, los analistas consultados por Banxico habían alertado que la gobernanza es el mayor obstáculo para el crecimiento de la actividad económica.
Para 2019 se espera un crecimiento de la economía mexicana de entre 0.2% y 0.7%, de 450 mil a 550 mil nuevos empleos formales, un déficit en cuenta corriente de 1.2% del PIB y una tasa de inflación general anual de 3.2%. pic.twitter.com/5YEbcNHVHd
— Banco de México (@Banxico) August 28, 2019
PREVISIONES
La analista de Banco Base, Gabriela Siller anticipó un ajuste a la baja de las previsiones de crecimiento económico del país. “La probabilidad de que el Banco de México vuelva a recortar la tasa de interés en los siguientes meses se ha convertido en un factor determinante del tipo de cambio en el corto plazo, en particular por el contexto de crecimiento nulo e inflación a la baja”.
Además adelantó un probable ajuste a la baja de la proyección de inflación, que actualmente se ubica en 3.7 por ciento al cierre del 2019 y 3 por ciento al cierre de 2020.
Siller recordó que luego de que ayer el subgobernador Jonathan Heath dijera que se podría volver a recortar la tasa de interés sin que la postura del Central se vuelva acomodaticia, el tipo de cambio alcanzó un máximo de 20.0855 pesos por dólar.