Fran Castellanos, fisioterapeuta del Hospital de Especialidades Dr. Belisario Domínguez, denunció a Jesús Murillo Karam, exprocurador general y quien actualmente está en prisión domiciliaria por el caso Ayotzinapa, por el delito de abuso sexual. Del caso, la médica acusó que tanto el hospital, como la Fiscalía de la CdMx han sido omisos para atender su denuncia y ante la falta de avances y justicia, decidió hacer público lo sucedido.
Ciudad de México, 28 de julio (SinEmbargo).- Jesús Murillo Karam, exprocurador general de la República en prisión domiciliaria por su responsabilidad en la construcción de la llamada “verdad histórica” del caso Ayotzinapa, suma una denuncia más.
Fran Castellanos, fisioterapeuta del Hospital de Especialidades Dr. Belisario Domínguez de la Ciudad de México (CdMx), presentó una denuncia en su contra por el delito de abuso sexual ante la Fiscalía capitalina, y aunque también reportó lo sucedido al hospital, ambas instituciones públicas han sido omisas para atender su caso. Incluso, fue víctima de un intento de feminicidio y teme represalias frente a la falta de acceso a la justicia.
El 3 de noviembre de 2022, Murillo Karam fue trasladado del Instituto Nacional de Cardiología al Hospital de Especialidades Belisario Domínguez. Había estado internado durante dos semanas tras una operación de endarterectomía carotídea y fue ingresado al nosocomio de Iztapalapa para continuar con su tratamiento y aunque tenía fecha de alta desde el 9 de noviembre, permaneció internado hasta el día 30 de ese mismo mes.
“Su estado de salud no era grave. Desde el 9 de noviembre estaba listo para ser regresado al reclusorio, no obstante, ningún jefe de turno quería hacerse responsable de pedir su traslado”, comentó Castellanos a SinEmbargo.
De acuerdo con la denuncia de Castellanos, el exprocurador estuvo rondando entre servicios del hospital –de cirugía general a medicina interna o rehabilitación– para retrasar su alta, y fue el 19 de noviembre cuando ella lo atendió por primera vez tras un reporte por síntomas de vértigo. Murillo Karam solicitó una segunda sesión de rehabilitación el 20 de noviembre, cuando ocurrieron las agresiones sexuales: comentarios de índole sexual, miradas lascivas y tocamientos. Y pese a que debían haber custodios vigilándolo, en ese momento no había nadie más en la habitación.
“Fueron los momentos más horribles de mi vida, me quedé congelada. Pude salir. No había médicos, enfermeros, un custodio se asomó a la puerta cuando pude levantar la voz diciendo que había terminado la terapia, eran alrededor de las 6:45 horas, 15 minutos después me retire shockeada, sin actuar en ese momento por la situación tan grotesca, estresante y dolorosa. El olor, la mirada y sus palabras claro que las sigo recordando”, escribió la fisioterapeuta en su cuenta de X.
En su denuncia, Fran Castellanos también exhibió los privilegios para Jesús Murillo Karam en el hospital Belisario Domínguez como visitas en horarios amplios, pese a que a las personas privadas de su libertad tienen restringido esto: “todo el día recibía visitas, regularmente estaba su pareja que es la persona que estaba la primera vez que me presenté con él, el 19 de noviembre”.
Al exprocurador le ingresaban alimentos de fuera del hospital, no utilizaba la ropa hospitalaria, tenía exclusivamente asignada a enfermera de cada turno, el médico hemodinamista acudía de forma diaria a verlo y valorar su estado. Y otros beneficios como pantalla de televisión, internet, libertad para caminar por todo el pasillo del piso donde estaba internado.
Para evidenciar que Murillo Karam ya estaba dado de alto y podía regresar al Reclusorio Norte, donde fue ingresado desde el 19 de agosto de 2022 tras ser detenido por los delitos de desaparición forzada, tortura y obstrucción de la justicia por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la terapeuta compartió que la valoración de la primera sesión de rehabilitación no pudo registrarla de manera digital porque el nombre del paciente ya no estaba en el sistema, pero sí la anexo a su expediente físico con un documento hecho a mano.
SIN AVANCES
Tras las agresiones, un par de días después, Fran Castellanos denunció lo sucedido a sus superiores en el hospital Belisario Domínguez pero en lugar de apoyo, comenzó la revictimización. Este centro médico es parte de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México y su dirección está a cargo del médico Juan Carlos de la Cerda Ángeles.
“Primera revictimización: acudí con las autoridades del turno en curso para notificar lo sucedido y lo único que me respondieron aparte de causarme miedo fue: ‘nos van a matar si decimos algo, que sabemos quién es, no podemos hacer nada. Solo se puede informar vía telefónica a las demás autoridades, sus guardaespaldas están en la entrada”, contó Castellanos.
De acuerdo con la fisioterapeuta, comenzó a recibir llamadas de números desconocidos mientras Murillo Karam seguía en el hospital y la solución de sus jefes fue que evitara pasar por el mismo piso dónde se encontraba internado. Un ambiente hostil en su lugar de trabajo también empezó a hacerse presente con burlas, chistes, comentarios machistas de sus compañeros, médicos adscritos, enfermeras y hasta personal administrativo.
En cuanto a las medidas tomadas por el hospital, tras varios meses de la denuncia, fueron enviar a Fran con una psicóloga, lo que duró poco por la falta de apoyo pero también porque quitaron el consultorio destinado para eso. Luego de esto es que la médica decidió presentar la denuncia formal ante la Fiscalía capitalina, el 2 de mayo de 2023:
“Interpongo mi denuncia, se otorga código Águila y jamás se activa. Mi valoración psicológica sin daño aparente, no puedo hablar de un mal trato pero sí de una experiencia muy dolorosa ese día. Es a partir de aquí que dejé de ser una persona grata para todos, que noto el machismo y la verdadera cara de mis autoridades, psicología de mi turno increpa que es mi culpa, que debí conocer el procedimiento ante un abuso”.
Pasaron meses sin avances de la Fiscalía y sin atención por parte del Belisario Domínguez, hasta el domingo 23 de julio de 2023 cuando después de una consulta externa, en los baños del personal del hospital atacaron a la fisioterapeuta personas encapuchadas; portaban un arma de fuego y una punzocortante: “me dicen que sé por qué están aquí. Los minutos más largos, me agreden, me tocan y me bajan el pantalón. Me quedo tirada, salen”.
En el hospital lo único que existe es la nota de urgencias de esta agresión, no hay expediente o alguna investigación por esto o el abuso sexual que denunció la médica: “ellos hicieron una relatoria de los hechos de la cual yo no tengo copia, firmaron los testigos y las autoridades”.
A Fran también se le otorgaron medidas de protección, en octubre de 2023, pero éstas jamás se cumplieron tal y cómo estaban acordadas, y actualmente no están vigentes. En cuanto a la carpeta de investigación en la Fiscalía General de Justicia de la CdMx, ya interrogaron a los custodios de Murillo Karam y a las autoridades hospitalarias, esto a casi dos años de los hechos.
“Lo primero que busco es que mi caso no sea uno más sin avances, también me gustaría que responsabilizaran a todos los jefes de mi trabajo involucrados en las distintas omisiones que han sucedido”, finalizó Castellanos.
LOS TRASLADOS DE MURILLO KARAM
En agosto de 2022, Jesús Murillo Karam, exprocurador general de la República, fue detenido acusado de los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de justicia. La Fiscalía General de la República lo señaló como uno de los presuntos responsables de impedir el esclarecimiento del caso Ayotzinapa, con la llamada “verdad histórica”.
Tras su detención y antes de que se le concediera la prisión domiciliaria en abril de 2024, Murillo Karam fue trasladado en, al menos, cinco ocasiones de la cárcel a hospitales para atender su estado de salud, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hipertensión arterial sistémica e insuficiencia vascular cerebral, que padece.
El proceso en su contra continúa, donde la FGR continúa tratando de probar que ocultó la verdad sobre la desaparición de los 43 normalistas, para que sea condenado. Pero tanto este proceso como la denuncia en su contra por abuso sexual, siguen pendientes.