La Dama del Silencio: El caso Mataviejitas, dirigido por María José Cuevas y producido por Laura Woldenberg, es una investigación periodística que da sobre todo foco a las víctimas de un caso que consternó a México por el asesinato de 49 personas de la tercera edad de 1999 al 2006.
Ciudad de México, 28 de julio (SinEmbargo).– Juana Barraza Samperio, mejor conocida como “La Mataviejitas”, cumple una sentencia de 759 años en prisión por los delitos homicidio contra al menos 16 mujeres de la tercera edad y de 12 robos a casa habitación. Hoy Netflix recuerda esta historia en un nuevo documental donde esta asesina serial no es la protagonista sino aquello que quedó en el olvido.
La Dama del Silencio: El caso Mataviejitas, dirigido por María José Cuevas y producido por Laura Woldenberg, es una investigación periodística que repasa sobre todo en el foco que se dio y ha dado a las víctimas, así como el actuar de las autoridades de la Ciudad de México frente a este caso.
“Juana Barraza no es la protagonista de este documental, es el pretexto para contar la historia, es el pretexto para entender cómo fue el caso. Nuestra columna vertebral. Desde muy temprano nosotros decidimos no entrevistar a Juana. Justo para realmente enfocarnos en todo lo invisible de un caso tan visible, Juana es la visible de este caso y encontramos el interés en todo lo invisible, que fue lo que nos movió”, contó María José Cuevas en un encuentro con medios en donde SinEmbargo estuvo presente.
La cineasta, ganadora del Premio Ariel por su documental Bellas de noche (2016), apunta que desde un inicio se tenía claro no hacer una apología de la mujer a la que se acuñen 49 homicidios. Explica que durante el desarrollo del documental, un proceso de 18 meses, la figura de Barraza se fue desvaneciendo para dar rostro a las víctimas.
Y así fue. El documental funciona como un megáfono para los familiares que perdieron de la forma más cruel a sus seres queridos y también como una ventana para ser testigos de un sistema de justicia fallido para las víctimas.
“A nosotras nos interesa contar historias que tuvieran una aportación social o cultural, y en ese sentido al momento de empezar a leer sobre el caso una de las biografías fue el libro de Susana Vargas, tuvimos por primera vez acceso a todas las carpetas de investigación del caso y por supuesto toda la cobertura de medios”, relata Laura Woldenberg.
“Nos dimos cuenta que el caso era una excusa para hablar del sistema de justicia en México y que realmente lo que se conocía era muy poco, que todo el foco se había puesto en Juana Barraza, y que había muchas otras cosas del caso que no se conocían y que valía la pena explorar, y en eso me refiero a la falta de presunción de inocencia que hubo con ciertas víctimas que fueron arrestadas como falsos culpables, y que al día de hoy hay incluso una persona que esta en la cárcel y con pruebas muy débiles. Entonces ahí fue donde intentamos poder el foco, en la víctimas y no tanto en la asesina serial”, agrega la productora que también estuvo detrás de la serie documental Las tres muertes de Marisela Escobedo (2020).
El filme también permite explorar en el sistema de justicia de la capital del país. A través de las voces de las principales cabezas que llevaron el caso como Renato Sales, Bernardo Bátiz, Gabriel Regino “El Tigre” o Jesús Briones, se logra conocer cómo se enfrentaron las autoridades ante el primer caso de un asesino serial en el entonces Distrito Federal.
El modus operandi coincidía en cada caso. En el contexto en que por primera vez se implementaba un programa que volteaba a ver a las peronas de la tercera edad bajo el nombre de “Apoyo para los Adultos Mayores de 70 años”, creado por el entonces Jefe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador, este sector se convirtió en uno vulnerable para esta asesina de 1999 al 2006.
Bajo la promesa del beneficio de este programa y vestida de enfermera, esta mujer lograba generar confianza en sus víctimas quienes le permitían la entrada a su hogar. Una vez dentro, las asfixiaba para robarles.
No obstante, pese a tener pistas. Las autoridades no lograban dar con la o “él” asesino, pues eso tampoco lo tenían claro. Con la presión social encima de ellos, dos personas: Araceli Vázquez y Mario Tablas, fueron presentados ante el ojo público como los culpables en diferentes tiempos.
No habían pruebas suficientes contra ellos, sin embargo, fueron exhibidos ante el ojo público y encarcelados sin que se comprobaran los asesinatos.
“Nos importaba mucho darle voz a Araceli, desgraciamente Mario Tablas murió en la cárcel. Creímos que era ponerle voz a Aracelim, y el mayor reto fue entrar que nos autorizaron a hacerle una entrevista”.
“Obviamente nos interesa mucho que esto genere ruido, que levante polémica y la indignación de cómo actúan las autoridades, y que eso además es un constante. ¿Cuántas Aracelis no hay en prisión? Sí sería bueno que se revisara el caso de Araceli. Como lo dice Renato Sales: ‘Hay errores, y los errores hay que revisarlos’. Eso fue parte de nuestro motor al hacer este documental y tener acceso al expediente de Araceli, y tener acceso a todos los documentos, y si sentimos que era un foco importante del que había que hablar”, reflexiona Cuevas.
La Dama del Silencio: El caso Mataviejitas es parte del género True Crime que parece tomar fuerza en los últimos años con producciones como La Narcosatánica, Inconcebible, Carmel: ¿Quién mató a María Marta?, Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico, La niña de la foto, entre un puñado más.
Para Laura Woldenberg era muy importante el tono que ocuparía el documental sobre todo por respeto y dignidad a las víctimas. Sin embrago, comparte que algunos momentos son tomados con un humor involuntario por parte del público y esto lo adjudica al ser una producción 100 por ciento chilango.
“Tiene de pronto momentos donde hay un humor involuntario de los propios personajes porque es un documental que te muestra cómo operan las autoridades y la justicia de una manera muy transparente, como que se soltaron las autoridades y hablaron de una manera muy transparente con personajes que hicieron una bueno labor y otros que no hicieron una buena labor. Hay momentos que son muy trágicos y muy dolorosos, y de pronto hay momentos que caen en un humor involuntarios y creo que el espectador va viviendo diferentes emociones a lo largo del documental, y poder equilibrar eso para que siempre el documental sea respetuoso hacia las víctimas, que esto siempre era nuestro foco, que al terminar el documental se sintiera un trabajo que respete a las víctimas y que pusiera ese mensaje como un cierre”.
En enero de 2006, Juana Barraza fue sorprendida después de estrangular a una mujer de la tercera edad por dos policías que realizaban un rondín como parte de un operativo para detenerla.
El rostro de Juana Barraza y características sí coincidían con lo descrito por testigos a diferencia de los dos detenidos por las autoridades anteriormente. Hasta ese momento la población pudo saber quién se encontraba de tan atroces crímenes, y para su sorpresa, aquella mujer escondía aun más secretos.
La mujer fue llevada a juicio en 2008 donde fue condenada a 759 años en el Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla.
A 15 años de esa sentencia, el caso, que de alguna forma se ha mantenido presente en el imaginario colectivo, vuelve a tomar fuerza no sólo por este documental sino por los atropellos a la justicia que se siguen cometiendo en el sistema judicial del país.
“Creo que esta historia es un reflejo del México de hoy, para empezar hay muchos personajes que salen y que siguen en activo, siguen en funciones, variando puestos,. Hay personajes responsables ahí que siguen teniendo puestos importantes”.
“Este es un ejercicio para entender y analizar, ver las fallas y los aciertos del sistema de justicia, y mucho de lo que vemos en el documental lo podemos trasladar al día de hoy con un montón de casos: la fabricación de culpables, que haya gente inocente en las cárceles, sentencias injustas, donde de nuevo la presunción de inocencia no es algo que no se respeta en México, donde alguna buena parte de las policías no están bien capacitadas. Es una historia ya vieja y un documental que viaja al pasado, pero ese pasado nos ayuda a entendernos al día de hoy”, culmina Woldenberg para SinEmbargo.