El equipo decidió analizar el impacto acumulativo de los eventos climáticos extremos documentados recientemente en los hábitats marinos de Australia. Los expertos descubrieron que estos eventos han tenido efectos devastadores.
Ciudad de México, 28 de julio (RT).- Científicos australianos han estimado los efectos del calentamiento global a gran escala y han concluido que más del 45 por ciento de las plantas en las aguas costeras del país se han visto afectadas por el aumento de las temperaturas. El estudio fue publicado en la revista Frontiers in Marine Science.
El equipo decidió analizar el impacto acumulativo de los eventos climáticos extremos documentados recientemente en los hábitats marinos de Australia. Al revisar el periodo entre 2011 y 2017 (cuando la temperatura del agua comenzó a aumentar), los expertos descubrieron que estos eventos han tenido efectos devastadores.
BLANQUEO DE LOS CORALES
En 2011, la temperatura del agua fue de dos a cuatro grados más alta que el promedio, lo que provocó la decoloración de los corales a lo largo de mil kilómetros de la costa de Australia, y la destrucción de cientos de kilómetros de bosques de algas. Lo más probable es que esta haya sido la causa del aumento de la mortalidad de tortugas y dugongos.
En 2013, se observó un extenso blanqueo de los corales en la costa de Pilbara, en el noroeste del país. Pero en 2016 se observaron decoloraciones a una escala aún mayor, cuando miles de kilómetros de la Gran Barrera de Coral se vieron afectados. Asimismo, bosques de manglares se han visto perjudicados en toda Australia debido a los niveles muy bajos del mar.
En 2017, la Gran Barrera de Coral continuó presentando los mismos problemas.
Los expertos australianos destacan que el estado de las plantas marinas afecta directamente a todo el ecosistema de la región y conduce a la muerte de sus habitantes: mamíferos e invertebrados marinos, tortugas y peces. De acuerdo con el estudio, se necesitaría alrededor de 15 años para restaurar los hábitats marinos costeros. Y si se tiene en cuenta a las especies grandes, como los tiburones, el proceso tomaría hasta 60 años.