REMA y el Observatorio de Conflictos Mineros De Zacatecas alertan que el megaproyecto expone a 19 ejidos de Zacatecas a sufrir diferentes daños por su cercanía al proyecto, por su ubicación con relación al desarrollo de la infraestructura o por su oposición al mismo. Señalan que incluso ya hay amenazas contra opositores al proyecto y división de las comunidades,debido a la cooptación de personas que por un poco de salario se muestran amables al progreso que les plantean.
Los daños, informan las organizaciones, serán de tipo económico por el desplazamiento de tierras, como por la inundación de las actuales zonas de producción tanto de productores quienes habitan aguas arriba, como aguas abajo.
Ciudad de México, 28 de julio (SinEmbargo).- Ejidatarios, el Observatorio de Conflictos Mineros De Zacatecas y la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) exigen que no se lleve a cabo la construcción de la presa Milpillas en Zacatecas, impulsada por el Gobernador Alejandro Tello, pues alertan es un “proyecto de muerte” que afectará la vida al menos 19 ejidos de la zona. También acusan que esta obra no ha sido consultada con la población y que beneficiará a grandes empresas “devoradoras de agua”, como las mineras Fresnillo PLC y Madero así como Grupo Modelo.
“¡No queremos presa! ¡No queremos dinero! ¡Queremos agua que es vida!”, es la consigna de resitencia de quienes lucha en contra de este megaproyecto informó la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) en un comunicado.
El documento detalla que esta obra impactará a “mujeres, hombres, jóvenes, niñas (os), ancianas (os), flora y fauna, así como arroyos y manantiales que en conjunto son esenciales y cohabitan en esta zona de Zacatecas”.
La construcción de la presa Milpillas es todavía un proyecto que está dando sus primeros pasos, sin embargo las y los ejidatarios ya están organizándose para “establecer rutas y estrategias de acción en contra de este megaproyecto de muerte”. Las organizaciones explican que el Gobernador Alejandro Tello se ha negado a reconocer y respetar la inconformidad y rechazo de la población y de los ejidos en contra de la obra.
Recuerdan que la presa fue anunciada por el ex Gobernador Miguel Alonso Reyes en 2015, durante su Quinto Informe de Gobierno, cuando dijo que la Conagua había realizado un estudio para determinar la viabilidad de transferir agua de la presa de Jiménez del Teul a la zona más poblada del estado: el corredor Fresnillo-Zacatecas-Guadalupe.
“No obstante, todo lo anterior sucedió sin que la población, que sufrirá el potencial daño, fuera informada”, añaden.
“La omisión de información para la población, no sólo abarca la imposición de este megaproyecto, sino también omite citar las potenciales consecuencias que este tipo de emprendimientos generan tanto para las familias, como para el territorio y los bienes naturales que les rodean”, alertan.
Las grupos civiles explican, de acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental y una investigación de Darcy Tetreault, que el costo inicial del proyecto será aproximadamente de tres mil 214 millones de pesos. El proyecto contempla la presa de una profundidad de 600 metros, así como un acueducto de más de 160 kilómetros, tres zonas de bombeo y la infraestructura asociada con una capacidad de 65 millones de metros cuadrados.
Y precisan que en su totalidad el proyecto afectará a 19 ejidos, tomando en cuenta el terreno y la distancia que ocupa también el acueducto: dos pertenecientes a Jiménez del Teul (Atotonilco y El Potrero); cuatro de Sombrerete (Estancia de Guadalupe, Corrales, Niño Artillero y Nuevo México); 11 están ubicados en Fresnillo (La Presa, Misericordia y Anexos, Primero de Mayo, Trujillo y Buenavista, Melchor Ocampo, Tapias, San Cristóbal, El Salto, Eréndira, México Nuevo y Providencia).
Dos ejidos más están en la ruta del acueducto: Hacienda Nueva en Morelos y La Pimienta en Zacatecas.
ALERTAN POR DAÑOS Y AMENAZAS
REMA alerta que el megaproyecto expone a estos 19 ejidos a sufrir diferentes daños por su cercanía al proyecto, por su ubicación con relación al desarrollo de la infraestructura o por su oposición al mismo.
Destacó que actualmente ya hay amenazas e intimidación contra ejidatarios opositores; además de que se ha registrado la división comunitaria y familiar, debido a la cooptación de personas que por un poco de salario se muestran amables al progreso que les plantean.
Precisó que estos daños serán de tipo económico por el desplazamiento de tierras, como por la inundación de las actuales zonas de producción tanto de productores quienes habitan aguas arriba, como aguas abajo.
Otros daños, agregó, se asocian a la propagación de enfermedades relacionadas al agua de estos grandes embalses, la modificación de los regímenes del caudal de ríos -con la consecuente pérdida de especies ribereñas endémicas-, así como la modificación de la geomorfología fluvial que, entre otras cosas, impactará en la reducción de aportes de nutrientes para las laderas, valles y corrientes de agua de ríos y arroyos.
Dijo también que esta obra tendrá un impacto a la atmósfera por la producción de gases efecto invernadero que este tipo de megapresas genera; y significará un potencial de daño debido a que, cuando obras como ésta se colapsan o suceden accidentes en el manejo de flujos de agua o por propios riesgos relacionados con la naturaleza, ocasiona la posible inundación de pueblos aledaños a la presa.
“Desde el Observatorio de Conflictos Mineros De Zacatecas y la Red Mexicana de Afectados por la Minería, le exigimos al Gobierno del Estado respete los procesos de libre determinación y de autonomía de los pueblos que no desean entrar en contubernio con las empresas que operan este tipo de megaproyectos”, llaman las organizaciones.
“A la población en su conjunto, le decimos que es común la retórica que se utiliza para querer imponer este tipo de proyectos, siempre van del fraseo de ‘progreso y desarrollo’, siempre señalan la utilidad y el interés público como punta de lanza, como lo hacen al decir que este proyecto busca la dotación del vital líquido, en este caso dicen, para el corredor industrial Fresnillo-Zacatecas-Calera-Morelos-Guadalupe, pero no citan en su trayecto, habrá una fuerte presencia de diversas empresas que son gigantescas devoradoras de agua, tal como sucede con las mineras Fresnillo PLC y Madero, así como la empresa “Grupo Modelo” filial de la gigantesca cervecera belga Anheuser-Busch InBev, entre otras”, finalzia.