A pesar de que el Presidente Volodimir Zelenski informó que los más de mil compradores y trabajadores que estaban en el centro comercial pudieron salir, los servicios de emergencia comenzaron los trabajos de remoción de escombros para encontrar a otras posibles víctimas que pudieron quedar atrapados.
Por Francesca Ebel y Yuras Karmanau
KREMENCHUK, Ucrania (AP), 28 de junio.— Los rescatistas trabajaban el martes entre los escombros calcinados de un centro comercial, buscando víctimas de un ataque ruso que dejó al menos 18 muertos y decenas de heridos, en lo que el Presidente de Ucrania describió como “uno de los atentados terroristas más temerarios de la historia europea”.
El Presidente, Volodymyr Zelenskyy, dijo que muchos de los más de mil compradores y trabajadores que estaban por la tarde en el lugar en la ciudad de Kremenchuk lograron escapar. Enormes columnas de humo negro, polvo y llamas naranjas se alzaban del lugar mientras los trabajadores de emergencias buscaban víctimas entre el concreto y piezas rotas de metal. Los drones sobrevolaban las ruinas, que seguían humeando horas después de que se extinguiera el fuego.
Las cifras de víctimas subían mientras los rescatistas buscaban entre los restos. El Gobernador regional, Dmytro Lunin, informó de al menos 18 muertos y 59 personas que buscaron asistencia médica, de los que 25 fueron hospitalizados. La región declaró un día de luto el martes por las víctimas del ataque.
La Secretaria de Justicia de Ucrania, Iryna Venediktova, que dirige las investigaciones sobre posibles crímenes de guerra, dijo que el ataque de misiles era uno de los “crímenes contra la humanidad” de Rusia y señaló que el ejército ruso ha “atacado de forma sistemática infraestructura civil con el objetivo de asustar a la gente, de matar gente, de llevar el terror a nuestras ciudades y pueblos”.
Venediktova recalcó la necesidad de que los ucranianos de todo el país se mantengan alerta y añadió que debían esperar un ataque similar “cada minuto”.
Wayne Jordash, un abogado británico que trabaja con la oficina de Venediktova para investigar posibles crímenes de guerra, rechazó las afirmaciones de que una fábrica cercana al centro comercial fuera un objetivo militar.
“Los primeros indicios son que la fábrica que resultó alcanzada es una fábrica de construcción de carreteras, no un objetivo militar”, dijo Jordash. “Debemos investigar si hay objetivos militares cerca, y los primeros indicios como digo son que no hay ningún objetivo militar cerca”.
A petición de Ucrania, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas programó una reunión de emergencia el martes en Nueva York para analizar el ataque.
En el primer comentario del Gobierno ruso sobre el ataque con misiles, el representante permanente adjunto de Rusia ante las Naciones Unidas, Dmitry Polyansky, dijo que había múltiples inconsistencias que no especificó, y afirmó en Twitter que el incidente fue una provocación de Ucrania.
🇺🇦🇷🇺Ucrania denuncia un ataque ruso sobre un centro comercial en Kremenchuk, oblast de Poltava. Las autoridades locales hablan de 11 muertos y 40 heridos.pic.twitter.com/7GAnW9DcTh
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) June 27, 2022
Rusia ha negado en varias ocasiones que ataque infraestructura civil, aunque ataques rusos previos han golpeado otros centros comerciales, teatros, hospitales, jardines de infantes y edificios de apartamentos en los cuatro meses de guerra.
Las fuerzas rusas golpearon el martes la ciudad de Ochakiv, en la región de Mykolaiv y a orillas del Mar Negro. Dos personas murieron, incluido un niño de 6 años, y varios edificios de apartamentos sufrieron daños. Otras seis personas, cuatro de ellas niños, resultaron heridos. Uno de ellos, un bebé de tres meses, estaba en coma, según autoridades locales.
El ataque de misil a Kremenchuk se produjo mientras líderes occidentales prometían más apoyo para Ucrania y las grandes economías del mundo preparaban nuevas sanciones contra Rusia, incluido un límite de precio al petróleo y más aranceles a sus mercancías. Estados Unidos pareció responder a la petición de Zelenskyy de más sistemas antiaéreos y la OTAN planificaba multiplicar casi por ocho sus fuerzas de acción rápida, a 300.000 efectivos.
El ataque coincidió con una gran ofensiva rusa por tierra y aire sobre el último baluarte ucraniano en la provincia oriental de Luhansk, la ciudad de Lysychansk. La operación formaba parte de la campaña redoblada de las fuerzas rusas por arrebatar a Ucrania la región oriental del Donbás.
Durante el fin de semana, las fuerzas rusas y sus aliados separatistas locales obligaron a las tropas del Gobierno ucraniano a retirarse de la ciudad vecina de Lysychansk, Sievierodonetsk.