El semanario afirmó que los actuales son tiempos de sumar, no de insultar, de construir y de trazar juntos el camino, no de revivir rencores y exacerbar diferencias.
México, 28 junio (EFE).- El atentado contra el Jefe de la Policía de la Ciudad de México alimenta el desasosiego y el miedo en la sociedad, aseguró este domingo la Iglesia Católica de México en un editorial de su semanario Desde la Fe.
Además, calificó de "hecho inédito en la Ciudad de México" el violento ataque de este viernes 26 de junio que dejó herido al jefe de la policía capitalino, Omar García Harfuch, y causó la muerte de sus dos escoltas y de una mujer atrapada en el tiroteo.
El atentado "se suma a otros hechos cotidianos que violentan a alguien en esta compleja ciudad y que inevitablemente alimentan el desasosiego y el miedo", apuntó la Iglesia en el editorial de su semanario que se publica cada domingo.
Sobre la pandemia por el coronavirus, que ha dejado 212 mil 802 contagios y 26 mil 381 decesos en el país, la Iglesia comentó que esta emergencia sanitaria ha hecho visibles "la profunda desigualdad que hemos tolerado, que nos ha llenado de incertidumbre y se ha robado nuestra cotidianeidad".
A más de tres meses de que comenzó el aislamiento y ahora con el regreso gradual a la normalidad, pareciera que la única lección que nos ha dejado la pandemia es el uso de gel antibacterial, lamentó la Iglesia Católica.
Consideró que la crisis sanitaria "es un mensaje de alerta a la humanidad que nos llama a ser mejores" que debe de incidir en el aprecio de las oportunidades que tenemos, el propósito de nuestras acciones y en la relación con las otras personas.
"Lamentablemente algunos han tomado la emergencia como ocasión para ahondar en la polarización, la descalificación o el desprecio hacia el otro", exclamó en su editorial.
El semanario afirmó que los actuales son tiempos de sumar, no de insultar, de construir y de trazar juntos el camino, no de revivir rencores y exacerbar diferencias.
"Pongamos, cada uno, nuestro esfuerzo; trabajemos desde nosotros mismos y desde la familia por la recomposición del tejido social. Menos insultos, menos violencia física y verbal, menos rencor y más unidad", agregó.