Marcelo Ebrard ha forjado una relación con el Partido Verde Ecologista de México desde hace casi tres décadas, e incluso fue por esta organización que obtuvo su primer cargo de elección representativa al desempeñarse como Diputado federal plurinominal entre 1997 y 2000 por parte del Tucán. Camino a 2024, es la militancia pevemista la que lo ha respaldado para figurar en la boleta de las elecciones presidenciales.
Ciudad de México, 28 de mayo (SinEmbargo).– En 1993 Manuel Camacho Solís tenía la encomienda de revivir la organización política satelital entonces del priismo, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) después de que el original perdiera su registro en 1991. “Una de las personas que más apoya a Jorge González Torres para constituir su partido como partido político es, en su momento, Manuel Camacho Solís, y el favor se repaga haciendo a Marcelo Ebrard, en 1997, Diputado plurinominal por el Partido Verde Ecologista”.
Así recuerda, en entrevista con SinEmbargo, Paula Vásquez Sánchez, analista política y coautora de La mafia verde (Ariel), el nacimiento del Partido del Tucán en la década de los 90. Aunque la organización política no fue lo único que se originó en ese momento, pues también fue el inicio de una relación entre el ahora Canciller y el PVEM. “El primer cargo de elección representativa, podemos decir, que tiene Marcelo Ebrard de toda su historia política es precisamente con el Partido Verde”.
Como Diputado federal en el periodo legislativo de 1997 a 2000, Ebrard compartió bancada con Jorge Emilio González Martínez, hijo del fundador del PVEM y mejor conocido como “El niño verde”. Casi tres décadas han pasado desde entonces, y esta relación ha pasado al apoyo de los militantes pevemistas para que sea el abanderado por la coalición Morena-PVEM-Partido del Trabajo (PT) para las elecciones presidenciales de 2024.
“[La relación entre Marcelo Ebrard y el Partido Verde] es una estrategia de ganar-ganar”, aseguró Vásquez Sánchez. “Marcelo, por un lado, lo que está ganando es el apoyo de un partido que ya no es un partido chico. Es la cuarta fuerza política, y tiene tres gubernaturas –aunque sean compartidas– (…). Es un partido que ya tiene la operación política en tres entidades federativas nada despreciables: San Luis Potosí, Chiapas y Quintana Roo. Esto te hace más fuerte, te hace el candidato más competitivo dentro de Morena al ser una, pues una presencia donde sí importa mucho cuántos votos traigas detrás”.
El PVEM históricamente ha buscado llegar a la Presidencia de la República a través de alianzas. Primero, con el Partido Acción Nacional (PAN) en el 2000, cuyo candidato Vicente Fox Quesada logró una transición después de 70 años de régimen priista. Luego regresó de la mano con el tricolor en 2006 y 2012, siendo estos últimos comicios donde recuperó la silla presidencial con Enrique Peña Nieto.
“El Partido Verde tiene buen ojo para hacer sus alianzas, y hace muy buenas negociaciones cupulares”, indicó la analista. “Ahora, en el 2018, no llegó en las urnas el Partido Verde, pero no bien había tomado posesión Morena y el Presidente Andrés Manuel López Obrador cuando el Partido Verde, desde el primer día de la legislatura, ya se había nombrado su aliado y ya había puesto a disposición de Morena toda su infraestructura”.
Ahora busca nuevamente ser parte del régimen gobernante como aliado de Morena y el PT a nivel federal, así como en las elecciones locales que el 4 de junio se llevarán a cabo en el Estado de México con la candidata Delfina Gómez Álvarez, y también en Coahuila después de que este sábado retirara su apoyo al exdiputado Evaristo Lenin Pérez Rivera y en vez respaldara al candidato de Morena, Armando Guadiana.
El apoyo mayoritario de militantes como el Diputado federal Javier López Casarín ha sido para Ebrard, quien hace casi 30 años fue parte de sus filas. Y aunque el Canciller ha negado buscar una candidatura solamente de la mano de este partido y en vez será por la alianza, la estrechez que guarda con el PVEM será una carta más a jugar en la carrera por ser el abanderado.
Vásquez Sánchez explicó que hay dos afinidades entre el Secretario de Relaciones Exteriores y el Partido del Tucán. Primero, una simpatía natural de un partido pro-negocios y a favor de la iniciativa privada, emparejado con el perfil de Ebrard que ha sido “más tecnócrata, vieja escuela, priista” que su compañera de partido y competencia para la candidatura de Morena, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, quien tiene un perfil más afín a temas populares.
Por otro lado, la historia entre los dos actores políticos marca otra afinidad. “Marcelo Ebrard salió del Partido Verde, y nunca se ha enfriado esa relación. El Partido Verde y Marcelo Ebrard nunca han tenido ningún problema público”. Entre sus aliados más vocales en su apoyo rumbo a la contienda presidencial, el Canciller cuenta con Carlos Puente Salas, Rocío Corona y Juan Carlos Natale, expone.
En agosto del año pasado, el exjefe de Gobierno acudió a la tercera plenaria de los diputados pevemistas y se refirió a ellos como “amigas” y “amigos”. La simpatía entre los actores políticos relució nuevamente cuando en enero del año en curso un grupo de alrededor de 16 legisladores del Verde presentó la “Plataforma Verde” en conferencia de prensa, y López Casarín se refirió a Ebrard como “el mejor perfil para continuar con la transformación del país”.
Más recientemente, un grupo de diputados, senadores y militantes del PVEM recibieron al Canciller en su Convención Nacional a gritos de “¡Presidente! ¡Presidente!”.
“A Ebrard le sirve que le digan, ‘Aquí está la estructura del Verde, que te está apoyando a ti en esta elección interna’. Y también, lo que le sirve es decirle, ‘Y si no [la ganas], aquí tienes partido, no te vas a quedar sin partido si decides cualquier otra cosa'”, consideró Vásquez Sánchez. “Y el beneficio para el Verde es tener a un aliado que tiene muy cercano el triunfo en el 2024, y sino también la posibilidad –que es lo que ha hecho históricamente el Verde– de vender carísimo su amor”.
@plataformaverd con el objetivo de abrir el diálogo en favor de un México con mayor calidad de vida para todos,el @PVEM realizaró,este miércoles 24 mayo, el foro de la Convención Nacional “Repensando el Futuro Verde”. Llegada del Canciller @m_ebrard al evento. #ElCaminodeMexico pic.twitter.com/LFRvxD6Sye
— MarceloSi (@MarceloE2024) May 24, 2023
Su “amor”, profundizó la abogada, no se puede leer de manera ajena a la publicidad que se exhibe en distintos puntos de la República con el rostro del exgobernador de Chiapas del PVEM, Manuel Velasco Coello, quien ya ha externado su deseo de ser considerado por la coalición oficialista para el 2024. Sin embargo, el nombre del actualmente Senador ni siquiera figura en las encuestas realizadas por Enkoll, Mitofsky o El Financiero.
“Esta no es una estrategia nueva para el Verde, hizo lo mismo con Bernardo de la Garza (Herrera Nacido). Ellos saben hacer esto, que es sacan a un candidato, cuentan el número de votos que podrían tener en la intención de voto, y con eso negocian sus alianzas. El Verde, con esto, también va a salir muy fortalecido (…) y le va a permitir tener una altísima carta de negociación para un montón de cosas de cara al 2024, vaya Marcelo Ebrard como candidato por Morena, no vaya por Morena, o incluso si ellos van por separado”.
En ese sentido, resaltó Vásquez Sánchez, las acciones que tome el PVEM una vez empiecen las campañas presidenciales dependerán del rumbo que decida el Canciller en caso de que no sea elegido como su abanderado, ya sea que se quede con Morena y apoye la decisión del oficialismo o decida irse con otro partido. Cabe recordar que Ebrard había sido renuente a sumarse a la militancia morenista, y no fue hasta julio de 2022, a casi cuatro años de entrar al Gobierno federal de la mano del partido, que se afilió a Morena.
El Partido del Tucán se ha movido –al igual que Ebrard– entre partido y partido: primero con el PAN, luego con el PRI y finalmente con Morena. No se ha librado de polémicas, incluyendo una multa de 40 millones de pesos por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) en el 2021 por violar la veda electoral en las elecciones federales al pagar a casi un centenar de influencers para promover su voto a través de redes sociales.
Sin embargo, con el panorama político actual, la analista política descartó que las dinámicas y polémicas en las que se ha visto envuelto el PVEM pudieran ser perjudiciales al asociarse con Ebrard. Por un lado, tiene 47 legisladores entre diputados y senadores y una base clientelar grande, señaló Vásquez Sánchez, y por el otro no representa números negativos en las encuestas donde se coloca al candidato de Morena en alianza.
“Me encantaría decir que el Verde es una manzana envenenada, pero la realidad es que no es cierto. En la coyuntura política en la que nos encontramos ahorita, el Partido Verde no es un partido que siquiera tenga grandes negativos frente a la opinión pública, como los puede tener por ejemplo el PRI o el PRD. Es un partido que ha sabido mantenerse, hasta cierto punto, libre del business del escándalo. (…) Entonces, no, al revés, yo creo que en este momento es un partido que goza de buena salud hasta reputacional”.