El tequila es una de las bebidas más famosas y ya sea en coctel o solo, es una opción para acompañar un rico plato de comida, por ejemplo, una deliciosa carne en su jugo.
Ciudad de México, 28 de mayo (SinEmbargo).- Jalisco es la cuna del tequila; calidad, delicioso sabor y exquisita variedad hacen del tequila la bebida perfecta para degustar en una comida. ¡Con qué maridar un tequila? Existen muchas opciones, sin embargo, aquí hay cuatro platillos típicos jaliscienses para degustar perfectamente el tequila y tener una maravillosa experiencia gastronómica.
Carne en su jugo: Un platillo que se compone de carne de res cortada en trozos pequeños, esta carne es cocinada en su propio jugo, va acompañada de frijoles, tocino, cebolla y cilantro, un platillo muy suculento que, debido a su preparación, hace resaltar todas las propiedades de los ingredientes. Este platillo va muy bien con un tequila añejo, debido a que tiene notas amaderadas y algunos toques de caramelo, será el combo perfecto para una comida de 10.
Birria: De Jalisco para el mundo, este es uno de los platillos más representativos del estado mexicano, se prepara generalmente con carne de chivo o borrego, incluso a veces la puedes encontrar con una combinación de varios tipos de carne. Un platillo que se cocina a fuego lento y que puede ser tan picosa como se te antoje. Su sabor es intenso y es por eso combina con un tequila suave o reposado.
Pozole: Perfecto para cualquier ocasión, el pozole jalisciense se sirve con tostadas, rábanos, lechuga y chilito, puede tener trozos de carne de cerdo, de pollo o de res. Un caldo que contiene granos de maíz y que sin duda, ha dado la vuelta al mundo por su peculiar pero inigualable sabor. la recomendación es un tequila con buena presencia de agave y alcohol, este será el contraste idóneo para disfruta este manjar.
Tortas Ahogadas: Se trata de un bocadillo delicioso y picante que consiste en rellenar un bolillo con carnitas de cerdo y sumergido en una salsa de chile de árbol. La base de las tortas ahogadas es el bolillo, un pan blanco y crujiente similar a la baguette. Este bolillo se corta por la mitad y se rellena generosamente con carnitas de cerdo. Son un manjar mexicano que combina el sabor crujiente del pan, la jugosidad de las carnitas y la intensidad de la salsa picante, por lo que el tequila reposado va muy bien, esto debido a los toques intensos de madera.